18 de marzo de 2024, 4:00 AM
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La declaración de Gabriela Zapata, la mañana del 4 de marzo ante el Tribunal Cuarto de Sentencia fue una larga exposición de los dos casos que la llevaron a estar frente a dos tribunales distintos, uno que la juzgó por legitimación de ganancias ilícitas; y el segundo, que está en curso y que es por el delito de trata y tráfico de personas.
EL DEBER le presenta la transcripción de la audiencia en su primera parte, porque la declaración fue de más de una hora.
– Tengo que tomarle sus datos personales, ¿nombre?
– Gabriela Zapata Montaño
R.- Actualmente estoy cursando la carrera de pilotaje, fui contratada en la empresa Itze Trading, con estudios de pilotaje, en una compañía llamada Delta Chance en Cochabamba, son 8 meses piloto privado y 12 meses piloto comercial, estoy empezando en piloto privado
R.- Estoy trabajando en una importadora de maquinaria pesada como responsable y jefa de comercialización de importación exterior
Jueza: ¿Tiene antecedentes?
R.- Sí tengo una sentencia injusta en mi consideración en la ciudad de La Paz, del año 2017 en juzgado Cuarto de Ejecución por el delito de legitimación de ganancias ilícitas
Jueza: ¿Qué puede referir en su declaración ?
R.- Señores magistrados vengo por voluntad propia, como ustedes tienen en constancia, mi persona se ha presentado a su Tribunal y es la parte más activa que he estado dentro de este proceso. Me ratifico yo en lo que he plasmado en mis memoriales, me considero prácticamente una víctima de maltrato. Voy a referir que algunos aspectos los estoy conociendo por declaraciones de los coimputados.
Este caso nace y proviene desde el referéndum de 21 de febrero. Mi persona estaba cumpliendo el cargo de gerente comercial en la compañía donde yo he sido contratada, yo fui invitada por un dignatario diplomático chino.
Alrededor más o menos del 4 de febrero de 2016 un periodista saca un certificado de nacimiento indicando que mi persona hubiese cometido tráfico de influencias a raíz de un menor de edad que sería hijo mío y del señor Evo Morales mi ex compañero. Debo alegar que la acusación de la fiscalía indica que mi persona habría mencionado que desde enero de 2016 habría manifestado ante medios de comunicación que yo tendría un hijo para el señor Evo Morales y que estaría vivo.
Quiero referirme a este hecho señores magistrados, que mi persona no hace ninguna declaración hasta después de mi detención por este caso. Ha sido en fecha 26 de febrero del año 2016 donde mi persona ha sido presionada por altas autoridades de Gobierno que se hubiesen comunicado conmigo para que yo preste una declaración en el hotel Presidente, que se pueda hacer una constatación mediante el registro que hay en el Google, eso se puede constatar. Mi persona ha referido a los medios de comunicación que el niño habría fallecido. Yo igual pido garantías por todo lo que estoy declarando acá que no sea mal utilizado por ciertos abogados que salen a los medios de comunicación.
Quiero hacer constar también que tengo derecho a mi integridad, que no se me viole por favor mis derechos constitucionales por esta declaración que estoy dando. Señores jueces, mi persona ha declarado y es así que mi compañero (Evo Morales) después de 5 días sale y da esa versión en contrariedad a lo que indica el Ministerio Público. Mi compañero es el que indica y manifiesta que el niño habría nacido y habría fallecido a los tres meses de edad, que supuestamente yo le habría comunicado y que no me veía con él desde el año 2007. Me imagino que dijo eso por el asesoramiento que habrá recibido o por la situación que estaba pasando.
En ese tiempo he sido convocada una reunión igual por altas autoridades de Estado donde se me presionaba que dé y brinde varias declaraciones en medios de comunicación, de los cuales he aceptado una que era en la Red Uno en la cual no hago referencia de ningún menor, más al contrario voy y aclaro que el tema que estaba en tela de juicio era el de tráfico de influencias.
