Feb 12, 2025 @ 22:05
Bandera superior


En números redondos, el veto a las exportaciones de carne bovina significará una pérdida de más de $us 220 millones por año. La noche del viernes, el Gobierno decidió suspender la venta externa de este producto ante el encarecimiento en el mercado interno. La medida fue rechazada por el sector empresarial, que la considera injustificada. 

El precio de la carne de res sufrió un incremento brusco, cotizándose en los mercados entre Bs 45 y Bs 56; incluso, en algunas ciudades del país, superó los Bs 60. Inicialmente, el Gobierno atribuyó el alza a factores climáticos y aseguró que los precios se estabilizarían pronto. 

No obstante, la noche del miércoles, de forma inesperada, el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, anunció la suspensión de las exportaciones hasta que el precio baje para el consumidor final. 

No es la primera vez que el Gobierno de Luis Arce Catacora prohíbe las exportaciones de carne. El primer veto ocurrió en octubre de 2022, tras una protesta regional en Santa Cruz, que exigía la realización del censo de población y vivienda.

Ese año, el Gobierno suspendió temporalmente la exportación de carne de res, azúcar, soja y sus derivados en respuesta a la movilización porque según la administración amenazaba con desabastecer el mercado interno. 

Luego, en noviembre de 2024, ante un incremento en los precios, la Confederación de Trabajadores en Carne de Bolivia (Contracabol) pidió restringir las exportaciones, aunque en ese momento no se concretó la medida. Pero finalmente, el Gobierno dispuso la suspensión temporal de este alimento. 

“Hemos determinado, como Gobierno nacional, no autorizar las exportaciones de carne de res hasta que se regularice el abastecimiento y se reduzca el precio en el mercado local en beneficio del pueblo boliviano”, explicó Huanca. 

La medida cayó como un balde de agua fría dentro del sector empresarial. Las reacciones no se hicieron esperar. Una de las primeras instituciones en expresarse fue la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), luego fue la CAO y los propios ganaderos.

La producción de carne bovina llega a las 348.000 toneladas anuales, en tanto que la exportación solo alcanza a unas 40.00 toneladas por año, lo que representa tan solo un 12% de la producción.

¿Por qué sube la carne? 

El precio de la carne de res en Bolivia ha experimentado un fuerte incremento debido a múltiples factores que afectan la producción y comercialización. Uno de ellos es la escasez de granos. En 2024, el país registró una de las mayores sequías de los últimos 40 años, lo que redujo la producción de granos y, por ende, el forraje para el ganado.

A esto se suma la falta de dólares, que ha encarecido los insumos ganaderos hasta en un 40%, elevando los costos para los productores, según fuentes del sector consultadas por EL DEBER. Antes de esta crisis, el precio por kilo que los productores recibían en los centros de remate oscilaba entre Bs 9 y Bs 10.

Además, el contrabando de carne hacia Brasil, Perú y Argentina reduce la oferta en el mercado interno, presionando los precios al alza. El tipo de cambio más favorable en estos países incentiva la compra de ganado en remates nacionales para luego ser llevado de forma irregular a esos destinos.

A esto se suma la especulación de los intermediarios, quienes obtienen mayores márgenes de ganancia. Mientras los ganaderos reciben entre Bs 20 y Bs 32 por kilo, los intermediarios comercializan la carne entre Bs 38 y Bs 60, elevando significativamente el costo para los consumidores finales.

Esta situación ha generado preocupación en el sector y en la población, que enfrenta el encarecimiento de un producto esencial en la canasta familiar.

Se perderán mercados 

El presidente de la Cámara de Exportadores (CADEX), Oswaldo Barriga, advirtió que la restricción a las exportaciones impuestas por el gobierno generará graves consecuencias económicas ya que afecta a la producción nacional y, por tanto, repercutirá en el aumento de precios en el mercado.

Según Barriga, desde el año 2011, la implementación de bandas de precios y cupos a la exportación ha frenado el crecimiento del sector productivo.

“Lo único que hace es ponerle una camisa de fuerza al aparato productivo”, dijo. 

En esa línea, Barriga sostuvo que esta medida no solo limita la capacidad de crecimiento del sector, sino que hace que se pierda mercados internacionales y oportunidades comerciales clave. 

“Nos convertimos en generadores de precios potenciales, perdemos oportunidad y dejamos de generar ingresos mayores por exportación”, agregó. 

El líder de Cadex calificó la medida como una “payasada” que “en lugar de enfrentar la crisis de manera efectiva, se imponen medidas que solo perjudican a los productores y, en última instancia, a los consumidores”.

