A poco menos de una semana para la realización del Censo Nacional de Población y Vivienda 2024, existe expectativa porque con la información que se obtenga se podrá actualizar los datos, arrojados en 2012, relacionados con el crecimiento en la población e inmigración en Bolivia. Según el último censo que se registró hace 12 años, el número de habitantes fue de 10.059.856. Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) para este año espera llegar a los 12.332.252 habitantes.
Melvy Vargas, catedrática de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) y miembro del comité interinstitucional, manifestó que con estos datos de población que se obtengan se determinará si ha existido este crecimiento, además que este censo podrá “validar o desechar” el censo poblacional y vivienda del año 2012.
“Si vemos que las tendencias son completamente diferentes entonces nos remitiremos al censo de 2001 para ver la situación porque si, por ejemplo, el censo de 2012 nos arrojó una población y ahora nos muestra otra tasa de crecimiento, entonces es posible que se confirme que en 2012 hubo omisión censal”, dijo la experta.
A su vez, Fabián Yaksic, analista y experto en descentralización administrativa, señaló que habrá modificaciones importantes si es que el censo se lo realiza de la manera correcta. Una de estas características tiene que ver con la creciente urbanización del país.
“Esta es una Bolivia urbana, ya lo fue en 2012, y seguramente la veremos bordeando el 80% de las personas que viven en áreas urbanas, esto implica un gran desafío para las políticas públicas, que actualmente se encuentra abandonadas”.
Agregó que otro punto importante, se refiere a las proyecciones que resaltarán por primera vez el peso demográfico que tiene el departamento de Santa Cruz, donde se estima que su peso está entre el 28% y el 29% de la población total y, por lo tanto, será la región más poblada. A esta le sigue La Paz, que va a caer a un segundo lugar con un 25% a 26% en peso demográfico, y después esta Cochabamba, en tercer lugar, con un 17% a 18%.
En el resto de los departamentos, prosiguió Yaksic, también se darán crecimientos importantes, como por ejemplo Tarija que puede ser que supere el 5% del peso demográfico, seguido por los departamentos de Beni y Pando.
“Quienes van a decrecer, como esta previsto en las tendencias, son La Paz, Potosí, Chuquisaca y Oruro, lo que va a redundar seguramente con repercusiones sociales y políticas”.
Juan Pablo Suárez, director del Instituto Cruceño de Estadística (ICE), manifestó que estos datos que arrojará el censo servirán para lo que viene a ser la planificación del Estado, que incluye los planes municipales de ordenamiento territorial y los planes territoriales de desarrollo integral.
“Además, dentro de lo inmediato, que es a partir de septiembre se tiene que ajustar la cartografía electoral y la repartición de coparticipación tributaria”, dijo Suárez y también cree que en Santa Cruz no será mucha la diferencia con la encuesta que sacó el ICE en 2023, que señalaba que el departamento cruceño tenía una población de 4.000.143 habitantes.
Los datos que arrojó el censo de 2012 fueron que La Paz tenía una población de 2.719.344 habitantes; seguido por Santa Cruz con 2.657.762 personas; luego Cochabamba con 1.762.761; Potosí 828.093; Chuquisaca 581.347;Oruro 494.587; Tarija 483.518; Beni 422.008 y Pando 110.436.
Según las proyecciones que se tiene para este 2024, el departamento de Santa Cruz tiene una población de 3.547.045 habitantes; le sigue La Paz con 3.107.890; luego Cochabamba con 2.177.186; Potosí 933.715; Chuquisaca 675.643; Tarija 619.784; Oruro 561.885; Beni 535.271 y Pando 173.833.
Por otro lado, algunos investigadores sociales como la directora del Instituto de Progreso Económico Empresarial (IPEE) de la Universidad Franz Tamayo, Gabriela Sanjinés, se refieren al censo poblacional como “una fotografía del momento”, porque aportará datos sociales, económicos y demográficos del país, actualizados y precisos.
Cartografía
La información institucional que tiene el INE señala la cartografía estadística es “un instrumento indispensable” para la realización de un censo de población y vivienda. En el caso de Bolivia, está cartografía ha ido cambiando en los últimos 20 años.
Para el censo del 2001, la cartografía estadística fue trabajada por más de 100 personas en un periodo aproximado de cuatro años, ya que hasta ese momento el INE solo contaba con cartografía análoga (papel), de los censos de 1976 y 1992.
Para el censo del 2012, el INE convirtió esta cartografía digital que estaba en formato de dibujo a formato de Sistema de Información Geográfico (SIG). Este cambio permitió preparar la cartografía base para la Actualización Cartográfica Multipropósito (ACM) e imprimir los mapas y planos requeridos de manera semi automática para el levantamiento de campo.
En tanto que, para el censo de este año la elaboración de la cartografía base utilizó más imágenes de satélite con mejor resolución, calidad y actualidad. Imágenes que permitieron detectar con más exactitud áreas de crecimientos en áreas amanzanadas y en áreas dispersas, ubicar edificaciones de viviendas aisladas que conforman comunidades, todas georeferenciadas.
Melvy Vargas recordó que el problema de 2012 es que se trabajó con la cartografía del 2001, que incluían algunas actualizaciones de las áreas urbanas, pero agregó que la gente que trabajó en el censo de 2012 dice que se actualizó la cartografía y el problema fue que no se digitalizaron los mapas. Con respecto a si se cumplió con la actualización para este año, la experta cree que sí porque el INE tuvo más de un año de plazo y trabajo.
“La observación que se hizo fue que comenzaron con las ciudades y luego con las áreas rurales, cuando lo que se recomienda es iniciar con el área rural y luego en la urbana. Esto debido a que en las ciudades hay mayor dinamismo demográfico, eso significa que puede haber cambios en la presencia de viviendas, que en la actualización cartográfica pudieron haber estado en construcción, pero ahora están habitadas”.
A su vez, Yaksic dijo que los más de 330 alcaldes que tiene Bolivia debieron haber certificado y validado esta actualización cartográfica que el INE dice haberla hecho en un 100%.
“No hay confianza en el INE después de lo que hizo en 2012, donde no se hizo ninguna actualización cartográfica y por eso fue un censo mal hecho. Ahora se espera que la cartografía sea encarada de la manera más responsable posible, pero los alcaldes son quienes tienen que decir que, además de la coordinación (con el INE), también se pudo validar esta actualización”, dijo el analista.