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19 de junio de 2024, 18:00 PM

19 de junio de 2024, 18:00 PM

Las pensiones de los mercados de Santa Cruz se han visto obligadas a reducir las porciones de arroz y ensaladas, debido al aumento en los precios de algunos productos de la canasta básica. La medida, según explicaron las comerciantes de comida, se debe a que no pueden aumentar el costo de los platos para evitar perder clientes, lo que afectaría aún más sus negocios.

Subió el precio del pollo

En el mercado Belén, ubicado en la radial 26 -entre segundo y tercer anillo- se encuentra la pensión “Doña Dominga”, que es atendida por su propietaria, Dominga Torrez. Ella junto a dos ayudantes preparan, en una pequeña cocina, una variedad de platos. Arrancan a las 8:00 de la mañana, con: revuelto de hígado, bife y locro de gallina, que venden a Bs 13 y Bs 10. 

Doña Dominga prepara sopa de maní todas las mañanas / Foto: Ricardo Montero
Doña Dominga prepara sopa de maní todas las mañanas / Foto: Ricardo Montero

“Cuando subió el precio del tomate, solo ponía una rodaja de tomate en la ensalada. El pollo ha vuelto a subir, pero seguimos vendiendo las mismas presas”, explica Torrez a EL DEBER, mientras apana unas milanesas de carne, que están en el menú del día.

En cuanto a los precios, asegura que, pese a la crisis, se mantienen. El menú completo -de sopa y segundo- cuesta Bs 15, y solo el segundo Bs 13.

“Todo está caro”

Mary Luz Vidal, más conocida como ‘doña Choquita’, en el mercado saludable El Trompillo, dice con pesar que “todo está caro”. Desde hace 10 años atiende la pensión que bautizó con su apodo, y que se encuentra en el pasillo B del sector de venta de comidas.

Es cerca del mediodía y en sus mesones se encuentran varias bandejas de ensaladas y diferentes tipos de carne y guarniciones . “Todo está caro, no hemos aumentado el precio de la comida, pero sí hemos bajado las porciones. Vamos para atrás”, explica ‘doña Choquita’, en un breve descanso en la atención de sus comensales. 

Uno de sus platos estrellas es el chicharrón de pollo, y ante el incremento del precio del pollo (actualmente cuesta Bs 16 el kilo), se ha reducido de seis a cuatro las porciones que sirve en cada plato.

“Los clientes se han dado cuenta, pero comprenden la crisis por la que estamos atravesando”, sostuvo. 

No hay llajua

El precio del locoto se ha elevado recientemente, la arroba cuesta Bs 120 en los mercados, y por eso Karen Cladera, de la pensión “La olla de Blanquita”, ha dejado de hacer llajua. “El locoto está carísimo”, dice mientras reparte sus almuerzos.

Otro cambio que ha incorporado es la reducción de la porción de arroz. Antes compraba el kilo de arroz a Bs 6, ahora cuesta Bs 10. En cuanto a las ensaladas, recién ha vuelto al menú el tomate, ya que en la época de escasez e incremento de precios solo utilizaba lechuga, pepino y zanahoria. 

Karen Cladera reparte 80 almuerzos diarios / Foto: Miguel Surubí
Karen Cladera reparte 80 almuerzos diarios / Foto: Miguel Surubí

En cuanto al pollo, compra los de menor peso para mantener las mismas presas en sus platos. A diario entrega 80 platos; el precio del almuerzo completo es de Bs 15  y Bs 12 solo el segundo.



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