22 de octubre de 2024, 10:11 AM
22 de octubre de 2024, 10:11 AM
Las denuncias que pesan sobre Evo Morales han trascendido las fronteras. Argentina debate sobre la controversial figura del expresidente boliviano y su implicación en una investigación sobre Trata y Tráfico de personas así como Estupro. Martín Sivak, un hombre muy cercano a Morales y autor de una de sus primeras biografías, ‘El Jefazo’ (2008), presentó un segundo libro sobre el líder cocalero. En ‘Vértigos inesperados: Evo Morales: el poder, la caída y el reino’ repasa la última etapa del expresidente alejado de los centros de poder.
Sivak advierte sobre la gravedad de la denuncia que pesa sobre Morales, por un supuesto embarazo a una menorde edad, y la actitud del exmandatario de «no ver la gravedad» y reducir estas denuncias a «una cuestión de persecución política y cree que no alcanza con dar una explicación».
Es más, apunta que a Evo «le resulta difícil comprender las implicancias de una denuncia (por estupro) o las implicancias de estas relaciones con mujeres 40 años más chicos» desde su posición política.
Durante la entrevista en el programa de radio «Un mundo de sensaciones», que se emite por la emisora argentina Futurock, Sivak describió a Morales como “un señor de 65 años con algunas cosas infantiles”. Evitó referirse a temas de carácter personal, aunque dejó entrever una actitud de «competencia infantil» constante por parte del expresidente.
El escritor argentino conoció al dirigente cocalero en 1995. Desde entonces se ha mostrado como una persona cercana y ha acompañado gran parte de los procesos políticos de Morales. Con el tiempo, destaca, ha habido un cambio personal, sobre todo desde su paso por la presidencia. Ahora «se volvió más personalistas, se volvió más megalómano y y en algunas cuestiones que tiene que ver con ciertos posicionamientos se ha radicalizado».
Hace alusión a un hecho que despierta mucha inquietud en Argentina. «Dos días después del ataque terrorista de Hamás (a Israel) el 7 de octubre, almorzó con la embajador iraní». Esta situación supone «una provocación grande» para el vecino país. Sivak resalta que un comportamiento como este revela «una radicalización extrema» del cocalero.
Vincula ese mismo hecho con «el odio visceral que manifiesta por Estados Unidos» lo que le lleva a considerar como su aliado a todo aquel país que profese abiertamente un anti. americanismo.
Derrumbe personal
El ascenso de Evo Morales al poder, reflejado en su primer libro ‘El Jefazo’ viene seguido de un «derrumbe personal» tras la derrota electoral del 21- F. Hasta entonces, «el Estado, el Gobierno y el MAS eran lo mismo, eran Evo», describe Sivak.
Tras la victoria del No en el referéndum, comenzó un proceso de renovación que puso en evidencia «la dificultad para elegir un sucesor».
El escritor da un salto en el tiempo y relata las conversaciones para definir el candidato presidencial del MAS en las presidenciales del 2020. La propuesta de Evo se sustenta, según el autor del libro, en la percepción que tenía sobre Luis Arce. «Es un técnico, no entiende de política», alude. Y complementa que a Arce «le daba indicaciones» para que las ejecutara.
«Lo eligió por lealtad personal. Creía que siempre le sería leal», afirma el escritor. Además, se suman otros aspectos como la vinculación de Arce «a los años de bonanza económica» y la posibilidad de que «interpelar a los sectores medios y urbanos desencantados por el (creciente) personalismo de Morales», valora.
Distanciamiento con Arce
Sivak refiere el distanciamiento entre los dos referentes del MAS como un proceso de «autonomizarse». Esta separación se dio desde el mismo día de la posesión. «Arce lo no mencionó en los discursos» y ese olvido «a Evo le pareció inaceptable».
Posteriormente, Morales cuestionó que el primer gabinete estaba compuesto por personas alejadas del entorno evista, lo que marcó aún más las distancias.
Para el escritor, desde el inicio se marcó una fragmentación donde «la cuestión de fondo es la candidatura 2025». Se trata, insiste, en una pelea personal y no tanto una confrontación de tintes políticos. Por eso, asegura, «el MAS está en un estado de descomposición».
Contra Choquehuanca
Otra de las confesiones llamativas de la entrevista con Martin Sivak se centra en la relación entre el actual vicepresidente, David Choquehuanca, y Morales. Choquehuanca cumplió funciones de canciller durante los primeros gobiernos de Evo. Pero fue el descalabro en el referéndum del 21-F el desencadenante de la ruptura.
«Choquehuanca no se habría esforzado para conseguir votos para (que triunfe el referéndum) sobre la reelección» y eso derivó en la pelea con Morales.
Posteriormente, el vicepresidente apostó por «un discurso crítico con la izquierda tradicional y optó por posiciones no tan confrontacionales» lo que ensanchó la brecha entre ambos.
Ante esta situación, ¿Cómo llega Choquehuanca a ser postulado como candidato a la vicepresidencia?. La pregunta proviene de uno de los conductores del programa de radio.
«La fórmula era Arce- Andrónico», puntualiza Sivak. Detalla que, antes de anunciar el binomio, «hubo mucha resistencia y se impuso la fórmula con Choquehuanca», a quien califica como «adversario personal de Evo Morales».
Según el relato del escritor, desde la separación entre ambos, el líder cocalero temía que «Choquehuanca impulsara la escisión del MAS». Además, con el acercamiento del actual gobierno a los movimientos sociales, «el poder de Evo se va diluyendo», sentencia.
Intervención del Grupo de Puebla
Actualmente, Evo Morales este resguardado por «su núcleo duro» en el Chapare. Los bloqueos impulsados por sus partidarios tiene un propósito determinado: «necesita que Arce ceda y permita su habilitación para el 2025″, asegura Sivak. Se respalda en conversaciones recientes con el exmandatario.
«Quedó bastante encerrado territorialmente en el Chapare. Ahí está su territorio y, de hecho, los cortes donde mejor están funcionando es en Cochabamba», detalla. El autor de los dos libros referentes de Evo Morales también matiza su núcleo de confianza compuesto por «los ex funcionarios de su gobierno y organizaciones sociales».
En la búsqueda de la unidad en las filas del MAS han intervenido personalidades como Lula Da Silva, Nicolás Maduro, Alberto Fernández y el Grupo de Puebla. Incluso «Álvaro García Linera planteó la renovación a través de Andrónico Rodríguez» como una salida a las disputas internas. Para Morales, esa posición «fue interpretada como un gesto de traición», señala.
Desde el Grupo de Puebla también se ha intentado apaciguar la disputa en el MAS. En los últimos días han manifestado una «defensa enfática» de Morales ante las acusaciones judiciales en su contra. Sin embargo, cada vez es más «extendida la idea de que esto es una una pelea personal que está llevando a la descomposición (del MAS)» concluye Martín Sivak.