Posteriormente vino el tema del 21 de febrero. Se perdió el referéndum y mi persona fue convocada en fecha 24 o 25 al sector de Huajchilla, a Flor de Lis que es como un centro de convenciones donde estaban haciendo la evaluación del referéndum y se me había comunicado que yo tenía que colaborar, que se me iba a detener dos días después.
Ante ese hecho, el día que me iban a detener (26 de febrero) se comunicó conmigo el doctor (Walter) Zuleta que lo había conocido por personeros del Gobierno y me pregunta si estaba en mi domicilio, que ya estaba la vagoneta esperando del ministerio de Gobierno. Yo voy, avanzo, veo la vagoneta, me paro atrás de ellos, me subo a la vagoneta, me trasladan a la Felcc y me indica, ‘señora vamos a esperar a la prensa’. Me sacan a los medios de comunicación (y me indican) que tenía que estar tranquila, que solamente era la situación por la que estábamos pasando y que teníamos que justificar la derrota del 21 de febrero con esa detención.
En todo momento, en las 9, 10, o 12 horas que he estado esperando en la Felcc mi abogado, que era el doctor Zuleta, se comunicaba con el doctor Carlos Romero de forma constante, indicando que esperemos, que ya está llegando a la fiscalía, que estamos haciendo un globo de ensayo para ver cómo acepta la población esta situación.
Posteriormente, alrededor de las 11 o 12 de la noche llega a la fiscalía el doctor Edwin Blanco y me hace leer ciertas cosas. Yo tenía la orden de no declarar. No declaro y me trasladan a las celdas de la Felcc. Ese día he guardado detención. Me han visitado personas indicándome que por favor me calme que me mantenga tranquila.
Al día siguiente veo en los medios de comunicación que la señora Pilar había declarado de que el niño estaba vivo. Luego me mandan a cautelares aunque se me había informado que yo tenía que ir a la detención domiciliaria, pero que se había dado información contradictoria y se había producido una conmoción nacional. Mi persona ha sido mandada al penal de Obrajes, se me había cortado ciertos canales. La única conversación que tenía yo era mediante el doctor Zuleta con el doctor Romero y ciertos personeros.
Más o menos dos o tres días después me comunica el doctor Zuleta que presentaron una demanda. Yo no conozco los términos legales pero he visto la demanda y me sorprende mucho y lo voy a decir con mucha responsabilidad, me sorprende mucho, porque tanto yo como mi compañero (Evo Morales) sabemos qué ha sucedido realmente señora juez. Me parece un acto más amoral y misógino que pueda haber en el caso. Me presentan una demanda ilegal, inventada, injusta, porque tanto él como yo sabemos qué es lo que realmente ha pasado (rompe en llanto).
El doctor Walter Zuleta me indicó que tenía que contestar a esa demanda. No era por ninguna estrategia o porque yo había ordenado que se procese esa demanda, sino porque él me había pedido que conteste esa demanda señora juez.
Posteriormente me entero que mi abogado había contratado los servicios del doctor (William) Sánchez Peña. He hablado en pocas oportunidades con el doctor Sánchez Peña porque cuando yo he ingresado al penal han emitido ciertas directrices disciplinarias que provienen de la Dirección Nacional del Régimen Penitenciario solamente para mí. Un policía tenía que estar al lado mío vigilando, supervisando qué es lo que yo estoy haciendo y hablando, con quién estoy conversando y si entraba una persona no podía entrar otra.
En régimen penitenciario de Miraflores había un poco más de espacio para que yo pueda recibir a las personas, pero más o menos del sexto u octavo mes me trasladan al régimen de máxima seguridad. Ahí mi persona estaba totalmente incomunicada y aislada en el área de los policías, desde cuando yo he ingresado hasta cuando he salido he vivido y he convivido en el sector donde están los policías. Solamente podía bajar los sábados para tomar sol y si tenía que llamar a alguien -a mi hija- me permitían llamar de noche acompañada de una policía.
