23 de abril de 2024, 18:17 PM
23 de abril de 2024, 18:17 PM
Este martes, Cristian Franco Condori (23), fue sentenciado a 30 años de cárcel, sin derecho a indulto, al aceptar su culpa y someterse a un procedimiento abreviado por el feminicidio de dos mujeres, a una de las cuales la enterró en su habitación.
La tarde de este martes, durante una audiencia, la jueza contra la violencia, Albania Caballero, le impuso la pena máxima por feminicidio, a cumplir en el penal de Palmasola.
Las víctimas de este caso, que conmocionó a la población cruceña, son Viviana Cabrera Gonzales, de 21 años, y Carla Patricia Durán Montero, de 26.
Cristian Franco Condori, confesó que, el domingo 15 de abril, le quitó la vida a Viviana Cabrera Gonzales ,estrangulándola. Luego la enterró en el interior de su cuarto y cubrió el piso con cemento, aprovechando que nadie sabía que la joven estaba con él.
Después, Cristian Franco Condori dijo que quiso volver a sentir la “adrenalina” de matar y estranguló a Carla Patricia Durán Montero, el lunes 22 de abril. Pero, su temor por “convertirse en un asesino” pudo más y terminó llamando a la Policía para confesar los feminicidios.
Ambos crímenes fueron cometidos en un inmueble del barrio Villa Warnes, en el cuarto anillo de la capital cruceña. Cristian Franco, confesó que estaba cansado de vivir y que quería experimentar matando a las mujeres.
El mismo sujeto llamó a la Policía para avisar que se quedó encerrado en su habitación, tras perder las llaves luego de haber matado, la madrugada del lunes, a Carla Patricia Durán Montero.
En su declaración aseguró que se dedicaba a vender tarjetas de diversas operadoras telefónicas y que, desde hace tres meses, alquiló el inmueble. De esa manera conoció a sus dos víctimas, a las que les fiaba tarjetas y mantenía afectividad, según las investigaciones de la Fiscalía y la Felcv.
Las pericias forenses a las dos víctimas establecieron que murieron producto de asfixia mecánica por estrangulamiento.
La madre de Cristian Franco es una profesora en Yapacaní y su padre se fue a Chile en busca de mejores días. En una parte de su declaración, Cristian Franco asegura que sentía rencor porque nunca fue bautizado y estaba alejado de Dios.