12 de marzo de 2024, 12:00 PM
12 de marzo de 2024, 12:00 PM
El viceministro de Energías Alternativas, Álvaro Arnez afirmó que en los últimos años la principal fuente de demanda de litio ha provenido de los vehículos eléctricos y que la reciente caída de precios del carbonato de litio no necesariamente se debe a este factor ni del aporte de los vehículos chinos al mercado.
“Al contrario, este efecto tiende a subir la demanda de litio. Los vehículos eléctricos es una tendencia que se espera continúe creciendo progresivamente, ante lo cual cualquier proyección que se haga de la demanda de litio dependerá en primer término de las perspectivas de crecimiento del sector de electromovilidad. Como resultado, una adecuada proyección de demanda inevitablemente descansa sobre la proyección de las ventas de autos eléctricos.
El carbonato de litio, uno de los principales insumos para la producción de cátodos -empleados en baterías de iones de litio-, entre agosto de 2020 y noviembre de 2022 logró su precio máximo, al cotizar la tonelada en $us 83.000, un incremento del 1.000%. Aquel periodo coincidió con el aumento en la producción de Tesla y BYD, lo cual impulsó el precio del oro blanco al alza. Sin embargo, su precio ha caído desde entonces un 84,2%: hasta los $us 13.000 la tonelada.
Para Diego von Vacano, analista en el sector del litio, la caída dramática del precio de carbonato de litio tiene un lado positivo y uno negativo. “El lado positivo es que empresas de vehículos eléctricos como BYD de la China van a reducir el precio de sus vehículos. Es un beneficio para los consumidores que estén dispuestos a hacer la transición y abandonar a los autos de gasolina. Por otro lado, la industria mundial automotriz de vehículos eléctricos se enfrenta a una contracción importante por el declive de la demanda en países como la China y la lenta transición energética en países como el Reino Unido y Estados Unidos”, expresó.
Al mismo tiempo, descartó que otros tipos de baterías vayan a destronar a las de litio -como las de sodio o hidrógeno-, ya que no cuentan con el rendimiento en tiempo y potencia. “Bolivia sigue teniendo la oportunidad de adquirir algo del protagonismo mundial que tuvo en 2021-2022 (…). Bajo este gobierno (de Luis Arce), no creo que se logre, porque hasta ahora todo lo que se ha firmado ha sido a nivel piloto o a nivel simbólico. Para que esto ocurra, se tendrá que esperar al próximo gobierno, desde 2025”, agregó von Vacano.
El analista energético y físico, Francesco Zaratti, sostuvo que el mercado boliviano de la electromovilidad sigue en pañales. “No son suficientes incentivos aislados, sino un verdadero Plan de electromovilidad con infraestructura, recursos financieros, reciclaje de los autos a gasolina y promociones con precios bajos de venta. Nada de eso está a la vista, a pesar de la propaganda creciente de autos eléctricos importados y ofertas novedosas (motos) de la única industria nacional”, apuntó.
Calificó “prematuro” especular sobre la participación estatal en la cadena productiva del litio. “No sabemos el resultado de los convenios de estudio y de las plantas”.
Consumo. Según el viceministro de Energías Alternativas, se espera que el segmento de vehículos eléctricos pase de representar el 60% del consumo agregado de litio en 2021, y el 67% estimado en 2024 a un 83% en 2035.
Precio. Según Francesco Zaratti, la caída del precio del carbonato de litio no afecta significativamente a los constructores de vehículos eléctricos porque el litio representa menos del 4% del costo de la batería. Pero sí afecta a los productores de litio.
