25 de junio de 2024, 10:34 AM
25 de junio de 2024, 10:34 AM
La pandemia del Covid-19 cambió para siempre muchas formas de relacionarnos y de trabajar. Aceleró el desarrollo de nuevas tecnologías y, de pronto, nos encontramos con la masificación de la Inteligencia Artificial (IA) en todos los campos.
Precisamente, con la irrupción de la IA y los constantes cambios del mercado -a menudo arrastrados por la situación política- la actualización profesional es una prioridad para los ejecutivos o gerentes que buscan mejorar la gestión empresarial o dar el siguiente paso en su desarrollo profesional.
Expertos en desarrollo de recursos humanos, gestión de talento y cultura empresarial, coinciden que existen por lo menos cinco aspectos que los ejecutivos modernos -o los que proyectan serlo- deben tomar en cuenta en su formación. Algunos deben desarrollarse desde la personalidad.
Habilidades tecnológicas
No es precisamente la más importante y el orden de prioridad depende de las aspiraciones profesionales.
Para Aldana Fernández de Córdova, country manager de Great Place to Work Bolivia (GPTW), desarrollar esta competencia se requiere capacitación, apertura al cambio y manejo de datos. “Hoy, más que nunca, estar actualizado es indispensable, no basta con saber de nuestra área de experiencia, los conocimientos están a disposición de todos y a un clic”, señaló.
Para ello, según la ejecutiva, la mentalidad abierta al cambio es fundamental. “Quien se limita a jugar el mismo juego y con las mismas cartas, pierde. La clave estará en el manejo de los números, la toma de decisiones objetivas y bien fundamentadas, hoy quien habla sin respaldo solo hace eco”.
Por su parte, Paola Querejazu, experta en gestión del talento y cultura empresarial, dice que las habilidades digitales no tienen que ver solamente con manejar nuevas tecnologías, sino identificar cómo aplicarlas y poder sacarles el provecho necesario para el trabajo.
“Pero más allá de las herramientas como tal, lo que se necesita es desarrollar un mindset, o un modelo de pensamiento digital. Eso es un esfuerzo mental por encontrar soluciones ya no analógicas, sino en todo lo digital que está en nuestro alcance, incluida la Inteligencia Artificial, los simuladores y demás. Este mindset implica también una alfabetización, porque tengo que conocer los términos de este mundo digital”, detalló.
En tanto, Diego Urioste, coordinador del Observatorio Nacional del Trabajo de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), considera que las competencias digitales son imprescindibles en los liderazgos ejecutivos y a todo nivel, así como comprender y utilizar tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial, análisis de datos, y plataformas de trabajo colaborativo. “Los ejecutivos deben estar al tanto de las tendencias tecnológicas y cómo estas pueden aplicarse estratégicamente en sus organizaciones”, expresó.
Habilidades ‘blandas’
De acuerdo con Urioste, las habilidades ‘blandas’ son un conjunto de competencias personales y socioemocionales que complementan las habilidades técnicas. “Estas habilidades son necesarias para interactuar efectivamente con otros y navegar en el entorno laboral y se pueden cultivar a través de programas de formación continua que incluyan talleres, seminarios, cursos enfocados en el desarrollo de habilidades interpersonales y también a través de relaciones de mentoría dentro de la empresa, donde ejecutivos experimentados guíen a otros en el desarrollo de sus habilidades”.
El experto de Unifranz subrayó que las universidades y centros de formación deben integrar estas habilidades en sus currículos, tanto en programas de pregrado como de posgrado, mediante actividades prácticas y colaborativas que los estudiantes puedan aprovechar.
Enrique Ferreyra, director de Recursos Humanos de la firma Consulters-Home, resaltó que hoy en día las empresas más competitivas buscan profesionales con perfil ‘A+’ y tienen menos paradigmas en su libertad de elegir a sus colaboradores, es decir, buscan lo mejor que hay en el mercado laboral, en razón a su cultura que profesan y a los equipos de trabajo que tienen y mantienen.
“El perfil A+ que se busca es contar con personas que tengan una participación social importante, con pasiones e ilusiones, personas que cuiden su salud, que sean deportistas y gusten de comer sano; adicional a tener un enfoque en la tecnología, que le permita hacer más rápido su trabajo, porque estas herramientas minimizan el tiempo y convierten a los funcionarios en empleados más eficientes”, destacó Ferreyra.
Mientras Querejazu sugirió que estas habilidades se deben gestionar, en primera instancia, desde la autoconciencia, a través de un desarrollo a nivel personal, para conocer cuáles son las cosas que existen y las que faltan y, luego, buscar metodologías que permitan desarrollarlas, que pueden ser a través del coaching o dela mentoría.
“Este tipo de habilidades usualmente se desarrollan en la convivencia, a través de talleres vivenciales, trabajando en equipo y a nivel personal. Se pueden utilizar técnicas terapéuticas, incluso para manejo de emociones, manejo del tiempo, etc. En este ámbito, las empresas también tendrían que valorar y reconocer este tipo de habilidades”, remarcó la experta.
