27 de diciembre de 2024, 4:00 AM
27 de diciembre de 2024, 4:00 AM
Doña María y su esposo no saben como seguir ‘gambeteando’ para eludir los precios altos de los diferentes alimentos que se registran los mercados.
“Vivimos por el barrio Cordecruz y siempre vamos al mercado Mutualista, pero últimamente los precios del pollo, cerdo, del arroz, queso, aceite y verduras están muy caros. Por eso preferimos ir al viejo Abasto, pero al sector donde te venden por dos o tres bolivianos, son montoncitos de verdura, eso podemos regatear, pero ya no con el precio de las carnes, el arroz o queso, eso sigue caro”, se lamentó María.
Impulsado por las celebraciones de fin de año y un aumento en la demanda, el kilo de la carne de pollo está entre Bs 23 y Bs 24. La costilla de cerdo de Bs 35, se incremento a Bs 45, el kilo de la carne de primera de res no baja de los Bs 38.
El kilo de arroz popular se vende a Bs 18, las de las otras variedades se ofrecen entra Bs 13 y Bs 15 el kilo, atrás quedaron los Bs 6 y Bs 7.
El litro del aceite envasado sigue por los Bs 15, el kilo de queso cuesta entre Bs 28 y Bs 30.
Ante este escenario, el economista Germán Molina, hizo notar que todos los anuncios de intervención, veto a las exportaciones, cierre de centros de acopio y “constantes reuniones técnicas con el sector productivo privado es puro show, pues no se logra bajar los precios y el que sufre por esta situación es la población”.
En esta coyuntura la Federación Departamental de Gremiales de Santa Cruz, la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz (Cadex), la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Cámara de Transporte del Oriente y el Comité pro Santa Cruz, consideran que “es momento de aplicar un modelo económico pensando en la población”.
“Desde hace más de una década, venimos planteando soluciones para la inseguridad jurídica, medidas para controlar el contrabando, acceso a tecnología, estrategia de apertura de nuevos mercados e incremento de las exportaciones, así como desarrollo de infraestructura”, puntualizaron los sectores anteriormente nombrados.
Que consideran que el Gobierno está profundizando el modelo intervencionista al incrementar las restricciones a las cadenas productivas, medidas, que a criterio de estos sectores, lejos de resolver la escasez de productos, demuestran que en Bolivia y en otros países son la mejor receta para profundizar estos problemas y en el futuro generar mayor desabastecimiento para la población.
Sobre el tema, a la consulta de EL DEBER, desde el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, afirmaron que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), que se implementa en el país desde 2006, fue construido por bolivianos y en favor del pueblo boliviano, como respuesta a las crisis del sistema capitalista que enfrentan los países como: “la crisis financiera internacional, la crisis climática, la crisis energética, la crisis alimentaria, la crisis hídrica, la crisis de políticas macroeconómicas y la crisis institucional de organismos internacionales”.
“Entre los resultados más relevantes de la aplicación del MESCP están que la economía boliviana creció de forma sostenida y por varias gestiones se posicionó como la de mayor crecimiento en la región sudamericana. En 2023, a pesar del contexto adverso, el crecimiento del PIB fue del 3,1%, la segunda tasa más alta en América del Sur. Entre 2005 y 2023, la pobreza moderaba bajó del 60,6% a 36,4%, la pobreza extrema se redujo de 38,2% a sólo 11,9%, y el índice de Gini descendió de 0,60 puntos a 0,43 puntos”, destacaron desde la cartera Económica.
Para los sectores productivos de Santa Cruz el actual modelo económico ha provocado que “miles de familias bolivianas no puedan acceder a diversos productos porque sus ingresos no les permite pagar los altos precios que actualmente están vigentes. Por ello es hora de que nuestros gobernantes, vean la realidad y trabajen para evitar que la situación económica de los bolivianos se siga deteriorando.”, criticaron.
Para el Gobierno si bien desde 2021 hay un contexto externo adverso, en 2024 el entorno interno negativo se agudizó con bloqueos de carreteras “bajo argumentos políticos que paralizaron la economía e incrementaron la inflación”.
Sin embargo, en 2025, “se prevé un mejor desempeño económico por los mecanismos e incentivos previstos en el Presupuesto General del Estado 2025, la puesta en marcha de varias industrias como la Planta Siderúrgica del Mutún, la planta de biodiésel 2 en El Alto, industrias alimentarias y otros”, destacaron desde el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.