Al poco tiempo el ministerio de Gobierno ha implementado una cámara y un micrófono en el lugar donde recibía mis visitas. Así es que me sindican como si yo hubiera dado órdenes desde el penal de Miraflores. Eso sería imposible señores jueces, porque todo lo que sucedía en ese penal se registraba en un libro de novedades exclusivamente para mí. Si hubiese habido un ilícito que mi persona hubiera realizado en el minuto, el Ministerio de Gobierno se hubiera enterado.
La actitud del doctor Sánchez Peña cuando a mí me detienen es deplorable. Se constituye en mi hogar. Saca todo mi dinero y deja 100 dólares a la empleada (que se quedó) con mi hija menor de edad. Para empezar es un abuso, es un abuso a mi persona. La actitud de este señor era servir a las ordenes que llegaban, sin importarle si me hacía daño. Yo le dije en muchas oportunidades ‘por qué estamos haciendo esto, por qué estamos en esto’. Yo nunca he entendido ese proceso. También he preguntado a mi compañero (Evo Morales) en muchas oportunidades cuál era la finalidad de ese proceso. No entiendo por qué hizo ese proceso, si él y yo -y lo vuelvo a repetir- sabemos qué realmente ha sucedido.
El tema de legitimación de ganancias ilícitas era lo que a mí me tenía muy preocupada, señores jueces, porque hasta en el momento de mi sentencia y como se ha llevado el proceso, se ha violado el debido proceso. Nunca se me ha permitido sacar un requerimiento fiscal, jamás se me ha dejado demostrar mi patrimonio. Y en ese caso, se suponía que los abogados Zuleta y Sánchez Peña tenían una estrategia para demostrar y acreditar mi patrimonio.
Con la presentación del menor y otras situaciones llega la defensa del doctor Eduardo León. Me sorprende que el doctor no esté aquí. Entiendo que fue absuelto en 2020, pero el doctor Eduardo León, en varios medios de comunicación, aprovechando la coyuntura y haciendo política, ha mencionado y ha desafiado a los jueces probar la existencia del menor.
En muchas oportunidades me dijo ‘señora usted tiene que ponerse contra el Estado, usted tiene que declarar’. En este caso no he podido escoger al abogado adecuado. Jamás he podido escoger a mis abogados.
Hay una señora llamada Cinthia Peró que está con el doctor León. Supuestamente me iba a colaborar por la situación que yo estaba atravesando. Se presentó el doctor León, me indicó que el señor Jaime Navarro y el señor Arturo Murillo iban a pagar sus honorarios. Nunca hizo nada en mi defensa. Más fue el escándalo y el vituperio (que hacía).
Cuando había la comisión mixta bicamaral de la CAMC en el penal de Miraflores, han venido a tomar mi declaración. Ahí el doctor Eduardo León me ha a indicando que diga que en un anticrético que tenía con mi excompañero se había firmado algunos contratos con la CAMC. El doctor León solo hizo un escándalo.
También dicen que yo hubiese dado órdenes para realizar todo el operativo (de presentación del menor). Yo siempre he tenido amistad con la familia Fortún, pero ¿había sido delito señores jueces acercarse a las personas? Se ha incriminado a mi amiga (Ximena Fortún), porque supuestamente habría financiado toda esta asquerosidad que ha sido montada, porque no creo que una persona inteligente pueda cometer esa clase de errores en presentaciones falsas (del menor).
En el tema de las fotos señora juez, quiero aclarar que en fecha 16 de febrero (de 2016) antes de mi detención y antes del referéndum nacional, mi abogado hace una comunicación en sentido de que las fotos que estaban circulando eran de un sobrino. Yo no tenía ni coincidencia con ese sobrino, yo lo había visto en el entierro de mi tatarabuelo, me había pasado unas fotos que estaban en las redes sociales y eso han empezado a hacer.
Entonces ya habíamos aclarado que era un sobrino mío, ya había aclarado el Gobierno que era sobrino mío. Pero el doctor Zuleta presenta esas fotos y él se ha escapado. Debería estar acá presente también dando sus razones, cuáles eran sus intereses personales, políticos o cualquier interés que habrá tendido para presentar esas fotos (de mi sobrino).
