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26 de octubre de 2024, 10:23 AM

26 de octubre de 2024, 10:23 AM

En medio de un escenario de escasez de harina y el encarecimiento de productos básicos, que se agrava en el departamento de La Paz, la Federación de Panificadores de El Alto decidieron suspender la producción del popular «pan de batalla», por la falta de harina.

El secretario ejecutivo de la Federación, Juan de Dios Castillo, sostuvo que la falta de abastecimiento de harina llevó a distintas asociaciones a optar por esta medida para evitar una crisis mayor y seguir abasteciendo a la población, aunque sea con otros tipos de pan.

Castillo explicó que los afiliados enfrentan una situación crítica, ya que el suministro de harina se ha reducido drásticamente, impactando la producción de pan económico que se vende comúnmente a bajo costo en el mercado.

“No tenemos suficiente harina para el pan de batalla, pero queremos asegurar la continuidad con el pan sarnita y otros tipos surtidos, aunque en menor cantidad. Solo estamos produciendo entre 600 y 800 unidades de pan”, declaró.

La Federación está recibiendo harina de manera limitada y en cantidades insuficientes para cubrir la demanda de todos los asociados. “Este mes, apenas han llegado 1500 bolsas de harina para tres asociaciones, lo cual es insuficiente”, señaló.

Los panificadores, que dependen de estos insumos para mantener el precio y la disponibilidad de productos, enfrentan dificultades para sostener la producción sin aumentar los precios al consumidor, lo cual sería inviable en la actual situación económica.

Además, Castillo reveló que el acuerdo firmado anteriormente con el Gobierno, en un esfuerzo por regular el precio del pan, ha colocado a los panificadores en una posición delicada: “Estamos respetando el convenio firmado, aunque eso signifique pérdidas para el sector”.

Castillo añadió que, de no mejorar el suministro de harina en el corto plazo, los panificadores podrían enfrentar mayores dificultades para abastecer a la población de El Alto.

Actualmente, las distribuciones de harina se están realizando en cantidades mínimas, y muchas asociaciones solo reciben 1.500 bolsas para un grupo de aproximadamente 30 a 60 afiliados, lo que representa una baja significativa en el suministro.

A pesar de la crisis, los panificadores han recurrido a alternativas, como el uso de harinas de menor calidad, que permiten elaborar pan surtido, pero no el tradicional pan marraqueta, para el cual la harina de calidad superior se ha elevado a 310 o incluso 320 bolivianos por quintal. «Hay harinas que no sirven para elaborar pan marraqueta y que están en 285 bolivianos», añadió Castillo.



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