Ene 31, 2025 @ 4:04
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Un nuevo incidente, esta vez el de mayor seriedad en los últimos meses, sacude nuevamente a la estatal Boliviana de Aviación (BoA). El incidente ocurrido el lunes en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba ha sido considerado como el leudante de una administración aeronáutica que está a punto de reventar.

El más crítico fue el abogado y analista aeronáutico Álvaro Munguía, quien manifestó su preocupación por la frecuencia de los incidentes, sumado a la hipótesis de que la empresa estaría sobre exigiendo a las aeronaves. “Ya se han reportado muchos incidentes, no solamente con el operador BoA, sino con (la administración) los aeropuertos o las torres de control. Estamos en el peor momento de la aeronáutica en Bolivia de toda nuestra historia. Este es el momento más grave”, aseveró, a tiempo de endosar toda la responsabilidad al Ministerio de Obras Públicas.

Y uno de los sectores más perjudicados es el turismo. El presidente de la cámara que aglutina al sector, Cabotur, Luis Ampuero, indicó que el incidente del lunes ha sido como una onda expansiva que ya ha llegado a otros países, agravado porque BoA es el único operador boliviano con destinos internacionales y que domina las rutas domésticas en un 85%.

“Antes de la pandemia estábamos recibiendo aproximadamente 1,4 millones de turistas entre internacionales y nacionales. Con la pandemia eso se vino al suelo, pero hemos venido recuperando lentamente. Quizás hubiéramos llegado a un millón de turistas el año pasado, sin embargo, por datos oficiales, aparentemente no hemos pasado de los 700 mil turistas. No estamos bien”, enfatizó Ampuero.

En ese sentido, subrayó que los operadores de turismo que programan viajes, toman en cuenta las pocas conexiones para llegar a Bolivia y las altas tarifas, que son indicadores que “el sistema no está funcionando como debería ser”. 

“Si usted toma en cuenta que en el año 2010 Bolivia recibía aproximadamente 17 líneas aéreas internacionales; hoy operan dos en La Paz y, a nivel nacional no hay más de nueve operadores, entonces hemos caído enormemente en conectividad, mientras otros países como Perú o República Dominicana, han promovido sus políticas de cielos abiertos”, señaló Ampuero.

Para el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Bolivia (ALA), Jorge Valle, la preocupación también está centrada en el turismo, que es un sector muy sensible a los incidentes aéreos como los de BoA. 

Hay que celebrar que el piloto (del vuelo 648 del lunes) ha tenido una reacción muy oportuna y ha sido fundamental para que no se produzca un accidente de proporciones. El hecho que se han evacuado casi 150 personas de la aeronave en un minuto y medio, contando los tripulantes, eso también da una buena muestra de que hay un entrenamiento adecuado en ese tema. Pero ahí aparecen los niveles de dirección o ejecutivos que no están funcionando de la misma forma (…) Todas estas cosas se van acumulando y van haciendo una imagen del país”, remarcó Valle.

Del mismo modo, lamentó que el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, haya anunciado la devolución de $us 12 millones de los fondos retenidos en bancos, por concepto de venta de pasajes de las líneas aéreas internacionales que operan en el país, cuando la realidad es distinta. Hasta diciembre, el monto retenido era de $us 43 millones.

Explicaciones

El gerente de BoA, Ronald Casso, en contacto con el programa Dinero 360, que se mite por EL DEBER Radio, explicó que el incidente de Cochabamba fue lo que técnicamente se llama ‘abortaje de despegue’, debido a una falla en el motor derecho del avión Boeing 737-700 con matrícula 2923. 

Mencionó que hubo una posibilidad de fuego en el motor, aunque no había un incendio manifiesto y ponderó el trabajo de la tripulación para la evacuación de emergencia.

A su vez, reconoció que “los errores o problemas que podamos tener como empresa, son bastante visibles y desgastan la imagen de la empresa (…) Diciembre ha sido muy difícil porque se ha saturado mucho el mercado, hemos querido atender todo el mercado, nosotros mismos nos acabamos perjudicando”, reveló.

Anunció que en los próximos días BoA se someterá a una auditoría internacional -incluidos los fabricantes de aviones y motores- que determinará los ajustes, cambios o remodelación de la actividad de la empresa. La línea cuenta actualmente con 22 aeronaves, de las cuales siete se encuentran en mantenimiento en el exterior.

 En tanto, desde la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), su titular, Iván García, anunció que se realizará una auditoria de seguridad operacional a la flota implicada en el incidente del lunes, la cual emitirá su informe preliminar en 30 días. 

“Es probable, entre las muchas hipótesis, que sea una deficiencia de un componente, probablemente de motor. Si hubiera una acción correctiva, puede que sea el mismo fabricante tome una acción”, indicó García.

 



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