20 de marzo de 2024, 9:50 AM
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Se casó con un hombre que le sacaba más de 20 primaveras, fue modelo y pasó brevemente por la política conservadora. Sarah Rose Hanbury ha estado en el centro de los medios recientemente por rumores que la vinculan románticamente con el príncipe William, lo cual ha generado gran controversia y especulación a nivel mundial.
Rose es hija de Timothy Hanbury, diseñador de páginas web, y Emma Longman, diseñadora de interiores. Educada en Stowe School, continuó sus estudios en la Open University antes de emprender una carrera en el modelaje, firmada por la agencia Storm.
Durante su trayectoria como modelo, Hanbury generó cierta polémica al aparecer, junto a su hermana, en fotografías vistiendo bikinis al lado del entonces primer ministro, Tony Blair, en Villa Cetinale.
En 2009, apenas a los 25 años, su vida tomó un giro cuando contrajo matrimonio con David Cholmondeley, el séptimo Marqués de Cholmondeley, de 48 años en ese entonces. Fruto de esta unión nacieron sus tres hijos y, desde que son esposos, residen en Houghton Hall, cerca de la residencia de campo de los duques de Cambridge.
Tras dejar el mundo del modelaje, optó por un cambio radical en su faceta profesional al obtener un puesto como investigadora parlamentaria para el político conservador Michael Gove. Este capítulo de su carrera concluyó cuando decidió renunciar a su posición para dedicarse a la maternidad de sus gemelos.
Se estima que la amistad entre Rose y Kate nació tras la oficialización del matrimonio Cholmondeley, ya que Houghton Hall, el hogar de Rose, se encuentra a corta distancia, apenas unos 15 minutos.
Dicha cercanía se vio reforzada cuando William y Kate recibieron como obsequio Anmer Hall, lo que los llevó a incrementar su presencia en Norfolk. Tanto Rose como David tuvieron el honor de estar presentes en la boda real de Kate y William en 2011.
En medio de especulaciones continuas y rumores crecientes sobre la vida personal de los miembros de la realeza británica, Rose Hanbury rompió su silencio sobre estas acusaciones a través de sus abogados, insistiendo en que los rumores sobre su relación con el Príncipe William son “completamente falsos”.
Si bien estas especulaciones han sido objeto de discusión y sátira en programas televisión y redes sociales, ninguna de las partes involucradas ha admitido públicamente la existencia de un amorío, y la controversia sigue siendo un tema de gran interés entre el público y los medios.