A Gabriela Zegarra (29) se la puede considerar una mujer valiente y que, a pesar de caer, se supo levantar y seguir brillando.
Ella es el fiel reflejo de que una persona puede sonreír por fuera, pero estar sufriendo por dentro. La joven empresaria confiesa que padeció depresión, mal que la atacó silenciosamente; sin embargo, logró salir adelante aferrada de la mano de Dios, al punto de llegar a bautizarse.
Pero eso no fue todo, la también presentadora de televisión, fue atacada por la parálisis de sueño. Llegó al punto de no querer dormir para no sufrir los ataques; en ese momento su mejor aliada fue la oración, fue con eso que despertó de esa pesadilla, para seguir siendo feliz.
Gabriela confiesa que tiene proyectos para las mujeres, con el fin de ayudarlas a salir adelante, además sueña con volver a la pantalla chica y afirma que tiene un hogar bendecido.
¿Extraña la televisión?
La verdad que sí extraño la televisión y estoy agradecida, si viene un nuevo proyecto me caerá muy bien. Me gustaría encajar con algo femenino, que sea dedicado a las mujeres.
Gaby nunca se guarda nada, una vez contó que padeció depresión.
¿Cómo logró combatirla?
Sobre la depresión, la gente me cuestionaba mucho por qué desaparecía tanto de las redes. Me di cuenta de que se me hacía difícil sonreír estando triste por dentro. Sentía un vacío y una angustia difícil de calmar.
¿Cómo decide volver a la iglesia?
Fue una cosa loca, un día mientras escuchaba la canción Supe que me amabas de Marcela Gándara, de repente me entró ese deseo de volver a la iglesia, después de años alejada, y decidí bautizarme.
Otro episodio de su vida fue la parálisis de sueño, ¿Cómo lo afrontó?
Cuando volví a la iglesia fue donde los ataques empezaron, es algo espiritual que muy pocos entenderán, tras un sinfín de parálisis del sueño empecé a tener acercamiento a Dios, en oraciones y alabanzas. Hasta que un día de repente se fue para siempre esa depresión.
¿Cómo cambió su vida de la Gaby de hace 5 años a la actual?
Algo que cambió, es haberme dado cuenta de que estamos aquí, con un propósito y que usaré mi vida si Dios lo permite a ayudar y bendecir a otros.
¿Ha pensado ayudar a las mujeres?
Mi proyección cambió y mucho, en un futuro no muy lejano quiero abrir una academia gratuita, para que otras mujeres con hijos aprendan un poco de belleza y así poder trabajar de eso. Ya que existen muchas mujeres que no cuentan con ayuda económica, ni alguien que pueda ver a sus hijos. También he pensado en un espacio para los pequeños, con niñeras que puedan cuidarlos mientras sus mamis aprenden.
¿Tiene la familia que soñó?
Sé que he sido muy bendecida aún sin merecerlo, Dios me regaló unos hijos demás de talentosos y bondadosos.
Y un esposo que siempre está ahí para apoyarme y subirme los ánimos cuando lo necesito.