Por César Del Castillo
Santa Cruz vibra con el paso de Ariane I. El Corso Cruceño llena los ojos de miles de espectadores que llegaron hasta la zona del Cambódromo para disfrutar del paso de la reina, la comparsa coronadora los Pengas, y los miles de mujeres y hombres que saltan al son de taquiraris, brincaos, taquiraris y chobenas. Son 300 comparsas y 25 carros alegóricos.
La fiesta se inició al caer la noche. El primer carro alegórico en aparecer fue el de la Policía con su reina Mitzi I y con un mensaje de alegría desbordante y mucha seguridad. Inmediatamente se abrieron paso los ballets y comparsas folclóricas que exaltan la tradición y cultura cruceñas, con trajes sencillos, pasos ligeros y vistosas coreografías.
Fue notable el paso de las comparsas Mitahori, Kerembas y Cupesí. Todo un homenaje a artistas y compositores que cada día enriquecen el acervo musical del oriente boliviano.
Con fidelidad a la tradición, fue el momento de las comparsas tradicionales: los Cuchuquis y los Plumones, por ejemplo, y también arrancaron aplausos los cambas afro bolivianos que son parte de la historia cruceña. No podía ser mejor el paso de las comparsas femeninas: las Pioneras, Patronas, Peligrosas, Amazonas. y las Aguateritas, con un sentido homenaje a la Chiquitania, muy afectada por los incendios forestales.
Entretanto, aproximadamente a 5 km de distancia, en la Villa Primero de Mayo, se vivía frenéticamente el carnaval de las ciudadelas, al son de bandas y tamboritas, con casacas multicolores, agua y espuma a raudales. Todo en medio de una jornada festiva y serena a la vez, con un importante despliegue policial en la capital cruceña.
El cielo amenazaba con lluvia, pero la energía del público ahuyentó la lluvia, mientras pasaban los Chuturubises, los Peines, las Mitakuña, la Crema Camba, los Ansiosos y los Botaratas, entre otros. Punto alto para la organización por el fluido paso de las comparsas, con muy pocas demoras. Fue tanta la alegría que el tiempo pasó desapercibido.
Físicamente ausentes, pero con una presencia más fuerte que nunca, surgieron los recuerdos y homenajes a Aldo Peña, “Chuny” Callaú y Joaquín Banegas, ex presidente de los Pichiroses y de la Asociación de Comparsas Cruceñas.
Pero lo mejor estaba por venir. Cuando el reloj marcaba las 10:30, Ariane I se subió a su carro alegórico e inició el recorrido que soñó por muchos años. Su atuendo rojo pesa 10 kilos y el espaldar una tonelada. Pero nada frena su radiante paso.
Pocos instantes después, la fiesta llegó a su clímax. La medianoche se iluminó con los reflejos dorados del carro alegórico de Ariane, la joven médica cruceña de 25 años de edad que también fue Reina del Carnaval Infantil en 2012.
El carro alegórico de los Pengas es una impresionante estructura de 20 metros de largo y 10 metros de alto, lleno de flores y jardines transportados desde Samaipata, cuya temática se denomina “Jardines de Libertad”, en homenaje al 14 de febrero de 1825, cuando se firmó la liberación Santa Cruz de la colonia española.
Corren los primeros minutos del nuevo día, 2 de marzo. Ariane está radiante. Sonríe y saluda a sus escoltas, al público que le aplaude en las graderías y a los miles de espectadores que siguen la Fiesta Grande de Santa Cruz en todos los rincones del mundo a través del internet y las redes sociales. Pasa el tiempo de los Pengas y pronto llegará la hora de los Rechazados o los Testarudos, las dos comparsas que compiten para ser coronadoras en 2026.
La ciudad amanece con fiesta y baile. Es la antesala del carnaval de calle y las ruidosas fiestas en los garajes. ¡Todo es carnaval!