19 de mayo de 2024, 4:00 AM
19 de mayo de 2024, 4:00 AM
“Lo ocurrido en Santa Cruz es señal de que estos delitos siguen existiendo y no se están tomando las acciones necesarias, existe impunidad”, cuestionó Daniela Justiniano, de la organización ambientalista Alas Chiquitanas, recordando que una de las autoras del tráfico de piezas de jaguar, que fue de conocimiento público hace un tiempo, salió en libertad de forma silenciosa.
Agregó que a este caso se suma la reciente difusión de fotografías de dos ciudadanos chinos, trabajadores de la empresa Sinohydro, desollando y desmembrando otro ejemplar de esta especie, considerada una especie amenazada y vulnerable, según el Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de Bolivia.
En sus redes sociales, Alas Chiquitanas denunció que el pasado 5 de mayo un jaguar fue atropellado y descuartizado por trabajadores de la empresa china Sinohydro.
“La indignación nos invade al saber que las partes fueron hablladas en poder de un ciudadano pakistaní y dos bolivianos, pero lo más indignante es que la Policía Forestal (Pofoma) no detuvo a los involucrados. Este es un caso de biocidio, pero también de tráfico de vida silvestre”, postearon.
Con protestas, los activistas exigieron a la Fiscalía de Cochabamba una investigación exhaustiva y la condena máxima de diez años de reclusión por los delitos de biocidio y tráfico de vida silvestre.
Daniela Justiniano cuestionó que tanto Pofoma como la Gobernación de Cochabamba estén incumpliendo sus deberes y no estén aplicando la ley, “que claramente dice que si se encuentran estas situaciones y elementos, pruebas dentro del campamento de una empresa, el número 3, en el kilómetro 124, esta debería cumplir con las disposiciones que presentaron en sus estudios de impacto ambiental”, dijo.
A los reclamos se sumaron los colectivos Justicia por la Amazonía, de Cochabamba, y la Asociación Civil Legal Justicia Ambiental. Esta última presentó la denuncia ante la Fiscalía.
Según las denuncias, los tres involucrados son trabajadores de Sinohydro, que construye la doble vía Cochabamba – Santa Cruz.
“Hasta el momento no hay novedad, pero reunimos firmas para la querella”, informó Rodrigo Herrera, de la Asociación Civil Legal Justicia Ambiental.
HUELLAS DEL DELITO
El descuartizamiento del jaguar dejó evidencias, una serie de fotografías del momento cuando sacaban las distintas piezas al ejemplar, considerado como parte de una especie vulnerable, según el libro rojo
de Bolivia.
Deja explícito que el personal de Sinohydro entregó de forma voluntaria las piezas de jaguar a los policías especializados en delitos ambientales; sin embargo, Herrera observó que en los documentos del fiscal no existe mención de que el jaguar estaba en los predios de Sinohydro.