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1 de abril de 2024, 4:00 AM

1 de abril de 2024, 4:00 AM

El sociólogo boliviano Nakai Mirtenbaum está dando un giro en su carrera al incursionar en la dirección cinematográfica. Actualmente se encuentra en preparativos para rodar su propia película titulada “
Llajua”, un proyecto en el que trabaja hace tres años y será rodado en tierras bolivianas.

Eres actor, pero ahora estas de director ¿Cómo está siendo esa experiencia?
Ser actor es un viaje de decepciones, desilusión (en el sentido objetivo y espiritual). Pero, eso es lo que te carpe para ser un buen actor: entender y aceptar el rechazo. Como actor, la realidad es que estás haciendo 100 – 150 audiciones por año, de esas 150 audiciones conseguís 2 o 3. Tenés que aceptar y aprender a quererte y aprender nuevamente a amar lo tuyo.
En mi proceso como director, he tenido que rechazar a muchos actores que querían participar en esta película. Desde el otro lado del cuarto ahora, observar eso fue muy interesante para mí porque es doloroso para un actor no conseguir un rol, pero es parte del proceso. Yo no quiero decir que todo es decepción, pero detrás de la decepción hay mucha magia, amor propio y solidaridad.

¿Cómo ha sido tu experiencia en el cine boliviano?
El cine nacional es muy íntimo, en cuanto a producción, porque tenemos esa arma de doble filo de que no tenemos un nivel de industria muy “alto”, pero eso nos da la oportunidad de tener otras virtudes. Cuando digo íntimo, me refiero a que hice dos películas en Bolivia y conozco a casi todas las personas que están involucradas en el cine boliviano. Yo quiero poner mi ladrillo en la construcción de nuestro cine, aspirar a llegar a un punto en donde podamos vivir de ello y preservar la intimidad.

¿Cómo has conformado tu equipo para ‘Llajua’?
He tenido el placer de trabajar con muy buena gente en producción en Bolivia y tuve la oportunidad de conocer gente muy interesante aquí en Nueva York. Cuando me gradué de la actuación, escribí esta película. Ha estado trabajándose tres años y, finalmente, hemos podido terminar lo que se llama pre-producción. Vamos a rodar en agosto, en Santa Cruz.
Sobre mi equipo, yo produje, hace dos años, una película con un director de fotografía que se llama Santiago Mouriño, nos llevamos tan bien que desde ese proyecto nos prometimos hacer esta película juntos en Bolivia. También estoy trayendo a Juan Pablo Cestaro, un actor argentino que vi en la serie ‘El Marginal’. 

En este nuevo proyecto ¿de qué se trata la historia y qué quieres mostrar del país?
Crecí, nací en Santa Cruz y quise hacer una historia sobre 10 personajes bolivianos que se reúnen después de siete años sin verse y estas relaciones entre amigos son un poco una evaluación de mis relaciones personales y permite un poco reevaluar mi identidad como ahora adulto boliviano. Después de eso, la película es realmente sobre temas más humanos y universales: la amistad y el paso del tiempo.
Soy muy particular en que no opten por un lenguaje neutral. Yo creo que el 50% de la razón por la cual me gusta filmar en Santa Cruz o en Bolivia es porque me gusta resaltar cómo la gente habla ahí, el lenguaje es muy importante. Entonces yo al cruceño, le digo: “hablá como hablas”; y al paceño, le digo “hablá como hablas”. Quiero que se escuche genuinamente la lengua como es. 

La película se llama ‘Llajua’, ¿tiene que ver con esto con un tema identitario?
Creo que todos somos una “sopa de cosas”. Precisamente el título, ‘Llajua’, indica eso y los 10 personajes que se integran a esta película son toda una mezcla de cosas. Para mí, la llajua es una mezcla de cosas, pero al mismo tiempo es algo muy boliviano. Y a pesar de que se puede decir que en Bolivia se come llajua, al final la llajua es una mezcla de muchos ingredientes y se hace de distintas manera.
Mi padre era antropólogo, y él se consideraba un judío-aymara, y a mí me puso un nombre yuracaré, y yo lo tomo con honor. Mi mamá es alemana, mi papá era de La Paz, me puso un nombre yuracaré y nací en Santa Cruz. De algún modo, yo soy una “llajua” también.

 
¿Qué locaciones tienes previstas cuando inicies el rodaje?
Estamos considerando una casa o una quinta en Porongo, Warnes, Samaipata o La Guardia. Estamos en ello, pero seguramente será en uno de esos lugares. Sé que va a ser en una quinta porque esta película es una fiesta, que se da en una sola noche toda la película. Vamos a grabar dos semanas y se trata de diez amigos que se reúnen después de siete años y tienen una fiesta juntos.

¿Qué recomendación le darías a los jóvenes que quieren incursionar en cine?
Ser uno mismo. Creo que igual que cualquier artista o actor, el mundo de la actuación está lleno de roles a seguir. Todos los actores admiran a Leonardo DiCaprio u otros grandes actores. Lo cual es válido, es un excelente actor, aunque la paradoja es que él está claramente muy en contacto consigo mismo: se conoce y de esa manera sabe ser otra persona. 

¿Qué propondrías para fomentar el cine en Bolivia?
Creo que, Bolivia, al igual que cualquier país del mundo o cualquier cultura, está lleno de artistas y de seres mágicos. Los artistas son seres medio raros y excepcionales. Como cultura hay que aprender a valorar eso y, a su vez, navegarlo en el mundo de hoy a entenderlo también como algo lucrativo y que funciona.
Pensándolo desde un punto de vista de inversión por la palabra fomentar, estamos hablando de instituciones que apoyen este tipo de cualidades, público y privado.

El actor Nakai Mirtenbaum nació en Santa Cruz de la Sierra. En la actualidad reside en Nueva York mientras continúa perfeccionando su arte actoral. Su destacada actuación en ‘Tu Me Manques’ (2018), dirigida por Rodrigo Bellot, le valió una beca para estudiar actuación.



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