17 de diciembre de 2024, 12:15 PM
17 de diciembre de 2024, 12:15 PM
A pocas semanas de concluir el 2024, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) informó que en Santa Cruz las campañas agrícolas de verano e invierno dejaron un total de 2,9 millones de toneladas de granos de soya, maíz, sorgo, girasol, trigo y chía. Esta cifra representa una caída del 50% en relación con el 2023.
Por otro lado, el movimiento económico generado por la cadena oleaginosa llegó a $us 1.200 millones, lo cual implica un bajón del 34% en comparación con las cifras del año pasado.
Fernando Romero, presidente de Anapo, indicó que si bien estos resultados son poco alentadores, el sector reafirma su compromiso con la seguridad y soberanía alimentaria del país.
“A pesar de las cuantiosas pérdidas productivas y económicas en la producción de alimentos estratégicos, los agricultores hicimos y seguiremos haciendo todos los esfuerzos para garantizar el abastecimiento del mercado interno, porque de nuestros granos depende la provisión de insumos claves para las cadenas alimenticias avícola, porcina, lechera y ganadera”, aseveró Romero.
Anapo presentó, durante esta jornada, su evaluación anual en la cual identificaron las causas para estas caídas en la producción, como las adversas condiciones climáticas del verano 2023-2024 y de invierno 2024, además de otros factores.
“A ello se suman: la incertidumbre jurídica por el avasallamiento de tierras, las dificultades en la provisión oportuna de diésel, el aumento en los costos de producción debido a la falta de divisas y, por último, la incertidumbre en la comercialización de nuestra producción ante la suspensión de las exportaciones de aceite”, lamentó el titular de Anapo.
Agregó que esta diversidad de factores negativos configuró un escenario lleno de adversidades para los productores. Y así, el área de siembra de las dos campañas se redujo a 2,3 millones de hectáreas. “Es decir, hubo una disminución del 12% en la superficie utilizada en comparación con el año pasado, principalmente por las condiciones de sequía”.
Si se hace una comparación por ciclos de producción, en la campaña de verano 2023-2024, se produjeron 1.907.000 toneladas de granos de soya, maíz y sorgo. Esto representa una disminución de 34% con relación al verano anterior. Mientras que en invierno se produjo apenas unas 1.053.000 toneladas de trigo, girasol, maíz, chía, sorgo y soya; lo que significa una caída del 64% con relación al invierno de 2023.
“Pese a esta drástica disminución en la producción de grano de soya y también de girasol, hemos producido la cantidad suficiente de materia prima para garantizar el abastecimiento del mercado interno, para la transformación en harina solvente para los sectores pecuarios y en aceite comestible para la población”, aclaró Romero.
Los datos que posee el sector agropecuario revelan que, de enero a septiembre de este año, las exportaciones de soya y girasol llegaron a $us 954 millones. Una cifra que refleja la caída en comparación con el mismo periodo de 2023, por efecto de la disminución en la producción de esos granos. La baja en los excedentes de producción causó que el valor de las exportaciones sea 36% menor a los $us 1.497 millones que fueron alcanzados el año pasado.