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18 de marzo de 2024, 4:00 AM

18 de marzo de 2024, 4:00 AM

En 2023, la producción de petróleo en Bolivia cayó a los niveles registrados en 1993. De acuerdo con el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con  datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hace 30 años en el país se produjo 8,1 millones de barriles (MMbbl) de crudo y en 2023 el volumen del mismo producto llegó a 8,6 MMbbl.

Se trata de una caída histórica si se considera que en 2014 se logró un récord de producción con más de 18 MMbbl que permitieron mantener abastecido el mercado nacional con diésel y gasolina, principalmente.

En una breve explicación dirigida a EL DEBER, la estatal petrolera YPFB indicó que la producción de hidrocarburos en general inició su declinación desde el año 2014 y en la gestión 2023 las refinerías procesaron 31.324 barriles por día (BPD). Sin embargo, para la gestión 2024, se prevé incrementar a 35.900 BPD, esto tomando en cuenta la producción de crudo nacional e importado.

En ese sentido, la petrolera destacó que ya se encuentra en operación la primera etapa del proyecto de reversión del oleoducto Sica Sica-Arica (OSSA), que busca optimizar, desde el punto de vista operativo y económico, el transporte del combustible importado desde el puerto de Arica (Chile). 

“Esto permite el ahorro de 7 millones de dólares al año y, en una segunda y tercera fase se espera llegar a transportar 25.000 BPD a través de este ducto. Esto significa 40% menos de gastos en transporte de combustibles importados desde Chile”, informó YPFB.

Con estas facilidades, en 2024 se estima procesar un total de 11 MMbbl de crudo nacional y casi 2,5 MMbbl de crudo importado. “El crudo importado permitirá a nuestras refinerías entregar al mercado interno un añadido (a la producción nacional) de 182 millones de litros de gasolina base y 90 millones de litros de diésel. Adicionalmente producirá subproductos como GLP y lubricantes”, apuntó YPFB.

Para el analista y ex ministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, la importación de crudo es una medida positiva que debió haberse encarado desde hace mucho tiempo. Además destacó que suma también el aporte de crudo que darán pequeños campos como Boquerón y Yarará, con unos 2.000 BPD.

“Sin embargo, necesitamos recuperar la producción de gas natural y de condensado (…). Y lo que siempre he dicho: ¿por qué no le remuneramos al productor boliviano a 80 dólares el barril en vez de tener que comprarlo a 80 dólares y tener que importarlo? Creo que es la aberración más grande que tenemos en la exploración en Bolivia”, expresó.

Ríos indicó que el crudo ligero para las refinerías bolivianas se lo importa desde Argentina o Estados Unidos y que en el proyecto de reversión del OSSA falta la parte más costosa: bombearlo desde la costa hasta el altiplano, para lo cual se deben instalar equipos de gran envergadura. “Hay que ver de dónde YPFB saca el dinero”, añadió.



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