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26 de junio de 2024, 18:46 PM

26 de junio de 2024, 18:46 PM

Cerca de tres horas de tensión y zozobra vivió el país este miércoles, 26 de junio, cuando militares, comandados por el general Juan José Zúñiga, asaltaron el Palacio Quemado, en la plaza Murillo, de La Paz, en un intento de Golpe de Estado.

Los ojos del mundo siguieron de cerca lo que ocurría en Bolivia en horas de la tarde. El repudio era generalizado. Sin embargo, el cambio del alto mando militar impidió que se consuma el supuesto golpe de Estado. 

El inicio y el ingreso a la plaza Murillo

El lunes, el comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, dio una entrevista a un medio televisivo y habló de política. Dijo que iba a hacer respetar la Constitución Política, que no estaba de acuerdo con la candidatura de Evo Morales a la presidencia y que, si era necesario, aprehendería a Evo Morales.

La declaración provocó una ola de protestas ciudadanas y pedidos para que sea apartado del cargo.

Se conoció que Zúñiga fue relevado del cargo el martes por la noche; sin embargo, él negó este extremo. El miércoles, 26 de junio, fue citado para ser relevado formalmente, pero llegó a la Plaza Murillo junto a un grupo de soldados y oficiales armados y a bordo de tanquetas.

Eran las 15:00 horas cuando Zúñiga, a bordo de una tanqueta, llegó hasta el Palacio Quemado, chocó la puerta del edificio y la tumbó. Luego ingresó a pie y señaló que su intención era “salvar la Patria” y «recuperar el país» También se supo que pidió el cambio de ministros.

A  las 15:49 una tanqueta militar ingresó a Palacio Quemado, como parte de la toma de militares a la plaza Murillo. 

El presidente Luis Arce, a través de sus redes sociales, denunció un “movimiento inusual” de “algunas unidades del Ejército boliviano”. Además, le pidió a su aún comandante desmovilizar a los militares que llegaron hasta la Plaza Murillo.

El general Juan José Zúñiga, que lideró el asalto militar, ingresó a Palacio Quemado, donde – en pasillos- tuvo un breve encuentro con el presidente Luis Arce, que le pidió replegar a los militares. “Si usted respeta el mando militar y dice ser un buen militar, repliegue a todas estas fuerzas en este momento, es una orden, general”, le ordenó el mandatario.  Zúñiga respondió que no haría caso.

Dos horas más tarde, el primer mandatario relevó a todo el Alto Militar. Eran las 17:12, cuando, desde la Casa Grande del Pueblo, el presidente, Luis Arce, acompañado del vicepresidente, David Choquehuanca, cambió a tres jefes militares. 

José Wilson Sánchez fue posesionado como comandante general del Ejército; Gerardo Zabala, como comandante de la Fuerza Aérea; y Renán Ramírez, como comandante de la Armada Bolivia. En su discurso, el nuevo comandante pidió a los militares retornar a sus unidades. Y así fue.

A las 17: 34 los militares salieron de la plaza Murillo, incluido el general Juan José Zúñiga. Las imágenes desde el lugar mostraron a las tanquetas saliendo de la plaza Murillo y a Zúñiga marchándose como si nada hubiera pasado.

Minutos después, el presidente Arce junto al vicepresidente Choquehuanca desde el balcón del Palacio Quemado llamaron a la calma y agradecieron al pueblo que salió a las calles para «defender la democracia» y al gobierno, elegido mediante el voto ciudadano.

A las 18:35, el Ministerio Público, en conferencia de prensa, informó que se había lanzado una alerta migratoria contra el general Zúñiga para procesarlo por varios delitos de terrorismo y alzamiento armado contra la soberanía y seguridad del Estado.

Mientras tanto, en redes sociales diferentes instituciones, organizaciones, políticos y autoridades criticaban el atentado contra la democracia boliviana. No faltaron voces que indicaban que no hubo intento de golpe de Estado sino «autogolpe».

A las 19:00 horas, la Policía aprehendió a Zúñiga y en breve contacto con la prensa el ahora excomandante dijo que sacó a los militares por orden del presidente Luis Arce. 

Sus declaraciones causaron revuelo. Ahora, políticos de oposición y analistas piden que el presidente Luis Arce dé una explicación.

Quienes lo conocen asegura que Juan José Zúñiga Macías no fue un oficial destacado ni estuvo en los primeros lugares de su promoción. Eso sí, indican que es experto en inteligencia militar y que conoce muy bien los movimientos que hacen varios políticos. Fue ratificado por Luis Arce como comandante del Ejército en enero de este año. 

