17 de junio de 2024, 4:00 AM
17 de junio de 2024, 4:00 AM
El uso de yuanes para paliar la escasez de dólares en la economía boliviana no es factible para analistas y economistas nacionales, tomando como ejemplo la ocurrido en Argentina. Desde el Gobierno nacional señalaron que las condiciones de la economía boliviana difieren de la argentina y que en Bolivia se registra una inflación controlada y crecimiento económico positivo.
El analista financiero Jaime Dunn dijo que el yuan en Argentina no ha logrado detener el incremento en el precio de dólares y tampoco satisfacer las expectativas de la gente, pese a la presencia de bancos chinos en el vecino país desde hace varios años.
“Las autoridades se equivocan con algo muy básico porque creen que con la existencia de las entidades bancarias chinas en el país (en el caso de Argentina), la población se va a ir hacia esas monedas porque sí. (Pero) la gente siempre va a tratar de conservar la moneda que más le interesa, que más le conviene y en la cual tiene más confianza”, agregó Dunn.
El especialista añadió que si, por ejemplo, pone un billete de $us 100 o 700 yuanes la gente siempre se va a inclinar por el dólar. “Por lo tanto, no se trata de los mecanismos que ponga el Gobierno sino de las preferencias que tenga la gente y el yuan, en el mismo sistema internacional, siempre ha mantenido un porcentaje de participación debajo del 3% y el 4%”.
El Ministerio de Economía respondió a EL DEBER señalando que las condiciones de la economía boliviana difieren de la economía argentina porque mientras que en Bolivia se registra una inflación controlada y crecimiento económico positivo, en Argentina se alcanzó una inflación. “El mayor uso de la divisa china no es una decisión aislada de Bolivia, más bien responde a una tendencia observada en la última década en varias economías tanto avanzadas como emergentes”.
“Bolivia no es Argentina”
El economista Wálter Morales sostuvo que es difícil que con una sola medida se puedan resolver “efectos de causas más estructurales”, como lo ocurrido en Argentina, donde no fue posible la consolidación del yuan.
“Son medidas que pueden resultar interesantes para amortiguar las dificultades de balanza de pagos, siempre y cuando sean debidamente estudiadas e implementadas por gente idónea y experimentada. En el caso argentino, el volumen de comercio es más amplio, lo cual puede sumar a la viabilidad, aunque siguen existiendo dificultades operativas para calzar montos con operaciones de exportadores e importadores múltiples”, indicó.
En tanto, el experto en finanzas Mauricio Ríos dijo que si China tuviera un “interés geoestratégico” en Bolivia ya hubiera accedido a la solicitud boliviana para el tema de los yuanes. “En todo caso, tal vez China esté esperando que el escenario económico y político de Bolivia se agrave todavía más para ver la desesperación del gobierno de Arce. Sin embargo, Bolivia es una economía considerablemente más pequeña que la de Argentina, (por ello) tiene bastante menos que ofrecer a China”, indicó.
Por último, Ríos manifestó que si Bolivia no ha conseguido préstamos en yuanes ni swaps por bolivianos y tampoco la llegada de bancos chinos, “es porque a China no le interesa y Bolivia no tiene nada para ofrecerle”.
El economista Antonio Saravia dijo que el tema de los yuanes “es cuento chino” y que esta moneda representa menos del 5% de las transacciones internacionales.
“El dólar es y seguirá siendo la moneda de intercambio internacional por muchos años más. La moneda china, por otro lado, es una moneda fuertemente controlada por el partido comunista chino y, por tanto, aunque el mundo entero compra muchos productos chinos, su uso no genera la confianza que se tiene en el dólar”.