31 de marzo de 2024, 3:55 AM
31 de marzo de 2024, 3:55 AM
-¿Qué se inauguró en las inmediaciones de la refinería de Palmasola?
Se ha puesto en marcha la planta de biodiésel, la primera en el país. Es una planta que tiene como antecedentes todo el programa de biodiésel que fue lanzado en 2021. A partir de allí se desarrollaron todos los trabajos técnicos, desde la ingeniería, la procura y su construcción. Esta planta fue inaugurada por el presidente Luis Arce. Tiene una capacidad de 1.500 barriles diarios y sus insumos serán materia prima verde, es decir, aceites reciclados, por un lado, aceites comestibles que se utilizan y que son desechados por las amas de casa, por los restaurantes y otras industrias.
En este caso, el aceite crudo de soya tendrá una presencia del 95% y un 5% será aceite reciclado. Ese será el biodiésel que tendremos para ser mezclado con el diésel de origen fósil, la mezcla que se tiene prevista es hasta un 25%. Hace unas semanas se sacó un decreto precisamente para regular este tipo de mezcla, por lo tanto creemos que es un proyecto que marca un antes y un después, en el sentido de que nos permite tener una producción de origen vegetal, sostenible con el medio ambiente y eso nos va a permitir inclusive desarrollar la frontera agrícola, no solamente para la producción de olíferas, en este caso soya, sino también otras fuentes como es el macororó, la palmera, insumos necesarios para este tipo de plantas.
– ¿Qué mecanismo se ha contemplado para que esta planta cuente con la materia prima necesaria y no pase como en estatal de San Buenaventura que no tiene caña para producir azúcar?
Un factor importante es poder establecer una política de producción de materia verde, porque esta planta en particular requiere como 800.00 toneladas anuales de producción de aceite. Esos qué significa, que en el marco del comité que se ha creado para los biocombustibles, donde participa el Ministerio de Desarrollo Rural, el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, también el Ministerio de Medio Ambiente y el nuestro, desde luego, se han elaborado distintos decretos, garantizando la producción de la materia prima.
Se puedan desarrollar desde los plantines, pero es importante hacer un trabajo con los distintos sectores productivos, micros, pequeños y medianos para llegar en los tiempos estimados. No se olvide que la otra planta, la de HVO (diésel ecológico), es más grande y producirá 9.000 barriles diarios y va a requerir una cantidad importante de materia verde. Sumando las necesidades de la planta de biodiésel uno y dos y la HVO, se van a requerir alrededor de 450.000 toneladas de aceite.
– Es una gran cantidad de materia prima que se va a necesitar ¿Cuál será el lugar de la biotecnología en este proceso y cómo van a seducir a los productores para que vendan al Estado su producción? ¿Los precios que ofrezcan serán competitivos?
Bueno. Aquí hay dos elementos que no debemos perder de vista. Primero, que la materia prima tiene su costo de oportunidad, tiene su costo en el mercado y lógicamente desde nuestra parte, hemos establecido adquirir a precios que sean realmente justos y razonables. Creo que la experiencia del etanol es una experiencia muy interesante. Ya hemos tenido inclusive algunas reuniones con Anapo donde hemos establecido el desarrollar una hoja de ruta justamente para garantizar la provisión, no solamente en términos de producción, sino también en términos de provisión de aceite.
Otro de los aspectos que ha sido mencionado es que a partir de una capacidad instalada que existe en el país, en cuanto al procesamiento de aceite, podemos tener garantizado, por lo menos en el corto plazo, la producción que necesitamos. De ninguna manera buscamos desincentivar la producción, sino que vamos a motivar a que exista más producción. Y, si en el futuro podemos escalar a precios más competitivos, lo haremos.
En la reunión con el sector privado y sus distintos sectores o subsectores se analizó cómo aumentar el rendimiento de la materia verde, y en el caso de la soya eso tiene que ver con el uso de la biotecnología. El Gobierno ha estado trabajando con los otros ministerios vinculados al tema para ir avanzando. Para nosotros es sumamente estratégico el uso de la biotecnología, porque nos va a garantizar un mayor rendimiento por hectárea, que a su vez se traduce en una mayor cantidad disponible de aceite para este proceso y lógicamente también la disminución de los costos para lograr una mejor rentabilidad.
– ¿En el tema de la exportación de las oleaginosas, aparte de cubrir la demanda interna alimenticia, el sector también deberá garantizar los cupos de su producción para las plantas de biodiésel?
Entendemos que el Ministerio de Desarrollo Productivo establece esos mecanismos de autorizaciones para la exportación una vez cubierto el mercado interno. En el caso del biodiésel, lo que se paga es precisamente a precios de mercado. Vuelvo a reiterar, acá no estamos tratando de afectar al productor ni a la economía de los exportadores, sino más bien todo lo contrario, buscamos desarrollar un trabajo conjunto.
– ¿Cuál fue la inversión en esta planta?
La primera planta de biodiésel costó alrededor de $us 50 millones. Será operada por YPFB Refinación. Esta obra ha generado 678 puestos de trabajo de forma directa y unos 123 de forma indirecta, pero al estar dentro de una cadena productiva, el impacto es mayor.
