24 de diciembre de 2024, 13:04 PM
24 de diciembre de 2024, 13:04 PM
El desempeño tributario en 2024 indica que la recaudación en el Mercado Interno fue de más de Bs 31.000, a noviembre de 2024, lo que significa un crecimiento de un 2,8%, respecto a lo recaudado en el mismo periodo en 2023.
En cuanto al impuesto que mayor recaudación obtuvo, fue el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se incrementó de Bs 9.136,5 millones (a noviembre 2023) a Bs 10.173,1 millones (a noviembre 2024), con un crecimiento del 11,3%.
Sobre el tema, el presidente del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), Mario Cazón, destacó que el incremento refleja una cultura tributaria consolidada entre los contribuyentes bolivianos, quienes valoran su aporte en el financiamiento de sectores clave, como la salud, la educación y la infraestructura vial.
“Este resultado no solo muestra estabilidad en la recaudación fiscal, pese a la coyuntura conflictiva, sino también un esfuerzo constante por mantener el aporte al desarrollo del país en medio de un escenario de incertidumbre”, dijo Cazón.
El Régimen Complementario al IVA (RC-IVA) registró un incremento del 11,6%, al subir de Bs 733 millones a Bs 818,1 millones. Por su parte, el Impuesto a los Consumos Específicos (ICE) creció un 9,6%, alcanzando Bs 1.717,8 millones frente a los Bs 1.566,6 millones del año pasado.
Pablo Ordoñez, analista económico, sostuvo que, de cara al cierre del año, solo resta esperar a ver si el SIN consigue llegar a la meta de recaudación.
“Respecto el IVA, será interesante analizar qué parte del incremento de la recaudación se debe a un incremento de precios, si lo hay”.
Sobre le impacto tributario en las empresas formales, Ordoñez sostuvo que gran parte de la recaudación sigue recayendo en un grupo reducido del padrón de contribuyentes, Pricos y Gracos esencialmente.
“En ese contexto, creo que aún hay grandes oportunidades para rediseñar el sistema fiscal con el objetivo de ampliar la base, mediante la incorporación de nuevos contribuyentes. Algunas ideas que ya fueron planteadas pasan, por ejemplo, por desarrollar un régimen tributario intermedio entre el régimen simplificado y el general que permita una transición más amigable del simplificado al general. Otras ideas pasan por reducir la carga que los contribuyentes invierten en cumplir con sus obligaciones, volviendo algunas declaraciones de determinados contribuyentes de mensuales a trimestrales”, sostuvo Ordoñez.
Que ante la consulta de que en el actual contexto económico cuáles son los impuestos ‘negativos’ para la actividad privada y cuales son positivos, el analista precisó que el tema puede dar para mucha discusión, no obstante, “en general, parece existir un consenso en que el Impuesto a las Transacciones (IT) es muy nocivo, especialmente para nuevos emprendimientos, pues el IT grava los ingresos brutos, incluso en circunstancias en las que una empresa no genera beneficios, lo que resulta tremendamente desalentador, pues proyecta la idea de que mientras el empresario pierde, el Estado aún gana”, puntualizó Ordoñez
Para el economista, Juan Pablo Suárez, el desempeño tributario, desde el criterio de los funcionarios de impuestos nacionales, “van a decir que fue un buen desempeño porque mantuvieron o incluso incrementaron la recaudación, aún o a pesar de la fuerte crisis económica que ya hay desde hace varios años”.
“Recordemos que básicamente los impuestos son una forma de sacar plata al ciudadano, al emprendedor, al empresario de distintas maneras, ya sea de forma directa o de forma indirecta, y lo único que hacemos es quitarle capacidad de poder adquisitivo, capacidad de inversión. Muchos aportantes están con sus cuentas bloqueadas. Esto no permite la bancarización. La gente tiene miedo y no abre cuentas. En el sistema financiero hay todo un proceso de desmedro de la economía nacional por el tema tributario”, explicó Suárez.
Que remarcó que para avanzar y contar con una mejor recaudación es preciso desburocratizar el sistema de pago.
“El principal problema es un sistema muy burocrático, muy complicado, donde se necesitan horas para pagar impuesto. La imposición de multas a diestra y siniestra ubica al país en el lugar 186 de 192 en cuanto al índice de la liberta económica. Nuestro sistema tributario es más complicado que países que están en guerra civil, como Siria o que estaban como Haití. Entonces en este contexto se es muy difícil desarrollar un tejido empresarial saludable”, observó el analista.
Para Suárez el país debe apostar a un sistema tributario similar al de Paraguay, Nueva Zelanda o Australia.
“Se debe copiar lo correcto, incluso diría yo, como países como Chile o Panamá, donde es relativamente fácil, donde hay un mono tributo. También se debe empezar a retirar impuestos, que no recaudan nada y que más bien generan miedo en la población y generan desincentivos a la inversión, como el impuesto a las grandes fortunas. El impuesto a las transacciones financieras también debe ser eliminado. Básicamente se debe simplificar todo el sistema impositivo”, puntualizó Suárez.
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas, indicó que el país se ubica como uno de los países con mayor presión tributaria, pues el 85% de la actividad formal de las empresas se va en los tributos nacionales y locales.
“En este contexto el sector formal cada vez achica o desacelera, pero las responsabilidades tributarias siguen siendo las mismas en un sector cada vez más pequeño que aporta recursos a la economía nacional. Mientras la informalidad y contrabando se expanden, a lo que se debe sumar la escasez de dólares y diésel que sin dudas golpea en la capacidad de pago de las empresas formales”, indicó Romero.
Que puntualizó que en este escenario de crisis económica se debería reducir la cantidad de impuestos y solo mantener los que realmente aporta a la economía nacional sin afectar el desempeño empresarial.
Romero observó que un paso positivo en el uso de los impuestos sería un Estado más eficiente en donde lo recaudado, “se traduzca en obras y nuevos servicios que beneficie a la población en su conjunto, algo que en la actualidad no existe, por lo que genera un desincentivo en el sector privado formal que es el principal aportante, en una economía donde más del 80% es informal y
El 2025 partirá con batería importante de novedades tributarias contenidas en la Ley del Presupuesto General del Estado, que contiene ideas interesantes con ajustes parciales a distintos impuestos. No obstante, aún hay dudas sobre la constitucionalidad y vigencia temporal de la implementación de reformas tributarias parciales a través de leyes de presupuestos, que tienen un objeto específico y un alcance temporal anual.
Por otra parte, el 2025 será un año electoral, y la tendencia global es que los candidatos incorporen dentro de sus programas propuestas de ajustes tributarios específicas. Intuyo que Bolivia no será la excepción y los candidatos propondrán ajustes concretos.