Inteligencia emocional
Fernández de Córdova explicó que el concepto de Inteligencia Emocional Avanzada contempla el manejo de la vulnerabilidad, la resiliencia, la tolerancia a la frustración y la administración del estrés. “El líder actual debe ser capaz de mostrarse como un ser humano que siente, que se equivoca, que no tiene todas las respuestas y que en muchos casos necesita de gran apoyo”.
De esa manera, el profesional líder debe buscar la manera de salir adelante con todas las adversidades a cuestas. “Encuentra, entre sus recursos, la fortaleza interna que lo ayuda a aceptar que no todo sale como se espera, que los pequeños avances cuentan y que se requiere valentía para empezar cuantas veces sea necesario. El gran desafío es lograr un sano equilibrio personal y profesional, dominando las situaciones tensas y las presiones”, agregó.
Al mismo tiempo, Fernández de Córdova consideró que los canales de escape pueden ser hobbies, espacios de distensión, pero su contención más potente es la familia.
Querejazu, por su parte, mencionó que, por ejemplo, los entornos digitales pueden volverse caóticos, lo cual demanda habilidades emocionales como el poder de ser resilientes ante las situaciones difíciles, como el poder interactuar con personas diversas. “La diversidad es muy importante ahora y quien no la reconoce, está perdiendo un potencial. Tengo que poder relacionarme con diferentes generaciones, con diferentes formas de pensar y tengo que hacerlo de una manera muy inteligente”, consideró.
A su vez, Urioste profundizó que la capacidad de adaptarse rápidamente a cambios inesperados y gestionar crisis efectivamente es crucial. “En tiempos de crisis, la inteligencia emocional y la capacidad de comunicar efectivamente son importantes para mantener la moral y motivación del equipo, así como gestionar el estrés y la salud mental. Bolivia enfrenta retos financieros y logísticos que requieren ejecutivos capaces de gestionar recursos de manera eficiente y tomar decisiones estratégicas en tiempos de crisis”, indicó.
Pensamiento crítico
En criterio de Fernández de Córdova, el pensamiento crítico y la visión estratégica son cruciales en el liderazgo de la alta gerencia. “Quienes ponen el foco en estas competencias, desarrollan la capacidad de análisis, anticipación y previsión a largo plazo. Los líderes requieren ser quienes además de tener datos, información del negocio, del mercado, del mundo, dediquen tiempo para interpretar, estudiar el pasado y mirar el futuro con un toque de optimismo”.
Para Querejazu, antes era más difícil acceder a la información y ahora tenemos exceso de información, lo que enfrenta el reto de poder discernir, qué información es la que conviene o la que mejor se adapte a lo que se necesita. “Entonces la capacidad de pensamiento crítico es muy importante porque la información ya está disponible”, indicó.
Habilidades para comunicar
Diego Urioste apuntó que la comunicación efectiva, resolución de problemas, motivación y delegación, astucia política, integridad y honestidad, son algunas de las habilidades y competencias que las empresas buscan con mayor interés en sus empleados, de acuerdo con un estudio realizado por el Observatorio Nacional del Trabajo (ONT) de la Unifranz.
Para la líder de GPTW Bolivia esta suele ser la habilidad más difícil. “En términos relacionales, actualmente se valora la claridad, frontalidad y urgencia, el manejo de conversaciones difíciles y el ‘feedback’ frecuente. El valor de una buena conversación es incalculable en entornos de alta confianza, los líderes son capaces de ser honestos y promueven la apertura a las opiniones diversas”, resaltó.
Asimismo, agregó que utilizar técnicas y herramientas correctas suelen ser de gran apoyo para asegurar que las comunicaciones promuevan la productividad y, a la vez, un buen entorno laboral.
Finalmente, Ferreyra agregó que las personas ahora deben hablar inglés de una manera intelectual, que acompañe a una discusión alturada, con informes gerenciales de datos relevantes con fuentes fidedignas, profesionales con marca personal que están integrados a comunidades profesionales, donde ayudan y participan de manera activa en dar soluciones a problemas comunes
Se debe integrar de manera proactiva la IA en la formación de profesionales
Los cambios son tan dinámicos que hoy se habla de la necesidad de implementar esquemas PAIR -desarrollado en el King’s College de Londres-, en los procesos de formación de profesionales para integrar, de manera proactiva, la IA en los planes de estudio.
De acuerdo con Diego Urioste, este esquema propone el planteamiento de un problema, la selección de la IA (herramienta adecuada), la interacción con dichas herramientas, analizar críticamente sus resultados para, finalmente, reflexionar sobre los resultados generados y contrastarlos/validarlos con el juicio propio.
“Por todo ello, resulta indispensable el establecimiento de alianzas con empresas para desarrollar programas de formación que permitan identificar estos problemas y que, con sentido crítico, pero utilizando herramientas de vanguardia, los futuros profesionales ayuden a dar soluciones óptimas”, señaló.
Al mismo tiempo, consideró que el Gobierno debe apoyar iniciativas de formación y actualización profesional, fomentando la colaboración entre los sectores público, privado y académico. “Además, es crucial incentivar la inversión en tecnologías emergentes y en la capacitación del personal para mantener la competitividad de Bolivia en el mercado global. Finalmente, promover el espíritu emprendedor y la innovación dentro de las organizaciones”, dijo Urioste.