19 de diciembre de 2024, 12:08 PM
19 de diciembre de 2024, 12:08 PM
Paraguay no descansa en su intento de ser un jugador importante en el negocio del gas natural entre los dos gigantes sudamericanos, Argentina y Brasil. Bolivia ha sido considerado por los dos países como ‘un tercero’ para transportar el gas que se produce en los yacimientos de Vaca Muerta hasta los mercados brasileños del centro y sur del país.
El miércoles, en Salta (Argentina), el viceministro de Minas y Energía de Paraguay, Mauricio Bejarano, y el embajador argentino en ese país, Guillermo Nielsen, expusieron a integrantes del gabinete provincial los detalles de un ambicioso plan de integración energética regional que tiene proyectado un gasoducto para llevar gas desde el norte salteño hacia Brasil a través de Paraguay.
El encuentro fue reportado por el diario El Tribuno de Salta, que resaltó que la iniciativa contempla una inversión de 2.000 millones de dólares y fue presentada ayer miércoles a las autoridades provinciales por el viceministro de Energía paraguayo y el embajador argentino, Guillermo Nielsen.
La numerosa comitiva paraguaya incluyó al director nacional de Hidrocarburos, Julio Albertini; el CEO de la compañía Zeus Energy, Giuliano Franco, Marco Pappalardo y otros empresarios del sector, según El Tribuno. «El proyecto busca unir la producción de Vaca Muerta con el consumo del mercado brasileño e integrar también ese gas a la matriz energética de nuestro país», dijo Bejarano al medio argentino.
Tras el encuentro del miércoles, las autoridades salteñas indicaron que se busca afianzar no solamente la integración vial, comercial y aérea, sino también la energética, para que las regiones puedan recibir el gas y transformarlo en energía eléctrica.
El viceministro de Energía del gobierno paraguayo detalló que el gasoducto trinacional tiene proyectados 110 kilómetros en Salta, 530 km en Paraguay y otros 410 km en territorio brasileño hasta su nudo de interconexión con el Gasoducto Bolivia-Brasil (Gasbol).
El próximo paso, según adelantó, será la realización del estudio de factibilidad, que incluirá las proyecciones de los consumos de gas de Salta y de Mato Grosso, que sería un gran demandante a futuro por el crecimiento que registra esa región de Brasil.
Reunión clave
El embajador argentino en Paraguay, Guillermo Nielsen, confirmó ayer a El Tribuno que el 14 de febrero se realizará en Matto Grosso do Sul (Brasil) una reunión clave en la que se definirán aspectos fundamentales del proyecto. «No es un trabajo acabado, sino una tarea en construcción, pero estamos trabajando bien y avanzando bastante para llevar las cosas bastante masticadas para que esa reunión fructifique», puntualizó Nielsen.
Esperan tarifas
De acuerdo a versiones oficiales y extraoficiales, lo único que falta para que el gas de Vaca Muerta transite por los gasoductos bolivianos es el acuerdo por los precios del peaje de transporte. En octubre, YPFB propuso $us 2 por millón de BTU como precio base de agregación y transporte del gas natural desde Argentina por el sistema de gasoductos en territorio boliviano, aunque esto variará en función al tiempo de contrato.
De hecho, está vigente el Decreto Supremo 5.206/2024, que introduce una serie de modificaciones al Decreto Supremo Nº 29018 de 2007, que regula el transporte de hidrocarburos por ductos, para consolidar a la estatal petrolera boliviana como “actor clave en la gestión del gas en tránsito”.
En noviembre, Argentina y Brasil firmaron un memorándum de entendimiento con vista a lograr un contrato en firme de compra-venta de gas natural. De acuerdo con el documento, se creará un grupo de trabajo bilateral para identificar las medidas necesarias para facilitar el suministro de gas natural argentino a los mercados brasileños.
Entre las medidas destaca el estudio de la viabilidad económica de las rutas logísticas, considerando la posible ampliación de la infraestructura existente en ambos países, mediante el cual se estima que la factibilidad de mover 2 millones de metros cúbicos diarios (MMm3d) de gas natural en el corto plazo, aumentando en los próximos 3 años a 10 millones, hasta llegar a 30 millones en 2030.