Zúñiga fue cercano a los movimientos sociales afines al Gobierno. Varios dirigentes lo llaman el “general del pueblo” por sus acercamientos con los sectores. Lo vieron en varios actos con las organizaciones, pero también con dirigentes sindicales.

Antes de ser comandante del Ejército, era el jefe del Estado Mayor. Ejerció esos cargos y fue acusado de desfalco. 

En 2013, un informe oficial detallaba que Zúñiga era el principal responsable del robo de más de 2,7 millones de bolivianos, dinero que debía ser destinado al Bono Juancito Pinto, la Renta Dignidad y los viáticos de los militares.

Según el informe que fue emitido el 28 de noviembre de 2013 por el suboficial Porfirio Quispe, designado como cajero en el Regimiento 23 Max Toledo, en Viacha, la acusación apuntaba a Zúñiga.

“Durante las gestiones 2012 y 2013, por orden del teniente coronel Juan José Zúñiga Macías, (…) procedí a entregar a ese oficial superior todos los saldos correspondientes a la alimentación, pago Renta Dignidad, Juancito Pinto, combustible y otros. Desconozco el fin al que fueron destinados”, señala el primer punto de los ocho que figuran en el documento referido al robo de 2.780.465 bolivianos. La versión era de Quispe.

En el informe, el suboficial Quispe señaló que él y su familia eran víctimas de amenazas por parte de Zúñiga, que también fue acusado de estar involucrado en narcotráfico por el general Luis Begazo, el cual fue suspendido de su cargo sin ninguna explicación.

En el registro interno del Ejército se mostró que en 2020 Zúñiga ocupaba el puesto 48 de 65 oficiales de la promoción 1990, según la orden de calificaciones. Asimismo, en enero de 2014, él y otros 12 militares fueron sancionados con siete días de arresto por el robo de 2,7 millones de bolivianos, sustraídos de los bonos Juancito Pinto y Renta Dignidad. El general Zúñiga estaba encargado de pagar en el área rural del municipio de Viacha en La Paz.

También sus camaradas de curso señalan a Zúñiga de ser parte del grupo denominado “Pachajchos”, que opera en la frontera desde la gestión del expresidente Morales. La denuncia dice que estos uniformados, infiltrados en unidades de Inteligencia, se encargarían de ingresar contrabando al país en grandes cantidades.

En septiembre de 2022, Morales apuntó por primera vez a Zúñiga y lo acusó de ser quien ejecuta en su contra el “plan negro” con el fin de desacreditar su imagen. Desde esa fecha el líder cocalero viene acusando al general Zúñiga de ser parte de un grupo de Inteligencia que se infiltró en Chapare.

“Hay que cuidarse del grupo Pachajcho, organizado desde el jefe de Estado Mayor del Ejército (Zúñiga). Miembros militares que están detrás de Evo, detrás de los dirigentes, persecución permanente. Cualquier momento este grupo Pachajcho del Ejército va a montar pruebas, quiero adelantarles, alertar al pueblo”, alertó Evo a mediados de octubre de ese año.

Desde el Gobierno se descartó varias veces la existencia de una estrategia para afectar a Morales, quien dijo que ese jefe militar, tras denunciado el “plan negro”, instruyó identificar a quienes le habían filtrado esa información.

“El general Zúñiga, jefe de Estado Mayor del Ejército (en ese entonces), ha instruido a la compañía de inteligencia del Ejército una revisión de todos, con sus computadoras, flash memory y celulares, (para ver) quién habría dado este documento a Evo. Instruyó y no encontró nada”, declaró en septiembre de 2022.

Los “Pachajchos” es un grupo de poder que está al interior del Ejército de Bolivia. Tiene mucha influencia al momento de designar destinos de oficiales y tienen mucho peso en el combate contra el contrabando. Esta selecta organización es liderada por la cúpula de las Fuerzas Armadas. Militares del servicio pasivo y activo relataron la historia y las acciones de los “Pachajchos”. Se pidió una contraparte al Comando General del Ejército y no hubo una respuesta.

Los “Pachajchos” se crearon en la última gestión de Evo Morales. Es un grupo de poder castrense que tiene como principal misión la inteligencia militar. Ingresar a esta organización no es nada fácil. Se requiere varios requisitos.

El general Zúñiga, cuando fungía como jefe del Estado Mayor del Ejército, admitió la existencia del grupo “Pachajchos”. El oficial dijo que este grupo se dedica a tareas de Inteligencia y que también son parte suboficiales y militares de bajo rango.



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