En medio del colapso generado por la escasez de combustibles y un rosario de amenazas de medidas de presión, el Gobierno ve peligrar la continuidad de su mandato y lanza un pedido. La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, fue la encargada de llamar a una cumbre con todos los poderes del Estado y los partidos reconocidos por el Tribunal Supremo Electoral para buscar una salida a la crisis.
“La situación puede llegar a ser de tal intensidad que pone en peligro no solamente a nuestro gobierno, sino la vigencia de la democracia”, afirmó Prada.
Afirmó que hay aprestos para acortar el mandato y convulsionar el país con el pretexto de la crisis que genera la falta de carburantes en el país. “Hemos decidido, como Gobierno del pueblo, convocar a un encuentro por la estabilidad y la democracia de nuestro país rumbo a las elecciones generales de agosto de 2025”, dijo.
La cita está programada para las 09:00 de este martes, 18 de marzo, en la Casa Grande del Pueblo en la ciudad de La Paz. Para esta convocatoria, Prada identificó cuatro factores por los que la democracia boliviana estaría en “peligro”: la crisis económica que se generó por la falta de diésel, el “bloqueo” legislativo impuesto “por intereses personales o de algunos grupos que anteponen sus ambiciones”, generar una “convulsión social por cálculos electorales y personales”, y con todo este “coctel explosivo”, acortar el mandato del presidente Arce.
“No es correcto ni responsable que en esta coyuntura haya algunas personas que estén pensando en acortamientos de mandato en convulsión y en enfrentamientos sólo por una candidatura cuando eso pude generar violencia y dolor para las familias bolivianas”, afirmó Prada.
La autoridad expresó su preocupación por las voces que piden la renuncia de Arce y aseguró que se busca mejorar la situación del país para que un “siguiente gobierno” pueda empezar su gestión tras las elecciones del próximo 17 de agosto.
“Se busca asegurar las condiciones para que concluyamos nuestro mandato y el siguiente gobierno empiece sin mayores tropiezos, dando certidumbre al pueblo”, dijo Prada.
La ministra también hizo énfasis en la importancia de la presencia de los líderes de las 14 organizaciones políticas que tienen personería jurídica ante el TSE, a pesar que con la mayoría de ellas tienen grandes diferencias ideológicas. “Tenemos posiciones distintas y hasta antagónicas en muchos temas, pues representamos intereses diferentes, pero al mismo tiempo estamos obligados y convocados por responsabilidad con nuestra patria y con el pueblo boliviano a llegar a acuerdos mínimos en momentos en los que peligra nuestra democracia”, exhortó.
Las respuestas
La convocatoria de Arce no tuvo una respuesta favorable de parte de los líderes políticos más visibles y precandidatos de la oposición, quienes declinaron su presencia porque no creen en la iniciativa. Están seguros –dijeron- que el encuentro solo será para salvar su responsabilidad ante la crisis y para exigir al Parlamento que apruebe los créditos externos.
El expresidente y líder de CC, Carlos Mesa, envió una carta de tres páginas a Luis Arce porque le parece un contacto más directo que asistir a un “diálogo cargado de retórica en el que poco o nada se puede aportar, más aún considerando el sistemático rechazo a las propuestas de diálogo que le hice a lo largo de su gobierno”.
Mesa identifica los tres temas “más críticos de la crisis” que Arce debe resolver: la inexistencia de dólares, el desabastecimiento crónico de hidrocarburos y la creciente inflación que se refleja en el “alza sin freno” de productos de la canasta familiar.
La presidenta de Unidad Nacional, Elizabeth Reyes, descartó su presencia y la del precandidato Samuel Doria Medina, porque ven que la intención de Arce es “estéril”, ya que, a pesar de todo, el mandatario “no está dispuesto a aceptar su responsabilidad”, ni a cambiar su modelo económico o plantear soluciones estructurales a la crisis.
“Declinamos asistir a la convocatoria del Gobierno nacional porque todos los diálogos previos con el Gobierno de Arce con la sociedad civil, simplemente han sido un show que no ha contribuido a nada. El Gobierno nacional debe asumir su responsabilidad”, dijo Reyes a EL DEBER.
