6 de abril de 2024, 11:56 AM
6 de abril de 2024, 11:56 AM
Mientras que la CIDH reclama a Bolivia una solución consensuada con las familias de los asesinados en el Hotel Las Américas, restan otros frentes por sanar.
Ronald ‘Chichi’ Castedo, expresidente de Cotas e involucrado en el caso Terrorismo, estuvo en EL DEBER Radio este sábado 6 de abril, exponiendo su experiencia como uno de los 39 acusados, con implicaciones en su salud y economía. Además compartió detalles de su búsqueda de justicia, ya que su demanda también está ante la CIDH desde 2021.
«Así como nosotros fuimos juzgados, quien ha cometido delitos, necesariamente tiene que presentarse y responder ante la justicia», dijo sobre quienes llevaron adelante el caso Terrorismo por más de una década.
Castedo admitió que no confía en la justicia boliviana, y por eso es el segundo «en la fila» en la CIDH, en lo que respecta al caso Terrorismo.
Dijo que, si bien ya existe un emplazamiento de la CIDH con cinco recomendaciones «que no están siendo cumplidas», no se trata solo iniciar un proceso, sino que debe iniciarse una investigación para saber qué ocurrió realmente en el Hotel Las Américas en 2009.
«Ahora nosotros hablamos de la CIDH, pero en Europa hay procesos abiertos en el Parlamento Europeo, en la Corte Penal Internacional», recordó.
Para Castedo, la reparación no solo debe ser inmaterial, sino también material. apuntó a que el Estado boliviano es «responsable de todas estas denuncias», y que además de los funcionarios involucrados, también hay privados con niveles de responsabilidad. En su caso particular, habló de una empresa aseguradora de salud.
Salud y economía deterioradas
«Antes de esto yo era un próspero constructor y proyectista, tenía una carrera profesional hecha», dijo, y detalló que solamente con una aseguradora tuvo que disponer de casi 300 mil dólares para afrontar las afecciones físicas que detonaron durante el proceso judicial, sin contar otros gastos. Esto le implicó acudir a su patrimonio familiar.
«Este tema del caso Terrorismo provocó algo que nunca habíamos vivido en Santa Cruz, el temor, hizo como que la gente no se nos apegaba, parecía una lepra terminal. Después de ese caso solo pude realizar dos consultorías a amigos que se acercaron para ayudarme», confesó.
Extorsión
Castedo también reconoció que durante el desarrollo del proceso judicial se acercaron personas, incluso amigos, a decirle que había forma de arreglar las cosas. «El precio era el mismo, pero eran múltiples los que ofrecían sus servicios«, compartió.
Sobre si el ex fiscal Marcelo Sosa estuvo durante las extorsiones, aseguró que solo lo vio cuando terminó su audiencia inicial en la FELCC, y que antes de eso no tuvo contacto con él, pero sí con otros fiscales e investigadores del Ministerio de Gobierno y de la Policía.
«Ahí conocí al entonces mayor Jhonny Aguilera (hoy viceministro de Régimen Interior), con él tuve un par de charlas de buena manera, pero las ofertas no venían directamente de ellos, sino de otra gente que operaba alrededor. En realidad había una estructura que rodeaba a la Fiscalía y otro brazo al Ministerio de Gobierno, de ambos lados uno recibía insinuaciones y ofertas. Era cuestión de tomar una determinación», contó.