9 de abril de 2024, 14:42 PM
9 de abril de 2024, 14:42 PM
El 2024 será un año duro para el sector agrícola de Santa Cruz. Este martes, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) informó que por efectos de una sequía histórica se perderán 800.000 toneladas de granos, lo que se traduce en pérdidas económicas por $us 300 millones para el sector.
La fuerte sequía afecta con crudeza a toda la zona este del departamento. Según Anapo, los municipios más afectados son: Pailón, San Julián, Cuatro Cañadas y San José de Chiquitos, estos cuatro municipios representan casi el 55% del área sembrada de toda la región.
“Hemos tratado de ser los más responsables con la información y con cerca de un 50% de avance de cosecha hemos podido constatar que la disminución en la productividad en los rendimientos es mucho más considerable de lo que se preveía inicialmente. Nosotros estimamos en función a eso que por lo menos 800.000 toneladas menos de producción”, señaló Jaime Hernández, gerente general de Anapo.
En este contexto, el presidente de Anapo, Fernando Romero, reveló que las pérdidas son resultado de la sequía histórica que se registró desde el inicio de la campaña de verano 2023-2024 y que se prolongó durante el desarrollo del cultivo en las principales zonas productivas de Santa Cruz.
A causa de este fenómeno climático alrededor de 6.000 familias están afectadas e imposibilitadas de cumplir sus obligaciones financieras con la banca, proveedores de insumos y con la agroindustria que los financian.
“En consecuencia, no podrán sostener la importante cadena que, además, asegura la futura siembra de alimentos estratégicos como el trigo, maíz, sorgo y girasol; los cual pone en riesgo la economía nacional y la seguridad alimentaria del país”, dijo Romero.
Ante esta situación Anapo hizo un llamado a las autoridades nacionales para que se puedan gestionar medidas paliativas para contrarrestar el impacto económico que generará las perdidas por sequía.
Entre los puntos planteados por el sector está la reprogramación de créditos ante la banca, la creación de un fondo de reactivación que aliviane y oxigene las deudas de corto plazo que tienen los productores para que las puedan pagar en un tiempo razonable de cinco años.
A si también plantearon acciones como la aprobación del uso del evento HB4 tolerante a sequía y la semilla genéticamente modificada intacta “a través de la homologación de estudios y aprobaciones que se han dado en países del Mercosur, con los cuales Bolivia tiene que competir en el mercado internacional”.
Los productores sostienen que esto permitiría contar con genética de alto potencial de rendimiento para mejorar la productividad y para mitigar las perdidas por sequía y ataque de plagas.
Hernández informó que existe un obstáculo significativo en el proceso de aprobación de tecnologías biotecnológicas. A pesar de los esfuerzos conjuntos y las propuestas presentadas, las mesas de biotecnología se han estancado desde noviembre de 2023, lo que ha obstaculizado el avance en este frente crucial para la recuperación agrícola.
“Las mesas de biotecnología instruidas por el presidente Arce fueron implementadas, se tuvieron varias reuniones como sector productivo. Presentamos una propuesta técnica, normativa, que de alguna manera estaba consensuada con el equipo técnico del Gobierno, pero lamentablemente de manera imprevista a partir del mes de noviembre de 2023 las reuniones fueron paralizadas y desde ese momento hasta la fecha no se han reactivado”, señaló.
Pese a las pérdidas generadas por la sequía, Anapo garantizó la provisión de productos oleaginosos porque con el 20% de la producción se cubre la demanda interna.
“A pesar de estas cuantiosas pérdidas productivas, queremos aclarar que el abastecimiento del mercado interno de soya está garantizado, pues solo requiere el 20% del total anual de nuestra producción de grano”, afirmó Romero.