El líder de Creemos, Luis Fernando Camacho, también desahució la presencia de su alianza por el “daño” que le hizo a Bolivia, por lo que “no es posible asistir a ningún diálogo”.
“El diálogo que pretende (Luis Arce) no es para salvar Bolivia, sino para salvarse él, pidiendo más créditos para que sus ministros y su entorno sigan despilfarrando y generando corrupción”, dice parte de un mensaje de Camacho.
En cambio, el alcalde de Cochabamba, precandidato y líder de Autonomía Para Bolivia – APB Súmate, Manfred Reyes Villa, confirmó que asistirá a la cumbre de Arce. “Sí voy a asistir, voy a estar el día de mañana (hoy) presente. Lo peor sería que se quiera voltear a un gobierno democrático. Yo creo que todos vamos a tener la misma postura. No es momento de adelantar elecciones porque las elecciones están a la vuelta de la esquina”, afirmó Reyes Villa a EL DEBER.
En tanto, el líder del Movimiento Tercer Sistema (MTS), Félix Patzi, y el líder del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) Jhonny Torres, informaron por separado a este medio que no recibieron ninguna invitación a la cumbre de Arce.
En el caso de Patzi, dijo que, si le llega una nota formal, sí atenderá el pedido de Arce. Señaló que lo más probable es que anuncie que se levanta la subvención de carburantes “y así liberarse de su responsabilidad personal e indicar que es un acuerdo”, y ve poco seria la alerta de que la democracia esté en riesgo, cuando la molestia popular es consecuencia “de su política de Estado”.
En tanto, desde Tarija, Torres, alcalde de Tarija y líder del MNR, descartó su presencia porque la convocatoria es a último momento y más por la distancia y el tiempo que implica trasladarse de Tarija a La Paz.
“Imposible que llegue a esa hora (09:00). Tendría que ser algo tan grave como que va a renunciar el presidente (Luis Arce) como para que yo suba a la vagoneta de la Alcaldía y vaya por tierra. ¿Usted cree que la ministra de la Presidencia no conoce donde vivo?, soy el alcalde de Tarija, yo no he recibido ninguna invitación”, dijo Torres a EL DEBER.
En el caso del ente electoral, los vocales Tahuichi Tahuichi y Gustavo Ávila confirmaron por separado que el presidente de la entidad, Óscar Hassenteufel, sí asistirá a la invitación de Arce, sobre todo para pedir a las autoridades del Ejecutivo y Legislativo que cumplan su compromiso para blindar las elecciones generales aprobando las leyes electorales, en especial, el que se refiere al principio de preclusión.
El escenario en el que Arce cita a un cumbe “por la estabilidad y democracia” es el más delicado de los cuatro años y cuatro meses que está en el poder, dada la crisis económica por la falta de combustibles y la ausencia de dólares, lo que desencadena en precios altos de los principales alimentos de la canasta familiar, incluso, en la escasez y especulación de muchos de ellos.
Y el efecto son los varios anuncios de paros, movilizaciones y plazos que le dieron al Gobierno de Arce para que solucione la crisis, entre ellos están, los choferes de El Alto que ayer anunciaron un “paro indefinido” desde el 19 de marzo y el plazo de 48 horas que dieron los mineros cooperativistas de La Paz y su advertencia que están en “pie de lucha” porque exigen que el Estado les siga subvencionando el diésel.
Las elecciones nacionales serán el 17 de agosto, de acuerdo con el Tribunal Supremo Electoral, que debe convocarlas en abril. La posesión del nuevo presidente debe realizarse el 8 de noviembre.
Entretanto, Bolivia soporta el mayor nivel de inflación de los últimos años, un mercado paralelo de dólar que casi duplica la cotización oficial y un creciente descontento.
PARA SABER
‘CORTINA DE HUMO’. Legisladores evistas calificaron la convocatoria de Arce como una ‘cortina de humo’ que busca disimular que la crisis económica es de su entera responsabilidad.
PACTO DE UNIDAD. La dirigencia del Pacto de Unidad afín a Luis Arce pide a la clase política ir a la convocatoria del Gobierno porque está en riesgo las elecciones.