Así también el dirigente empresarial, observó un descontrol total en los mandos intermedios de la cadena productiva. 

“¿Qué pasa con los intermediarios? Nadie les dice nada porque ellos son movilizados, porque ellos tienen algún tipo de acuerdo con el Gobierno. La restricción de las exportaciones afecta a la cadena completa”, resaltó.

En esa línea, la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB) se declaró en estado de emergencia tras el anuncio del gobierno nacional de prohibir las exportaciones de carne.

La medida, anunciada el pasado miércoles 5 de febrero, ha generado preocupación en el sector productivo-exportador, que la considera un error estratégico con graves repercusiones económicas.

Según la CANEB, esta restricción afecta la principal fuente de acceso a divisas del país y no soluciona el problema del alza de precios, el cual tiene raíces estructurales.

La entidad señala que la crisis económica se debe a la escasez de dólares y combustibles, lo que impacta no solo en el sector cárnico, sino también en la importación de alimentos, medicamentos, insumos agropecuarios, repuestos y herramientas, entre otros bienes esenciales. 

La organización exhortó a las autoridades a reflexionar y revertir la decisión, con el objetivo de evitar un daño mayor a la economía y la imagen del país en el comercio internacional. 

La entidad sostiene que la medida ha generado inquietud entre empresarios y analistas, quienes advierten que restringir las exportaciones podría afectar la competitividad del sector ganadero y generar un efecto contrario al esperado, con una posible disminución de la producción y mayores dificultades para la estabilización de precios en el mercado interno. 

La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) pidió al gobierno revisar la decisión de suspender el veto a la exportación de carne, y que se retome el diálogo con el sector exportador de ese producto.

“Expresamos nuestra preocupación y protesta por la decisión del gobierno nacional lo que ha generado un clima de incertidumbre y alarma en los sectores productivos del rubro y en los exportadores”, señala la entidad. 

El máximo ejecutivo de la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), Hernán Julio Nogales, señaló que el sector no fija los precios de la carne de res al consumidor final, en un contexto en el que el Gobierno tiene en suspenso la exportación de este producto, alegando que se deben reducir los precios para levantar el veto. 

“Nosotros somos tomadores de precios y nos regimos en base a la oferta y la demanda. El Estado tiene su trabajo: ir y verificar dónde están quedando esos márgenes”, dijo.

El veto es temporal 

Ante las olas de críticas del sector empresarial, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, sostuvo que la suspensión a la exportación de la carne es temporal. Es más, pidió al sector empresarial atender el mercado interno. 

“Primero debemos garantizar el abastecimiento para el mercado boliviano y las familias del país. En cuanto esa situación se estabilice, se reanudarán las exportaciones y la asignación de cupos, tal como se ha venido manejando. Esta es una medida temporal, pero nuestra principal preocupación es el suministro interno”, explicó.

Alcón destacó la importancia de los espacios de diálogo y confía que “no se vaya politizando”. 

“Se está suspendiendo temporalmente las exportaciones ¿cuál es el objetivo? regularizar y sobre todo abastecer los mercados, que a nuestra población no le falte (carne). Eso es lo que nos interesa, eso es lo que el gobierno siempre ha velado”, insistió. 

Recordó que en 2024 el Gobierno determinó suspender las exportaciones de aceite, pero que la medida fue levantada luego de que se normalizó la provisión y su precio se redujo.

El viceministro de Comercio y Logística Interna, Grover Lacoa, señaló que esta medida tiene como objetivo preservar el poder adquisitivo y cuidar el bolsillo de la población, señalando que los precios del kilo de ganado vivo y el de kilo gancho se duplicaron con relación a la pasada gestión. 

El viceministro de Desarrollo Agropecuario, Álvaro Mollinedo, explicó que se ha tomado la decisión al constatar que sube el precio de la carne y no existe suficiente oferta para abastecer al país. 

“Hay que exportar si tenemos excedentes, pero si no tenemos excedentes y tenemos menos carne en el mercado, ¿qué de excedente vamos a exportar?, lo que queremos es que se estabilice el precio de la carne”, dijo. 

Según el viceministro, los productores alegaban el incremento de precio por la sequía, pero aseguró que ahora hay suficientes lluvias y pasto, por lo cual no debería seguir subiendo. 

Anunció también que se seguirá los controles en la cadena de comercialización, para evitar el contrabando del producto.

No obstante, los empresarios sostienen que la medida, sino es levantada a tiempo, generará un efecto contrario, que terminará afectando a la población.

 



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