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21 de abril de 2024, 3:57 AM

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“La situación actual es bastante difícil, hay cierta escasez de algunos insumos, provocando quiebres de stock de algunos de nuestros productos, las ventas son difícil de mantener, el nivel de competitividad del sector es altísimo. Actualmente, la empresa evita toda nueva contratación de personal por los altos costos que éstos implican”, dijo a EL DEBER un alto ejecutivo de una industria de bebidas en Santa Cruz, al ser consultado sobre su posición en relación al incremento salarial que el Gobierno decretará el próximo 1 de mayo.

El ejecutivo, quien prefirió mantener su nombre en reserva, coincidió con otros nueve gerentes y presidentes de empresas del eje troncal del país. La mayoría considera que el incremento al Salario Mínimo Nacional (SMN) debe ser igual o inferior a la inflación de 2023 y, otros, simplemente prefieren que no haya incremento.

El gerente de la industria de bebidas, manifestó que cualquier incremento salarial derivará en una recesión e inflación dado que estos incrementos no son los únicos que las empresas vienen sufriendo.

El 22 de febrero, la dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB) entregó al presidente del Estado, Luis Arce su pliego petitorio, en el que propuso un incremento del 8% al SMN y del 7% al haber básico. Hasta el momento, las negociaciones en las mesas técnicas continúan y el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, indicó que en los próximos días habrá resultados.

La industria nacional sufre por la subida de los insumos/Foto: APG
La industria nacional sufre por la subida de los insumos/Foto: APG

Uno de los temores del empresariado nacional, precisamente es el sesgo político que se puede dar al incremento salarial, ya que los dirigentes de la COB, en varias ocasiones han manifestado que “cogobiernan” con el partido en función de gobierno.

“El Gobierno tiene que mirar el incremento como un tema eminentemente económico y no político. Es un ajuste que se da todos los años en función a la inflación, pero lo que tiene que sacarse es la politización del tema, porque eso ha ocurrido en el pasado”, expresó un empresario del sector agroindustrial, que también prefirió reservar su nombre.

Por su parte, el presidente de la Cámara Automotor Boliviana (CAB), Erick Saavedra, manifestó desconocer la propuesta de crecimiento de la COB para la economía boliviana, con el pedido de incremento salarial. “¿Vamos a ser más productivos, vamos a ser más eficientes y más innovadores?”, se preguntó, a tiempo de lamentar que el sector automotor se haya contraído significativamente, debido al proceso estacionario económico en el que se encuentra el país y que afecta en mayor medida a las pequeñas y medianas empresas.

Un director de una importante cadena de retail aseveró que en lo que va del año ya se hizo un recorte de personal a escala nacional, debido a la falta de competitividad que ocasiona la escasez de dólares. “Si hay un incremento salarial, con lo que la gente no está comprando más que lo necesario y yéndose a comprar lo más económico, se complica más la cosa de lo que ya está”, reveló, mientras otro ejecutivo del mismo sector aseveró que no está de acuerdo con un incremento salarial, por lo menos este año.

“No hemos tenido recortes (de personal) y no hemos contratado últimamente. Si alguien se jubila o se retira, no estamos en condiciones de reponer, solo tenemos que ajustarnos y esforzarnos más para suplir esa falta”, subrayó el empresario.

¿Congelar el incremento salarial?

La Cámara Nacional de Industrias (CNI), en un documento dirigido a EL DEBER, afirmó que el incremento salarial impulsará la recesión económica y promoverá la inflación, el contrabando, la pérdida de inversión y empleos. Al mismo tiempo, subrayó que la escasez de divisas, de hidrocarburos y los bloqueos e inundaciones encarecen los costos de producción nacional.

La entidad empresarial profundizó que el salario mínimo creció 436% en los últimos 18 años, de Bs 440 en 2005 a 2.362 en 2023, mientras que la tasa de variación del Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo del 6,11% en 2021 al 2,31% en 2023. “En los últimos 13 años el alza salarial creció tres veces más que la inflación y un ajuste salarial generará inflación y pérdida de la capacidad adquisitiva del salario e impulsará la pobreza y el contrabando”, indicó la CNI.

Inflación de Bolivia
Variación del PIB Bolivia

En ese marco, el gremio de industrias bolivianas propuso congelar el incremento salarial y demandó el diálogo y medidas que promuevan el “hecho en Bolivia”.

Un empresario del sector gastronómico -también pidió reserva de su nombre- calificó de “totalmente dañino” un incremento salarial en este tiempo, sobre todo para el sector gastronómico. “Los productos nacionales (insumos) están subiendo entre el 15 y el 20% y los internacionales entre el 25 y 50%. Entonces, y lastimosamente, al haber una competencia desleal, por haber muchos lugares que no facturan, hace que seamos mucho menos competitivos. No podemos subir precios y nuestro margen de utilidades se va a lo mínimo (…) Hemos reducido personal y no hemos podido volver a contratar”, lamentó.

Del mismo modo, el vicepresidente de una trasnacional tecnológica resaltó que el incremento salarial es un desafío adicional que genera incertidumbre. “Consideramos que es momento de cuidar las fuentes laborales, no exponerlas. El incremento va a tener impacto en la manera que operamos y conlleva hacer ajustes en nuestra operativa que se ha desacelerado, principalmente, por el tema de los dólares y parcialmente por la incertidumbre”, apuntó.

El CEO de una cadena de tiendas de consumo masivo, acotó que el alza del SMN obliga a las empresas a generar más desempleo y causa una caída del consumo. “Creo que seguir tratando de intervenir el mercado es un grave error, porque lo único que hace es crear más problemas que evitan que las empresas se ajusten para ser competitivas (…) Para el empresario común el no ajustarse es el condenarlo a la quiebra”, puntualizó.

Asimismo, expresó que el término “sujeto a negociación” (el porcentaje de incremento) para las empresas privadas es “vago”, porque “después viene un tipo del Ministerio del Trabajo, te fiscaliza abusivamente y te multa”, agregó.

El incremento debe reponer la capacidad adquisitiva

El economista Jorge Núñez del Prado sostuvo que el incremento salarial debería ser igual a la inflación que se registró el año pasado (2,12%), puesto que su objetivo es reponer la capacidad adquisitiva que tenía la población. En caso de no existir nivelación -indicó- disminuye la demanda, en detrimento de la producción nacional de bienes y servicios.

“El gobierno dice que está muy baja la inflación, pero parece que ellos no van al mercado porque realmente existe un incremento de precios por la falta de dólares (…). Estamos en este momento ya en una espiral inflacionaria o pre-inflación y, así mañana aparezcan dólares, los precios no van a bajar. Entonces, el incremento podría presionar para que haya una tendencia inflacionaria”, resaltó el economista.

En tanto, Carlos Aranda, del Centro de Estudios Populi, manifestó que se debe repensar la política salarial en el país, basarla en criterios técnicos que pongan el foco en incrementos de productividad que permitan subir la remuneración de los trabajadores del país.

Salario. El pliego plantea, para la gestión 2024, un incremento salarial en un 8% al mínimo nacional y un 7% al haber básico.

Congresos. Fijar las fechas para la realización de los congresos de la Seguridad Social y de Educación, para “mejorar” los servicios.

Pensiones. Proyecto de Ley que modifica los Límites Solidarios de la Pensión Solidaria de Vejez y el financiamiento para el Fondo Solidario.



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