10 de marzo de 2024, 20:06 PM
10 de marzo de 2024, 20:06 PM
Hace una década, Da’Vine Joy Randolph conquistó excelentes críticas y una nominación al Tony por su trabajo en Broadway. Este domingo, ella brilló en Hollywood, llevándose un Óscar en su primera candidatura a mejor actriz de reparto.
Randolph destacó en «Los que se quedan», de Alexander Payne, encarnando a Mary Lamb, la cocinera de un internado que conecta de forma improbable con el profesor cascarrabias Paul Hunham (Paul Giamatti) y el angustiado estudiante Angus Tully (Dominic Sessa) durante las vacaciones de Navidad.
La actriz, de 37 años, derrotó a contendoras de peso en la categoría, incluyendo la dos veces ganadora del Óscar Jodie Foster («Nyad»), Emily Blunt («Oppenheimer»), America Ferrera («Barbie») y Danielle Brooks («El color púrpura»).
«Agradezco a todas las personas que cruzaron mi camino y han estado allí, y me han guiado», dijo una muy emocionada actriz al recibir su estatuilla, la primera de su carrera, y de esta gala del Óscar.
«Siempre quise ser diferente, y ahora entiendo que solo necesito ser yo misma», señaló.
En «Los que se quedan», Mary es una de las pocas personas negras en los años 1970 en el campus de New England, en el este de Estados Unidos, época y lugar donde la película está ambientada. Lamb decide quedarse durante las fiestas en la escuela porque está en duelo por su hijo, uno de los pocos jóvenes negros graduados en esa prestigiosa escuela y quien es asesinado en Vietnam.
Uno de los mejores momentos de Randolph en la película ocurre cuando Mary, en una fiesta navideña familiar, a la que va junto a Paul y Angus, drena de forma catártica parte de su dolor.
«Estaba gratamente sorprendida de ver la cantidad de contexto que Mary tenía, la emoción de un arco dramático completo», dijo Randolph a Los Angeles Times el año pasado.
«Puede sonar trivial y tonto, pero esto no siempre está disponible a una persona de color».
La actriz nacida en Filadelfia arrasó en la temporada de premios de Hollywood, llevándose galardones importantes como un Globo de Oro, un BAFTA y el trofeo del Sindicato de los Actores de la Pantalla.
«Mary, oh Mary. Cambiaste mi vida. Me hiciste sentir vista de tantas maneras que nunca imaginé», dijo en su discurso al recibir su Globo de Oro.
– Del teatro a la gran pantalla –
Randolph nació el 21 de mayo de 1986.
Acudió al prestigioso programa de artes Interlochen en Michigan para estudiar teatro.
En la Universidad Temple en Filadelfia, se centró inicialmente en la música clásica y la ópera, antes de cambiar de rumbo y especializarse en teatro musical. Perfeccionó sus conocimientos en la Escuela de Arte Dramático de Yale, donde culminó una posgraduación.
Un año después, Randolph impresionó a Broadway, donde consiguió una nominación al Tony en 2012 por su interpretación de la psíquica Oda Mae Brown en «Ghost: The Musical».
Debutó en la pantalla grande en «Mother of George», que estrenó en el festival de Sundance, protagonizada por Danai Gurira.
En televisión, apareció en la popular «Selfie», además de programas como «The Good Wife», «Veep», «This Is Us» y el drama musical «Empire».
Su explosión en el cine fue gracias a la bien recibida «Dolemite» (2019), de Netflix, protagonizada por Eddie Murphy.
Su voz aparece en varias películas animadas, al tiempo que también trabajó en «Estados Unidos vs. Billie Holiday» junto a Andra Day, y «La Ciudad Perdida», protagonizada por Sandra Bullock.
Volvió a la televisión con «High Fidelity» y «Only Murders in the Building».
Y llegó la llamada de Payne.
«Me parece que los actores con dotes para la comedia pueden hacer papeles dramáticos sin resultar pesados en ellos», declaró Payne a USA Today. «Ella consigue arrancar grandes carcajadas y también te hace llorar».
Randolph también apareció en la nominada al Óscar «Rustin», protagonizada por Colman Domingo, en la cual interpretó a la cantante de góspel Mahalia Jackson, quien cantó en la Marcha en Washington, en 1963.
La actriz tiene en el horno varios proyectos, como la película de acción y suspenso «Shadow Force», protagonizada por Kerry Washington y Omar Sy, y la comedia «Bride Hard», con Rebel Wilson.
«Estoy muy agradecida por la apreciación que la gente tiene de mi talento, pero de ninguna forma mostré mi verdadero alcance», dijo a The New York Times en el camino al Óscar.
«Comencé a crear una plataforma para hacerlo.