24 de julio de 2024, 4:00 AM
24 de julio de 2024, 4:00 AM
La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) admitió un suministro irregular en de diésel en el país por factores climáticos y logísticos que hizo que el abastecimiento interno llegué hasta un 78%. La compañía informó que espera subsanar este problema lo antes posible.
En tanto, el sector del transporte amenazó con medidas de presión si dentro de un plazo de 24 horas el suministro no se normaliza en todo el país. A la par, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) anunció la elaboración de un plan de abastecimiento controlado para garantizar suministro de diésel y evitar filas en surtidores.
Justamente desde la anterior semana comenzaron a registrarse largas filas en diferentes regiones del país como La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Potosí, Sucre, Tarija, Oruro, Beni y Pando.
No es la primera vez que existen problemas en el suministro de combustible, el año pasado y durante los primeros meses de 2024 se registraron varias colas en las diferentes estaciones de servicio del país. En este escenario, un exministro atribuyó este problema a la escasez de dólares.
La semana pasada en Potosí, EL DEBER pudo comprobar que varios vehículos entre camiones y flotas formaban filas en algunos municipios del departamento potosino en busca de diésel. Este escenario se vio el miércoles en Uyuni y el domingo en la capital potosina.
El presidente de la estatal YPFB, Armin Dorghaten, explicó que los despachos de diésel se han reducido en un 22% debido a problemas logísticos causados por factores climáticos. Estos incluyen la baja profundidad de la hidrovía Parana-Paraguay, y las marejadas en el puerto de Arica.
“La hidrovía, que es crucial para el transporte de combustible, tiene solo un metro de calado, mientras que se necesitan dos metros para una operación normal. Además, tres buques (uno de crudo y dos de diésel) están en espera en el puerto de Arica debido a condiciones climáticas adversas que impiden la descarga”, dijo.
El ejecutivo dijo que espera que la situación se normalice una vez que las condiciones climáticas mejoren, permitiendo la descarga de los buques en Arica. Mientras tanto, se están incrementando los despachos de diésel por otras rutas, como Paraguay y Perú.
“No es que no hay combustible, van a ir encontrando. Pero habrá un retraso en la llegada, dependiendo de que podamos aumentar los flujos en otros ingresos, especialmente desde el sur, desde Argentina y Paraguay”, dijo.
Joel Callaú, Gerente de Comercialización de YPFB explicó que YPFB está trabajando para mitigar los problemas con la importación de volúmenes adicionales de combustible a través de otros puntos fronterizos del país.
«Estamos trabajando en todos estos aspectos, sin embargo, hay que dejar en claro que estos efectos climatológicos que hemos tenido es que han hecho que tengamos tanto barcazas que se encuentren en el puerto de Arica como en la hidrovía para poder descargar combustible,» comentó Callaú.
Son excusas
El presidente de la Cámara Boliviana de Transporte pesado, Héctor Mercado, calificó de excusas las diferentes y que la escasez de combustible genera pérdidas a los transportistas.
Además, critica las excusas ofrecidas por las autoridades, como las condiciones climáticas o la sequía, asegurando que estas no son las causas reales del problema.
«Nosotros estamos cargando en los puertos normales y traemos también la carga en los buques», señaló.
Mercado afirmó que la situación se ha vuelto insostenible, con largas colas en las estaciones de servicio y pérdidas cuantiosas para los transportistas. «No hay diésel», sentenció.
Falta de dólares
El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, sostuvo que uno de los principales factores para el suministro irregular de combustibles es la falta de dólares para importar la cantidad necesaria para el abastecimiento interno.
Según el exministro, hace cuatro años, Bolivia gozaba de un suministro continuo de gasolina, GLP y diésel sin interrupciones. Sin embargo, en el último año, los problemas de abastecimiento se han vuelto más frecuentes y prolongados.
“Hace cuatro o cinco años, no teníamos problemas de abastecimiento. Ahora, la situación ha cambiado drásticamente debido a la falta de dólares», señaló.
Añadió que esta escasez se ha agravado debido a la psicosis entre los consumidores, quienes, temerosos de un desabastecimiento prolongado, acaparan combustibles.
“Esto no pasaba antes. La gente no hacía colas por miedo a quedarse sin combustible”, añadió.