Sandra Parada es una figura emblemática en el mundo de la televisión en Bolivia.
A sus 55 años, ha construido una carrera sólida y respetada, manteniéndose en contacto con su público.
Con casi cuatro décadas de experiencia en la pantalla chica, la radio y ahora en las plataformas digitales, Sandra ha sabido adaptarse a los cambios y renovarse constantemente, demostrando que su pasión por la comunicación no tiene límites.
Ella no se guarda nada y cuenta sobre sus nuevos proyectos en redes y podcast, y cómo combina su vida profesional con su rol de madre de tres hijas.
¿Después de cuándo retorna a estar en contacto con su público?
Nunca me fui, valoro una persona, cien, mil o un millón. Que no esté en una red de televisión nacional no significa que no exista y no haga lo que me gusta.
¿Cómo es que se anima a renovarse en redes y con un podcast?
Hace más de 4 años quería hacer un podcast. Había sostenido reuniones con una productora, tenía nombre, formato, gráfica, costos, proyección de ganancias, etc., pero nunca me animé. Soy una persona a la que le cuesta mucho arriesgarse. Un buen día, Marquito Antelo me llamó y me dijo que quería reunirse conmigo. No me dio más detalles.
No me arrepiento. Meses después, me encontré con Carlitos Valverde después de un concierto y supe que íbamos a hacer equipo. Carlitos sabía que yo era parte de LPM, pero yo no sabía que él lo era. De inmediato, supe que iba a ser un programón.
¿Cuándo no está en su podcast, qué hace?
Dormir (risas).Tengo que organizarme mejor con el auto y las llevadas al colegio. En las tardes, trabajo en Radio Oriental con un programa propio llamado ‘Justo y Necesario’. También imparto clases de locución y oratoria personalizadas, una faceta que recién descubrí y me encanta.
¿Extraña la pantalla chica?
Nada, hace tiempo que es una etapa superada.
¿Le gustaría volver a la televisión y en qué formato de programa?
Creo que los podcasts ya invadieron la televisión y la televisión ya necesita de las redes. Son indivisibles. Si algún día volviera, me encantaría hacerlo en un formato como el de los programas españoles de cultura general.
¿Cómo ve a los nuevos talentos de la televisión?
Como en todo en la vida, hay muy buenos y muy malos. Hay programas que son bulla y otros que alimentan. Soy una convencida de que la televisión tiene que informar, entretener y educar sutilmente para ser un aporte para la gente.
¿Qué consejo les daría?
No soy de dar consejos. Lo que llena a algunos son vacíos para otros.
¿Sigue recibiendo el cariño de sus seguidores?
Totalmente. Comencé mi carrera en la tele hace casi 40 años. Me han aceptado en los hogares durante muchos años. Hay personas grandes que han crecido conmigo, hay abuelos, madres e hijos que miraron alguno de los programas en los que he estado. El cariño es mutuo.
¿Alguna vez sintió que no fue valorada como profesional?
Sería mentirte si te digo que nunca, pero fueron circunstancias entre personas puntuales y dignidad. Jamás he rogado ni me he humillado ante nada ni nadie. Sé lo que valgo, pero hubo momentos en que lo dudé.
¿Alguna de sus hijas quiere seguirle los pasos a mamá?
Mis hijas, las tres son fantásticas comunicando. María José es una médica excepcional, da clases y maneja sus redes maravillosamente. Juliana acaba de debutar en Chaplin como parte del elenco estable y Raffaela es una bailarina y showgirl genial.
¿Cómo es la Sandra mamá de tres mujercitas?
Debo ser súper imperfecta. Me gusta estar siempre, me gusta abrigarlas hasta ahora. Soy aburrida, mandona, impaciente, fanática de la ortografía y el buen hablar.
¿Qué cambió de la Sandra de Decibeles a la actual?
Mucho y poco a la vez. Evidentemente, los años no pasan en vano para nadie, pero la esencia es la misma. Lo que hay es lo que ves. Las prioridades son las que más han mutado. Pienso mil veces antes de salir de casa por las noches, para tomar un vaso de cerveza. Valoro enormemente estar en silencio conmigo misma. Me amo más que nunca, pero me costó, no lo voy a negar.
¿Cambiaría algo?
Sí, mucho. No soy de decir ‘repetiría lo mismo porque eso me hace lo que soy ahora’. Sé que evitando ciertas cosas hubiera lastimado menos a las personas que amo, como accidentes, conductas, tiempo etc.
¿Qué le dice a la Sandra de hace 20 años atrás?
No le digo nada, elijo la Sandra de los buenos recuerdos
¿Es feliz?
No se puede ser 100% feliz porque si no dejas de tener objetivos. Todas las etapas tienen sus claros y oscuros. Estoy bien, muy bien, pero podría estar mejor. Flaca, joven, con salud, con padres sanos, con hijas sin heridas, y así puedo seguir.