15 de mayo de 2024, 16:24 PM
15 de mayo de 2024, 16:24 PM
Una guerrera que pulveriza a un patriarcado de bárbaros en un filme de acción frenético, en plena ola de #MeToo en el cine: «Furiosa», la nueva «Mad Max», lo tiene todo para convertirse en un gran éxito.
El director australiano George Miller, de 79 años, sorprende por la vitalidad de este quinto episodio de la saga posapocalíptica, creada en 1979, estrenada a nivel mundial este miércoles en el 77º Festival de Cannes.
«Furiosa» es el nombre de la heroína, que en la película «Fury road» (2015) estaba encarnada por Charlize Theron. Esta es la precuela y muestra la juventud, de 10 a 26 años, de esta guerrera.
Con un brazo mecánico, la guerrera huye con las mujeres del harén de un déspota en la anterior cinta.
Alyla Browne («Tres mil años esperándote», del mismo Miller) interpreta a la niña secuestrada, y Anya Taylor-Joy (conocida por la serie «Gambito de dama») da vida a la adulta, que se ha vuelto intocable detrás de su volante o su pistola.
Chris Hemsworth («Thor») es el jefe del clan de bárbaros.
En forma de distopía, «Furiosa» aborda temas como la ecología y el feminismo, sin olvidar el «stunt movie», los filmes de escenas de riesgo, con una avalancha de vehículos retrofuturistas, artefactos poderosos y mortíferos.
«Al principio necesitaba una historia, el tema de la huida («Fury road») podía servir para bastantes cosas, pero si hubiera sido un hombre el que hubiera liberado a mujeres perseguidas en un mundo diabólico por un tirano, habría sido otra historia», explica a la prensa Miller.
«Estas nociones de guerrera, de un lugar para las mujeres, el feminismo, llegaron más tarde, pero al principio sólo me pregunté que historia iba a contar», abunda el cineasta.
El ritmo frenético de «Furiosa» recuerda al segundo episodio de la saga, «Mad Max II» (1981).
«Yo digo que una película tiene que verse con los oídos y oírse con los ojos», comenta el veterano director en alusión a la acción del filme.
Asombrosa en su papel, Anya Taylor-Joy, de 28 años, confiesa que «hasta ahora, sigo sin tener el carnet de conducir», según el comunicado de prensa de la película. «Sé derrapar con el freno de mano, pero no sé aparcar o conducir en la autopista».
La actriz estadounidense, que se crió en Argentina y habla perfectamente español, asegura que quiso «realizar tantas escenas peligrosas como fuera posible» y el director no se lo impidió.
Anya Taylor-Joy se entrenó durante un año antes del inicio del rodaje junto a su doble. «Nunca se me dio muy bien ir en bicicleta, y encontrarme de un día para otro en una moto fue un verdadero salto a lo desconocido».
El mensaje medioambiental de «Furiosa» –los recursos naturales agotados en el centro de las luchas de los clanes– también le interesaron, con la idea de insistir en que se debe «proteger nuestro planeta».