3 de septiembre de 2024, 17:48 PM
3 de septiembre de 2024, 17:48 PM
Marcelo Cruz, dirigente del sector del transporte pesado, informó sobre este martes sobre la crítica situación que atraviesa Bolivia en cuanto al abastecimiento de combustible. Según él, los problemas persisten, especialmente en las fronteras con Argentina y Paraguay, donde los camiones que retornan con combustible no logran distribuirlo en los surtidores locales.
Esta situación, que se ha vuelto recurrente, está generando colas de hasta 10 kilómetros, lo que agrava la crisis, sostuvo el transportista. Hace varias semanas el suministro de combustibles, y en especial, diésel es irregular.
“Los camiones están retornando con combustible, pero no distribuyen a los surtidores que están en la frontera. Nos preocupa porque son filas de 10 kilómetros, en el peor de los casos, y esta situación está siendo recurrente”, dijo.
En conferencia de prensa, Cruz destacó que la más afectada por esta situación es la población, que enfrenta una realidad crítica marcada por la falta de recursos económicos y de combustible.
El sector participará en la Asamblea de la cruceñidad convocada por el Comité Cívico ante los problemas que enfrenta la región.
En esa línea dijo que planteará la necesidad de tomar decisiones serias y valientes para enfrentar la situación, exigiendo respuestas claras sobre la falta de combustible y recursos financieros, elementos que consideró fundamentales para el funcionamiento de la economía.
La anterior semana la Asociación de Surtidores admitió mediante un comunicado problemas en la distribución de combustibles lo que generó largas filas, en especial en Santa Cruz, y ciudades del eje central del país.
Incluso la Central Obrera Boliviana (COB) planteó nacionalizar los surtidores postura que fue rechazada por las estaciones de servicio que aclararon que ellos cargan de acuerdo a la disponibilidad que tenga el único proveedor de combustible en el país: YPFB.
En tanto, de acuerdo a reportes el problema persiste en varias regiones del país, como Tarija, Riberalta, y el Norte de la Paz. En Santa Cruz el problema se siente con mayor impacto en regiones productivas como la zona Este y el Norte Integrado.