Feb 24, 2025 @ 17:05
Bandera superior


Oruro ya respira carnaval y con ‘el poder de sus brazos’, acoge a miles y miles de visitantes que llegan desde el interior y exterior del país con un solo objetivo: peregrinar danzando hasta los pies de la Mamita del Socavón. Ayer se cumplió el último convite, la entrada previa a la gran festividad que se cumplirá este sábado.

“Hice una promesa que cuando pueda volver a Bolivia, iba a ir a bailar a Oruro por la Virgen del Socavón. Estoy cumpliendo un sueño y una promesa”, afirma a EL DEBER, Oscar Gutiérrez, antes de abordar su vuelo desde Los Ángeles, Estados Unidos, hasta el aeropuerto de Viru Viru, Santa Cruz en Bolivia.

Óscar, es uno de los muchos bolivianos que radican en el exterior, construyeron una vida lejos de su país, y vuelven sus pasos a la tierra que los vio nacer porque mantienen intactos el amor por el folclore boliviano y la fe y devoción a la Patrona de Oruro. Y este domingo de Último Convite bailará en la Morenada Central Oruro, Fundada por la Comunidad Cocani, cumpliendo una promesa, siguiendo la tradición de su familia y en agradecimiento por los favores recibidos.

“He visto los milagros de la Virgen en mis familiares y sus testimonios de fe. Yo le pedí que me apoye en mi condición de migrante, ella lo hizo y estoy cumpliendo mi promesa de ir a bailar por ella”, resume Óscar quien radica más de 30 años en Los Ángeles.

La Morenada Cocani es una de las instituciones folclóricas mas representativas del Carnaval de Oruro y este carnaval es doblemente especial porque conmemora su Centenario.

 

La imagen de la Virgen del Socavón rodeada de platería, es otra característica del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del mundo.

 

Por los Weenhayek

 

Además de la fe y gusto por las danzas y música que vienen implícitas en el Carnaval de Oruro, hay casos que destacan por el aporte investigativo y el rescate cultural. Es el caso que cuenta a EL DEBER la joven ingeniero e investigadora Victoria Abril Jurado, quien hace once años baila en Oruro en los Tobas Sud con su bloque de figuras Weenhayek.

El nombre del bloque no es casual. Weenhayek es una de las 36 naciones indígenas de tierras bajas reconocidas en la Constitución Política del Estado, pero que es muy poco conocida. Es así que tras varias visitas, y el contacto directo con los Weenhayek, Abril logra el consentimiento de mostrar la etnia y qué mejor vitrina que Oruro y su Carnaval.

“Mi aporte al Carnaval de Ouro es mostrar a una de las etnias de Bolivia. Somos el único bloque que muestra la vestimenta original y auténtica que es hecha por los propios indígenas Weenhayek a la que representamos, y en los tejidos de los trajes hechos de caraguata que es una planta nativa del Chaco. Para mi es de mucho valor que los propios indígenas me hayan dado sus trajes y el privilegio y honor de mostrar su cultura”, cuenta Abril con la voz quebrada por las lágrimas. Ella logró una sincronía perfecta entre fe, amor por la danza de los Tobas y el rescate cultural.

Pero nada de lo que Abril logró hasta ahora hubiera sido posible sin el ingrediente principal que es la fe a la Patrona de Oruro, misma que se manifiesta en muchos casos incluso antes de hacer la promesa de peregrinar por ella y ser parte del Carnaval de Oruro. “Muy chiquilla me llevaron a conocer el Socavón y cuando entré, la vi a la Virgen, sentí una energía tan especial que no se puede explicar con palabras… yo me postré a sus pies”.

 

La Frater, legado familiar

 

La danza de la Diablada, que es el ícono por excelencia del Carnaval de Oruro, brilla con luz propia, tal es el caso de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, más conocida como la Frater, que acoge a paceños, cochabambinos, cruceños y gente de todas las regiones.

Es el caso de Natalia Centellas, una diableza de La Paz, y que los últimos diez años viaja a Oruro para por la Virgen del Socavón y continuar el legado de su familia.

“La Diablada es una tradición familiar. Yo soy la cuarta generación que baila Diablada. Desde mi tío abuelo que es uno de los fundadores de la Fraternidad hasta mis sobrinos. La Diablada siempre va a ser mi primer amor hasta mi último suspiro”, cuenta Centellas a EL DEBER.

La danzarina recuerda con especial atención el primer año que participó. “Me animé a bailar a destiempo y era muy complicado conseguir el traje y todos los implementos, pero mis abuelitos que eran los más entusiastas en que yo baile, me dijeron que le pida a la Virgencita que me deje bailar, he conseguido todo muy rápido y para ha sido muy impactante (…) después llegar a los pies de la Virgen mientras la banda toca ‘A vuestros pies madre’. le pido siempre que me deje bailar los años que ella decida”.

 

Fuerza de los Simones

 

La danza del Caporal, es otra de las especialidades que brilla en Oruro por su ritmo alegre, la agilidad de los varones y la belleza de las mujeres, y los Caporales San Simón es una de las fraternidades más esperadas en la peregrinación cuando cae la noche.

Tan solo el bloque La Paz de los Simones cuenta con 450 integrantes y a nivel nacional son más de 2.000 bailarines, cuenta a EL DEBER Andrés Borth, que es parte del directorio de los San Simón en La Paz. Esta fraternidad de miles tiene cinco bloques fijos: bloques La Paz, Cochabamba, Oruro, Sucre y Santa Cruz.

“También contamos con filiales en distintos países muchos de ellos con más de 150 fraternos”, afirma Borth. Muchos de ellos también llegan a Oruro para la peregrinación.

Aunque Andrés destaca que la principal motivación para bailar en Oruro es la fe, también admite que no todos parten de esa premisa. “Hoy en día no es un requisito indispensable ser devoto de la Virgen para bailar”.

Mientras la fe a la K’achamoza es el ingrediente espiritual esencial de al menos el 95% de los danzarines, nada fuera posible sin un respaldo económico el mismo que varía según la especialidad y la fraternidad.

El promedio de la cuota pro carnaval entre las fraternidades de morenadas, diabladas y caporales es de Bs 2.000, sin contar con la confección de los trajes que por lo general son propios y de diseño exclusivo. El costo varía y oscila entre los Bs 2.000 a Bs 10.000 o incluso más.

Los danzarines que llegan del interior y exterior del país deben cubrir otro ítem donde están los pasajes, la alimentación y la estadía en Oruro donde se ofrece una gran variedad de posibilidades pero la mayoría de ellos con precios estratosféricos que incluso superan los Bs 2.000 por noche de estadía.

 

Sin la música de las bandas en Oruro no hay Carnaval. En la imagen la afamada banda “Intergaláctica Poopó” con su tradicional saco rojo.



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