22 de abril de 2024, 4:00 AM
22 de abril de 2024, 4:00 AM
La exportación de cemento al exterior ha caído en los últimos siete años, según las cifras presentadas por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con base en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Paraguay, el principal destino de estas ventas, ha limitado sus importaciones.
Los números que figuran en el boletín del IBCE indicaron que las exportaciones de cemento cayeron de $us 10,4 millones a $us 200.000 entre el periodo 2017-2023. En 2018 la exportación alcanzó los $us 5,1 millones; en 2019 fue de $us 5,7 millones; en 2020 llegó a $us 3,2 millones; en 2021 fue de $us 3,1 millones y en 2022 la cifra cayó a $us 1,4 millones.
Ante la caída de estos números, el jefe de la Unidad de Asesoramiento Técnico del IBCE, Rommel Saavedra, señaló que la principal razón para que se haya registrado esta situación es que Paraguay ha limitado sus importaciones.
“Nuestro principal mercado (para la exportación) es el paraguayo, pero el gobierno de Paraguay ha comenzado a limitar sus exportaciones para proteger su industria”, dijo Saavedra.
Por su parte, la presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Claudia Pacheco, recordó que en 2020, Paraguay liberó sin muchas exigencias las importaciones de cemento, lo que favoreció a Bolivia. Este decreto, prosiguió Pacheco, era temporal debido a que el objetivo era lograr el abastecimiento interno que por baja producción estaba desabastecido.
“Mientras tanto, las tres cementeras de Paraguay invirtieron para lograr aumentar la producción, llegando incluso a abastecer su mercado interno y poder ofertar cemento para exportación, por lo que a finales del 2023 con este objetivo logrado, indicaron que pondrían restricciones a la importación para que las empresas locales recuperen el mercado”.
El porcentaje acumulado, entre 2017 y 2023, para la exportación de cemento a las naciones vecinas fue Paraguay 95%; Perú 2% y Argentina 2%, en tanto que el 1% va a otros países.
EL DEBER consulto a empresas cementeras sobre estos números, pero las mismas no respondieron.
En noviembre del año pasado, el ministro de Industria y Comercio de Paraguay, Javier Giménez, indicó que la actual administración redujo la cantidad en las licencias de importación de cemento.
“Cuando iniciamos el gobierno actual, retiramos del mercado licencias que ya habían sido firmadas por el anterior gobierno, con una emisión récord llegaron a liberar a 2.800.000 bolsas. Lo que otorgamos ahora fue 600.000 bolsas, un cupo para el trimestre de 10.000 toneladas por mes, con lo que estamos reduciendo significativamente las importaciones de cemento y lo vamos a seguir haciendo paulatinamente”, dijo la autoridad paraguaya.
Giménez agregó que se habilitaron licencias para 30.000 toneladas, frente a las 140.000 toneladas que el gobierno anterior liberó entre julio y agosto del 2023, en importación de cementos, con lo que se logró reducir ya un 78 %.
Es por ello que existe un nivel de stock interno tan grande de cementos importados, dijo Giménez, al tiempo de admitir que entiende la postura de la industria nacional de querer reducir de 100 a 0 las licencias.
De cara al futuro, Pacheco señaló que Bolivia al ser miembro del Mercosur tiene en esta organización un mercado potencial para la venta de cemento. “Se tiene que ver dónde podemos redireccionar esas exportaciones o que el Viceministerio de Comercio Exterior se encargue de lograr nuevos acuerdos para la exportación”.
El economista Jaime Dunn señaló que los mercados deberían ser libres para que puedan competir sin limitaciones. “Las industrias no deberían depender de que existan o no permisos, porque en este caso, la industria boliviana se perjudica debido a la suspensión de estos permisos temporales, por lo tanto, las medidas proteccionistas terminan perjudicando el mercado local”.
