31 de marzo de 2024, 12:16 PM
31 de marzo de 2024, 12:16 PM
«Hoy no es sólo un día festivo, hoy es la fiesta de todas las fiestas. El Domingo de la Resurrección de Jesucristo. Cada celebración nuestra obtiene su fuerza de ello, de este domingo». Con estas palabras empezó su homilía monseñor Estanislao Dowlaszewicz en la misa de Domingo de Pascua celebrada en la catedral de Santa Cruz.
El religioso recordó que el pueblo de la Primera Alianza veneraba el sábado – que era el día que recordaban la creación del mundo. “Bendijo Dios el Séptimo día y lo hizo santo, porque ese día descansó de sus trabajos después de toda esta creación que había hecho. (Hoy) Celebramos el domingo porque es el día en que el mundo fue creado de nuevo, como desde el principio; y no sólo por la palabra de Dios, sino por el amor y poder de su hijo: Jesús Resucitado», expresó.
«Lo que destruimos con nuestro orgullo fue cambiado por la obediencia del Hijo de Dios, de Jesús», remarcó.
En Domingo de Resurrección, monseñor Dowlaszewicz recordó que este “es el día en que el mundo fue creado de nuevo”, como desde el principio; y no sólo por la palabra de Dios, sino por el amor y el poder de su hijo Jesús resucitado.
«Si Cristo no ha resucitado, en vano es nuestra predicación y en vano también es nuestra fe. Confesamos hoy con mucha fuerza y nuestra fe: ‘El Señor verdaderamente ha resucitado’. No resucitó como Lázaro, restaurado a su vida anterior; resucitó, es decir, ya vivía una vida nueva y completamente diferente como hombre”, manifestó el religioso.
Más adelante, Dowlaszewicz manifestó que la fe se basa en el testimonio de quienes han visto y tocado, pero que el testimonio es más que una simple declaración de hechos. «Los apóstoles prometieron sus vidas porque vieron al Señor, comieron con Él, lo tocaron», recordó.
“Vale tanto como el testigo promete y lo que está dispuesto a pagar por ello. A menudo evitamos dar testimonio porque sentimos que tendríamos que soportar las consecuencias. Se llega incluso a cierta esquizofrenia religiosa, que por un lado digo ser católico, pero mi vida no tiene nada que ver con el catolicismo”, reflexionó el religioso.
Durante la misa, relató la historia de un santo que pasó viviendo muchos años en el desierto. En ese tiempo, prosiguió monseñor Dowlaszewicz, no habló con nadie, ni siquiera con los monjes que a veces le llevaban comida.
“Después de muchos años de oración y silencio total, sintió que Dios lo enviaba a sus hermanos, al monasterio y a la gente. Mucha gente se enteró de su vida santa y acudió a pedirle consejo. El santo repitió entonces una frase: ‘¡Mi alegría es Cristo resucitado!’ Esta única frase restauró la fe, la esperanza y el amor”.
Luego, monseñor le dijo a los feligreses presentes: «Espero también que su alegría diaria sea la de Cristo Resucitado. Para que él mismo los conduzca en la fe, la esperanza y el amor a la resurrección y a la vida eterna en el cielo».
Los católicos celebran hoy, Domingo de Pascua, la resurrección de Jesucristo, hijo de Dios. En la catedral cruceña, al igual que en otros templos, habrá misa en diferentes horarios.
