4 de noviembre de 2024, 7:00 AM
4 de noviembre de 2024, 7:00 AM
Santa Cruz lidera el número de accidentes de tránsito protagonizados por motociclistas en Bolivia, registrando 3.884 casos al cierre del segundo trimestre de este año. La cifra, que representa un incremento del 15% con respecto al mismo periodo de 2023, refleja un aumento en la imprudencia de los conductores. Mael Burgoa Rosso, gerente nacional de Siniestros y Prevención Univida conversó con el programa Dinero 360 de EL DEBER Radio sobre el tema.
Es fundamental que la población tome conciencia de la situación que enfrentamos en nuestras carreteras y calles. La cifra del 82% es alarmante y refleja una realidad que no se puede ignorar en relación con los accidentes de motocicletas.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo que ha identificado Univida?
Uno de los factores más significativos es que muchas personas han optado por cambiar sus vehículos de cuatro ruedas por motocicletas. Esta decisión se debe a razones como la comodidad, el ahorro en combustible y la necesidad de evitar el tráfico. Además, para algunos, las motos se han convertido en una fuente de ingresos, ya que son utilizadas como taxis. Las estadísticas muestran que el 82% de los accidentes de motocicleta a nivel nacional se concentran en Santa Cruz, y un 45% de los accidentes en general son causados por motocicletas. Esto significa que más de un tercio de los siniestros de tránsito en el país están relacionados con este tipo de vehículos en Santa Cruz.
¿El aumento de servicios de entrega a domicilio también influye en estas estadísticas de accidentes?
Definitivamente. Hemos observado un incremento en el número de asegurados que trabajan en delivery y que han sufrido accidentes de tránsito. Esto se debe a que estos trabajadores están constantemente expuestos en la vía pública, lo que incrementa su riesgo, especialmente al conducir motocicletas. Las lesiones resultantes de estos accidentes suelen ser graves, ya que la cabeza es una de las áreas más afectadas al caer o colisionar. Es evidente que el aumento de servicios de delivery ha contribuido al incremento de accidentes de motocicleta.
Entonces, ¿no se toman las precauciones adecuadas, como el uso del casco?
Lamentablemente, no siempre se toman las precauciones necesarias. Los motociclistas, tanto conductores como pasajeros, son los que sufren las lesiones más severas. Existe un dato que indica que el riesgo de sufrir lesiones graves en una motocicleta es 17 veces mayor que en un vehículo cerrado, como un taxi. Esto se debe a que los motociclistas están expuestos y no cuentan con un habitáculo que los proteja. Cuando ocurre una colisión, no hay elementos que los detengan, lo que resulta en lesiones graves.
Además, la falta de equipamiento de seguridad, como el casco, contribuye a que las lesiones sean aún más severas. Esto genera una mayor carga financiera en la aseguradora cuando se evalúan estos siniestros.
En los accidentes de tránsito, ¿es más común que los motociclistas colisionen con otros vehículos o que otros vehículos colisionen con ellos?
El 51% de los accidentes involucran colisiones, mientras que un 28% se relaciona con atropellos, lo que representa las principales causas de accidentes. Los motociclistas no solo son víctimas de colisiones, sino que también pueden causar atropellos. Es decir, los accidentes se producen por diversas razones, como caídas o ataques de animales, lo que demuestra que no siempre son el resultado de un choque.
¿Cuál es la cifra de fatalidades en accidentes de tránsito?
Anualmente, alrededor de 1.200 personas pierden la vida en accidentes de tránsito en Bolivia. Aunque esta cifra ha disminuido en comparación con años anteriores, cuando se registraban hasta 1.500 muertes, sigue siendo preocupante. La implementación del SOAT ha sido crucial, ya que permite una atención médica inmediata a los accidentados, lo que a menudo puede salvar vidas.
¿Se necesita coordinar con Tránsito y las importadoras?
El problema radica en que en Bolivia, muchas personas aprenden a conducir motocicletas de manera informal, a menudo de familiares o amigos, en lugar de recibir una formación adecuada. Esto resulta en una falta de educación vial que es esencial para operar estos vehículos de forma segura.