1 de marzo de 2024, 9:08 AM
1 de marzo de 2024, 9:08 AM
Su historia podría inspirar una película. A Fiona McArthur, una chocolatera de un pequeño puerto escocés, le pidieron un día, de forma inesperada, que hiciera dulces para la ceremonia de los Óscar en Los Ángeles.
El codiciado chocolate irá a parar, el 10 de marzo, a los nominados de las principales categorías, y McArthur, que abrió su pequeña empresa en Campbeltown, al oeste de Escocia, en Reino Unido, en 2019, tiene que pellizcarse para creerlo.
«Todos tendrán una de mis cajas de chocolates. Gente como Cillian Murphy, Bradley Cooper, Lily Gladstone, Emma Stone. Es increíble», dice a la AFP desde Fetcha, su obrador de chocolate de la que es la única empleada.
Apasionada del séptimo arte, vio la mayoría de las películas que compiten por los Óscar con un cuaderno en la mano para tomar notas, sentada en una de las butacas del cine local, inaugurado en 1913.
Ahí empezó a diseñar seis chocolates veganos, inspirados en filmes que compiten por obtener estatuillas en la noche de los Óscar.
La pieza dedicada a «Oppenheimer», drama sobre el padre de la bomba atómica, que acumula 13 nominaciones, se asemeja a una bola de fuego.
Una trufa amarilla y naranja, con un caramelo espumoso en su interior, está envuelta en una «corteza bastante dura, por lo que cuando la muerdes, es como si explotara en tu boca», explica la repostera de 37 años.
Para «Barbie» ha pensado un bombón rosa en forma de corazón.
Pero los corazones que McArthur saca del molde y coloca en un plato no quedan lisos y eso, en su opinión, va en sintonía con la historia del filme.
«Están cortados de forma tosca, muy parecido a su viaje a través de Barbielandia hasta el mundo real. No fue un viaje tranquilo, estuvo lleno de curvas», señala.
Uno de sus otros chocolates rinde homenaje a la película «Maestro», sobre el compositor Leonard Bernstein, con notas musicales elaboradas con manteca de cacao, a las que añadió sal y pimienta.
Estos aditivos fueron elegidos para «celebrar la diferencia y la complementariedad de las vidas de Leonard y Felicia», la mujer del compositor.
El dulce de «Los asesinos de la luna» tiene una base de caramelo de chocolate amargo, con colores lila, amarillo y verde, y para la comedia de humor negro «Pobres criaturas», que cuenta con 11 nominaciones, McArthur imaginó un chocolate blanco con un toque de canela.
Y para «Los que se quedan», creó un producto con una cubierta de chocolate amargo y el interior de cereza y helado.
Antes de cerrar cada una de sus cajas, la chocolatera introduce una nota explicativa sobre su inspiración.
Sus chocolates, veganos, sin productos lácteos, huevos o alcohol, formarán parte de las bolsas de regalos, que sumados pueden valer varios miles de dólares, ofrecidas a los principales nominados a los Óscar.
La chocolatera es vegana y explica que varios nominados también lo son, como Emma Stone o Paul Giamatti.
A McArthur, que empezó a aficionarse a crear dulces cuando era muy joven en la cocina de su madre, le apasiona su profesión.
En su microempresa de lujo no utiliza plástico y en su nota de presentación precisa que recurre a productos biológicos.
Los chocolates de McArthur llamaron la atención de la empresa responsable de los regalos de los Óscar, que se puso en contacto con ella hace dos años.
La repostera pensó en ese momento que era una broma, pero comprobó en internet que esa compañía existía.
En Campbeltown, donde creció, es célebre. La gente se para en la calle para felicitarla. Su empresa, donde su madre la ayuda, no puede hacer frente a las demandas que le llegan de la región.
«Lo siento, sin existencias», indica en un cartel. En el escaparate de su negocio aparece una pequeña alfombra roja. «Fetcha se va a Hollywood», se puede leer en un cartel.
Sus chocolates ya han viajado hacia Los Ángeles.