14 de julio de 2024, 16:31 PM
14 de julio de 2024, 16:31 PM
Los principales actores de la política boliviana también se sumaron a la serie de expresiones de condena por el atentado del sábado en contra del candidato y expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Butler, Pensilvania.
El presidente Luis Arce señaló que condena el atentado contra Trump porque considera que, a pesar de sus profundas diferencias ideológicas y políticas, “la violencia, venga de donde venga, debe ser rechazada siempre por todos”.
En el mismo sentido, el expresidente Evo Morales expresó que condena el atentado contra el expresidente de EEUU y que repudia toda forma de terrorismo o de resolución violenta de cualquier tipo de disputa.
“No tengo ninguna coincidencia política o ideológica con él, pero tengo la convicción de que en todo el mundo deben hablar los votos y no las balas”, subrayó Morales.
El expresidente Carlos Mesa afirmó que “es un alivio saber que el exmandatario (estadounidense) está a salvo” y remarcó que la violencia “es siempre el peor camino”.
Mesa consideró que la democracia es la única ruta para dilucidar las diferencias y para consolidar la voluntad de la mayoría.
El expresidente Jorge Tuto Quiroga rechazó “vehementemente el intento de asesinato del expresidente Trump”.
También coincidió en señalar que las diferencias se deben dilucidar debatiendo y votando, pero “nunca, nunca con violencia asesina contra un candidato presidencial”.
La expresidenta encarcelada Jeanine Áñez indicó que el ataque a Trump “es un atentado inaceptable a la democracia”.
“Repudio cualquier hecho de violencia que pretenda empañar la paz, la libertad y las diferencias políticas, bases de la democracia”, sostuvo Áñez.
El gobernador encarcelado de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, también repudió el “brutal atentado” y dijo que lo ocurrido “es intolerable e inadmisible”.
El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, puntualizó que “la justicia debe esclarecer este atentado contra la democracia” porque “nadie, bajo ningún argumento, puede intentar cancelar con terror el derecho de los ciudadanos estadounidenses a definir en las urnas su destino”.