31 de marzo de 2024, 3:55 AM
31 de marzo de 2024, 3:55 AM
En Bolivia, las personas que adquieren productos que llegan vía contrabando tienen al menos dos razones para justificar esta compra. Un estudio de la Cámara Nacional de Industria (CNI), titulado El contrabando en Bolivia: entre la ilegalidad y la legitimidad social, mostró que el 40% de sus encuestados compran estos productos de contrabando “porque son de mejor calidad y son más económicos”. EL DEBER conversó con estos consumidores que en su gran mayoría realizan sus compras en los centros de abasto.
El estudio de la CNI mostró que de este 40% que compra productos porque son de mejor calidad y más económicos, el 23% lo hace muchas veces y el 17% lo hace algunas veces. La encuesta también señaló que el 24% de sus sondeados conocen “los riesgos de los productos falsificados y vencidos de contrabando”, pero igual están dispuestos a comprarlos justificando que los mismos tienen un mejor precio y calidad.
La investigación también indicó que casi un cuarto de la población admite abiertamente el consumo de productos falsificados, lo que es un indicio acerca de la realidad en la que viven las familias menos favorecidas en Bolivia.
Otra cifra de la encuesta mostró que un 48% de las personas sondeadas consideran que el contrabando es “importante para la economía nacional”. En tanto, que el 59%, cree que el contrabando es una actividad en la que participa mucha gente boliviana común para tener ingresos, frente a un 30% que percibe que el contrabando está relacionado con redes delincuenciales extranjeras.
“La gente percibe al contrabando como una actividad legítima, socialmente permitida y masiva, que tiene que ver con la vida cotidiana de la mayoría de la población. La violencia o las actividades ilegales como el narcotráfico son percibidas como lejanas del contrabando”, dice la encuesta.
Paola (nombre ficticio) tiene su tienda de barrio en inmediaciones de la radial 13, zona sur de la capital cruceña. Ella contó que hace tres años se dedica a la venta de abarrotes y cerveza en su pequeño negocio y por ello regularmente una vez por semana llega hasta el mercado La Ramada para abastecerse de productos, muchos de ellos que llegan de contrabando.
“La cerveza es uno de ellos. (Los contrabandistas) las traen de Argentina en medio de la soya porque, las veces que he comprado, los paquetes o envolturas vienen con semillas de soya o, también, maíz”, explicó la mujer y justificó la compra de este producto porque en las agencias “no hay” cervezas importadas de otros países como Argentina o Brasil, entre otros.
Agregó que la falta de divisas (dólares) ha “afectado” también al precio de estos productos de contrabando porque, por ejemplo, el costo de un paquete de 24 latas de 473 ml de cerveza argentina era antes de Bs 114, pero ahora cuestan Bs 140.
José (nombre ficticio), estudiante de arquitectura, aseguró que acude regularmente a los centros de abasto, como La Ramada zona del 2do anillo, a comprar bebidas alcohólicas cuando le toca organizar algún evento social. “Uno compra estos productos (de contrabando) porque es más barato. En el caso de equipos electrónicos como televisores o reproductores de Blu-ray, por ejemplo, solamente tenés que verificar que funcionen bien o en el caso de las bebidas alcohólicas, la fecha de vencimiento”, complementó.
Néstor (nombre ficticio) adquiere ropa semi usada, además de bebidas alcohólicas, que ingresan de contrabando y en su caso lo hace para uso personal y no para negocio, pero agregó que existen comerciantes de barrio “en su mayoría de bajos recursos económicos” que compran de contrabando debido a sus bajos costos y después lo venden como si fuera legal.
“La última vez que compre (de contrabando) fue para la inauguración de una oficina. Ahí encontré todo lo que necesitaba como cerveza, champagne y vinos, porque estaban mucho más barato que en un supermercado”.
La presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Claudia Pacheco, manifestó que si bien, los productos que se internan de contrabando pueden tener menores precios que los productos nacionales o importados legalmente, es importante hacer notar que los mismos no cuentan con registro sanitario, poniendo en riesgo la salud de los consumidores.
“El contrabando genera un impacto negativo en la economía, ya que afecta directamente a la generación de empleos, la inversión y producción de las empresas nacionales, dado que no compiten en igualdad de condiciones, por lo tanto, compromete el desarrollo y crecimiento de la industria nacional”, señaló.
Por su parte, el economista Germán Molina señaló que la actividad del contrabando afecta la economía del país en su conjunto, convirtiéndose también en una “competencia desleal” para la industria nacional y “desalentando” futuras inversiones.
“La preferencia de las personas sobre los productos de contrabando son diferentes desde los precios, calidad y existencia. Y en la adquisición de estos productos, los mismos son demandados por personas de todos los niveles de ingreso”.
A su vez, el economista José Gabriel Espinoza observó que el contrabando es una competencia desleal porque no paga impuestos ni aranceles como los productos que ingresan a Bolivia dentro de las nomas o son producidos en el país. “El contrabando produce mecanismos limitantes en los precios, porque empuja a la industria nacional a bajar calidad o emplear menos personas para competir en un mercado asimétrico”.
El economista Jaime Dunn manifestó que el contrabando existe porque el consumidor siempre va a buscar bienes a precios bajos y los contrabandistas satisfacen esta demanda con productos más baratos. “El contrabando tienen causas, y la principal es el sistema arancelario aduanero de Bolivia con sus altos aranceles e impuestos, por lo tanto, la mejor medida para frenarlo es tomando medidas de carácter económico”.