Cuando hablan de un memorial que mi persona habría presentado, que yo habría firmado, quiero indicar a su digno Tribunal que mi persona se encontraba en total vulnerabilidad. Yo no podía hacer, no podía decir a los abogados qué estrategia van a tomar. Para eso contrata uno sus abogados. Pero en este caso se me ha impuesto los abogados, lo vuelvo a decir.
Mi persona, a solicitud del doctor Zuleta firmó 12 memoriales (en blanco). Siempre era controlada por la directora de régimen, directora que en algunas ocasiones me ha llegado a agredir físicamente. Se ha denunciado eso, pero ninguna de las autoridades judiciales, del ministerio de Gobierno o de Régimen Penitenciario hizo nada. Es más, cuando me tomaron la declaración los fiscales, la directora del penal estaba sentada ahí haciendo una coacción absoluta.
Cuando pasan todos esos hechos (de la presentación del menor) yo los he visto por televisión.
Quiero mencionar también me quedo sorprendida cuando presentan a un menor, un menor de edad que mi persona no ha contratado como sindica la acusación fiscal. Decir que yo hubiese dado órdenes a la señora Pilar Guzmán, con quien tenía un tiempo reservado en el penal, controlado, se le controlaba como a criminal,. Ella venía a visitar y le controlaban todo, le sacaban los zapatos, le hacían abrir hasta la gelatina que llevaba la señora Pilar. Cuando ella venía a visitarme había un policía al lado. Entonces es imposible que en el penal de Miraflores se haya dirigido ordenes para contratar a alguien.
Quiero manifestar también con todo respeto en el momento de dar mi declaración ante el Ministerio Público estaba Susana Boyán, la doctora Mariana Montero, el doctor Vargas y a cada momento cambiaban mi declaración. A mi hija se la había sacado de la casa un día antes y había sido llevada a la defensoría de la niñez. Porque es así, mi persona ha sido arrancada de mi hogar a temprana edad, no he tenido relación con mis padres. Yo vivía con mi empleada sola en la casa. No quisiera que ninguna niña, ninguna mujer pase lo que he pasado y hoy me quieren seguir acusado (rompe en llanto)
Desconozco completamente todo lo que me están sindicando, desconozco en su totalidad, desconozco todas mis pruebas que he presentado. Solicito que mi ex compañero (Evo Morales) venga aquí a comparecer y diga lo que realmente ha sucedido. La fiscalía se ha arrogado de la gestión de un grupo de personas que me han manipulado, grupo con el que tenía marcadas diferencias.
No puede ser que por cuestiones políticas o por una postura de justificar que se ha perdido un referéndum que Gabriel Zapata sea la culpable ‘y vamos a hacer una teoría de que ha habido un cartel de la mentira, vamos a decir primero que el niño ha fallecido y posteriormente no nos va a convenir ante los medios de comunicación. Vamos a decir que (el menor) no existe y lo vamos a probar legalmente’ eso es un crimen.
Y muchos de los que están sentados aquí son los han armado ese caso, señora juez. Ese caso conlleva mucho más. Prueba de ello es que quiero mencionar y pido garantías podría decir muchas cosas, pero lo cierto es que no puedo decirlas; quisiera decir cuando pase toda esta desgracia.
Hasta el 11 de febrero de 2017, un año después a que suceda todo esto, el doctor Carlos Romero, como siempre, se comunicaba a través de capitanes. Me indica que por favor haga una entrevista en el canal ATB, que colabore con el poder, (que) hay muchas dudas en la sociedad con este tema. Ahí tenía que decir que el niño nunca ha existido, pero de mí nunca ha salido esa versión, del poder ha salido esa versión.
Mi persona se ha rehusado completamente. Se me amenaza con muchas cosas, cuando uno está privado de libertad lo primero que uno piensa es en lo que más quiere, en mi hija. Cada que yo le llamaba a mi niña, mi niña me decía: ‘mamá cuándo vas a volver’. Por eso he creído en ellos una vez más, he creído y he cedido a eso por obtener mi libertad. Cuando uno está privado de libertad, cede a mucha coerción (vuelve el llanto).