26 de marzo de 2024, 23:11 PM
26 de marzo de 2024, 23:11 PM
“Estamos aquí reunidos para dar gracias a Dios. Ustedes, sacerdotes junto conmigo, renovar nuestro compromiso, renovar nuestro sí al Señor”, inició su homilía Monseñor René Leigue durante la Misa Crismal, celebrada este martes en la Catedral.
En el sermón, el arzobispo de Santa Cruz reflexionó a los presbíteros sobre su misión y el poder del Espíritu Santo.
“El Espíritu nos da esa fuerza. En la unción nos ha dado el poder. Pero un poder, no como a lo mejor lo podemos percibir en nuestra sociedad, que a veces el poder se lo ve para mandar», señaló monseñor Leigue.
«Algunos agarran el poder para hacer y deshacer de los demás. El poder que el Espíritu nos ha dado en la ordenación (…) es para el servicio. El poder se manifiesta y se transforma en servicio. Y por eso, cuando hablamos de sacerdocio, hablamos de que tenemos también nosotros ese poder, que Dios nos ha dado. No para tratar mal a los demás, sino para servir a los demás”, añadió.
El arzobispo les recordó a los sacerdotes que su palabra anima a los fieles, en momentos de dificultad, y les pidió no dejarse vencer por el desánimo ni por el mal.
“Creo que, en medio de esta realidad que vivimos, no tenemos que dejarnos vencer por el mal. Tenemos que luchar cada día. Y les animo hoy, que estamos aquí para renovar nuestro compromiso, renovar ese sí que dimos en nuestra ordenación con tanta alegría, con tanto entusiasmo, con mucha esperanza, con mucho desafío, porque así empezamos”, les recordó y los animó a recuperar la alegría de ser sacerdotes.
A los laicos les pidió orar por los sacerdotes, pero también ayudarlos y hablar con ellos si perciben que algo no está bien.
“(Los sacerdotes) También se equivocan, también nos equivocamos. Así que esperamos también que ustedes, los laicos, que nos ayuden. Ayúdennos cada día también a ser mejores, a servir mejor. Ayúdennos también en ir buscando la santidad cada día”, expresó el arzobispo cruceño.
Volviendo a los presbíteros, los animó a la fraternidad sacerdotal, a estar pendientes del otro. Finalmente, les agradeció su servicio.
“Les agradezco por el servicio que hacen en la arquidiócesis, por ese acompañamiento que hacen a la gente. Y espero que lo hagan con gusto. No siempre retaceando el tiempo; no poniendo excusas para no escuchar. Gracias por ese tiempo que dan; gracias por el perdón. Gracias por todo lo que hacen en la arquidiócesis y el trabajo que le corresponde hacer, lo que están en la ciudad, lo que están en el campo, gracias por todo eso”, manifestó.
En esta celebración, que se realiza durante la Semana Santa, se consagra el Santo Crisma y se bendicen los óleos de los catecúmenos y de los enfermos.
¿Qué es el Santo Crisma?
El Santo Crisma, es un óleo perfumado que representa al Espíritu Santo, y que los católicos reciben junto con sus carismas el día de su bautizo y de su confirmación; pero también en la ordenación de los diáconos, sacerdotes y obispos. También es usado en la consagración de una iglesia o altar.
¿Cuáles son los Santos Óleos?
«Con el Óleo de los Catecúmenos, los bautizados se vigorizan, reciben la fuerza divina del Espíritu Santo, para que puedan renunciar al mal, antes de que renazcan de la fuente de la vida en el Bautismo», señala la Iglesia Católica.
En tanto que el Óleo de los Enfermos, simboliza el vigor y la fuerza del Espíritu Santo. El apóstol Santiago afirma que su uso «remedia las dolencias de alma y cuerpo de los enfermos, para que puedan soportar y vencer con fortaleza el mal y conseguir el perdón de los pecados».