Feb 13, 2025 @ 2:57
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El Gobierno de Luis Arce negó este jueves que el modelo económico puesto en marcha en Bolivia bajo la administración del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) este «agotado», como aseguran sus detractores, e insistió en que problemas como la inflación y la falta de dólares son consecuencia de disputas políticas.

«Uno puede decir que se ha agotado el modelo si hubieran dejado hacer todo lo que (se) propuso en su momento y no resultó, pero si ha habido obstáculos de carácter político, nadie puede decir que el modelo se ha agotado», dijo el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, en un diálogo con corresponsales de prensa internacional en La Paz.

También aseguró que en la gestión de Arce, que fue uno de los gestores del llamado ‘Modelo Económico Social Comunitario Productivo’, se incluyó en esa política «algo que no tenía anteriormente», que son los «elementos de industrialización con sustitución de importaciones».

Montenegro sostuvo que Bolivia no tiene problemas de «solvencia», pero sí de «liquidez», y reiteró que «el problema es político» porque el Parlamento bloquea la aprobación de créditos externos por más de 1.600 millones de dólares.

En el Legislativo nacional, el MAS tiene dos tercios de votos, pero no la mayoría y además el partido gubernamental está dividido en dos facciones, una que respalda a Arce y otra afín al expresidente Evo Morales (2006-2019), cuyo distanciamiento del Gobierno ha dificultado la aprobación de normas planteadas por el Ejecutivo.

El ministro ratificó que la aprobación de créditos podría ayudar a «estabilizar» la situación ante la falta de dólares.

Además, reiteró que el nivel del endeudamiento externo «no es preocupante», pues equivale al «26,8 % del tamaño de la economía boliviana» e insistió en que el país está «logrando pagar» el servicio de su deuda «de forma puntual», así como cubrir los costes de la importación de combustibles, pese a las «trabas» políticas.

También atribuyó a la conflictividad el índice de inflación, que en 2024 llegó a 9,97 %.

Según Montenegro, «la fuente de la inflación han sido los bloqueos» de carreteras, entre ellos, los realizados por los seguidores de Evo Morales, pero también que 2024 fue «un mal año» en el tema climático, pues la sequía afectó las cosechas de verano e invierno de los productores agrícolas.

La falta de dólares, los problemas de abastecimiento de combustibles y la inflación han generado protestas sociales durante 2024 y son vistos por analistas, empresarios y la oposición como síntomas del agotamiento del modelo económico puesto en marcha por Arce desde que fue ministro de Economía en el Gobierno de Morales.

A finales de enero, la agencia Fitch Ratings rebajó la calificación de incumplimiento del emisor (IDR en inglés) de Bolivia de CCC a CCC-.

En un documento difundido recientemente sobre la Consulta del Artículo IV con Bolivia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) valoró «el progreso socioeconómico de Bolivia en los últimos años», pero expresó su preocupación «por la difícil situación financiera en la que se encuentra actualmente, con reservas bajas, financiamiento fiscal incierto y presiones en los mercados cambiarios paralelos».

Los directores del organismo «subrayaron la urgencia de cambiar las actuales políticas insostenibles» e instaron a elaborar un plan que tal vez requiera un ajuste fiscal y devaluaciones graduales para corregir más pronto «el desequilibrio externo y permitir la acumulación de reservas».

El Ministerio de Economía ha rechazado el análisis de Fitch al considerarlo «limitado y reduccionista» y también ha señalado que el informe del FMI está desactualizado porque analizó cifras de 2023. 

 



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