23 de octubre de 2024, 4:00 AM
23 de octubre de 2024, 4:00 AM
Solo restan días para que la gran campaña de verano, según el calendario agrícola, se ponga en marcha. Sin embargo, cuatro factores ajenos a los productores amenazan con reducir la superficie de siembra.
La falta de diésel, la escasez de dólares, el encarecimiento de los insumos y los constantes bloqueos son los nubarrones con los que los productores deberán lidiar en esta campaña de verano.
José Luis Farah, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), se adelantó a un posible escenario negativo e indicó que, si hay algún tipo de desabastecimiento de alimentos o un encarecimiento de los mismos, no será responsabilidad de los productores.
Farah precisó que si se llega a esta situación extrema será debido a que la falta de diésel y los bloqueos van a afectar el desempeño de la campaña de verano, “debido a que el 90% de la siembra de verano en todo el país se realiza antes del 31 de diciembre”.
Sobre la falta de diésel, Farah remarcó que su importación directa no era una solución para el agro, “porque no somos importadores y tampoco recibimos dólares por nuestros productos, por tanto, en base a la normativa actual, el único responsable del abastecimiento de carburantes es el Gobierno”, puntualizó.
En la misma línea, Jaime Hernández, gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), sostuvo que el principal factor crítico en estos momentos es la incertidumbre en el abastecimiento de diésel para concretar la cosecha de 400.000 hectáreas sembradas en invierno y para iniciar la siembra de verano.
“Adicionalmente tenemos el problema de la falta de divisas que ha encarecido los insumos y aumentado los costos de producción, además de la falta de financiamiento operativo para los productores”, indicó Hernández.
Para Farah, la falta de dólares ha provocado una escalada en los costos de producción “por la subida en los precios de los insumos importados que necesitamos para nuestros productos”, remarcó a tiempo de subrayar que la inestabilidad en el tipo de cambio alienta la incertidumbre en los financiadores del agro que significan alrededor del 60% del capital operativo y que ante este escenario volátil decidieron dejar de otorgar créditos a los productores.
Hernández indicó que para esta campaña de verano se tiene previsto sembrar al menos 1,3 millones de hectáreas de soya y unas 200.000 hectáreas entre maíz y sorgo.
Está superficie puede significar una producción de 2,6 millones de toneladas de grano de soya y 600.000 toneladas de granos de maíz y sorgo, precisó Hernández.
Este considera que el rendimiento va a depender de las condiciones climáticas que se presenten durante el desarrollo del cultivo, aunque adelantó “que las perspectivas climáticas son mejores que las del verano anterior”.
Para el productor Eliazer Arellano, no hay duda de que los bloqueos son otro elemento negativo que va a afectar el desempeño de la campaña de verano.
Arellano siembra, maíz, soya y arroz, y recordó como por la falta de diésel en la zona norte no se pudo sembrar las 200.000 hectáreas proyectadas entre soya y maíz y que solo se pudo concretar 160.000 hectáreas, “pero por la sequía se están cosechando apenas 90.000 hectáreas y que los rendimientos de la soya son de 500 kilos a una tonelada y media por hectárea”, observó.
En cuanto a la campaña de verano que se avecina, Arellano considera que por los factores anteriormente nombrados, no se podrá cumplir con la siembra proyectada de arroz.
“Se siembran 70.000 hectáreas de arroz en Beni y en el norte cruceño apenas 10.000 hectáreas. Pero con estos problemas ya calculamos que en el Beni de esas 70.000 hectáreas solo se van a sembrar 50.000 y en Santa Cruz la siembra será de apenas 5.000 hectáreas, siendo optimistas. Todo esto se debe a la falta de diésel, al encarecimiento de los insumos y a las protestas con bloqueos”, criticó Arellano.
Sobre el desempeño de la soya, el producto no fue optimista e indicó que será muy difícil cumplir con la siembra proyectada en el departamento.