20 de mayo de 2024, 8:16 AM
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Gabriel Candia, Felipe Castro Parada, Rómer Mercado Ordóñez y José Cuéllar Achaval eran los nombres de cuatro jóvenes cruceños torturados el 19 de mayo de 1958, cuando exigían que se cumpla la Ley de Germán Busch, que distribuía regalías por hidrocarburos a los departamentos productores.
Se conoce como la Masacre de Terebinto a la violencia con la que asesinaron a estos jóvenes en el sitio denominado la poza de Las Liras, luego de que el Gobierno del MNR enviara 10.000 ucureños a sofocar el foco rebelde.
En homenaje a ellos, los cívicos de Santa Cruz convocaron a una caravana, donde se reventaron pausas, se rindieron honores y la agrupación Iyambae proyectó un cortometraje «Masacre en Terebinto: La historia cruceña no contada», que contó con la participación de escolares de secundaria.
René Aguilar, secretario de cultura de Iyambae, expresó que este proyecto surge como respuesta a la necesidad de compartir relatos históricos significativos que han sido omitidos en los currículos escolares, universitarios y en los medios sociales.
Foto: Asistieron varias agrupaciones
Ernesto Vaca, presidente de la Unión Juvenil Cruceñista, anunció la presentación de un proyecto de ley para que el 19 de mayo se declare el Día de los caídos en Terebinto, y de ese modo «cada año se recuerde a los jóvenes valerosos, ultrajados, que lucharon por todos los beneficios que tenemos hoy».
También asistieron representantes de la Asamblea Legislativa Departamental (ALD).
El 15 de junio de 1938 se promulgó a Ley de las Regalías Petroleras durante el gobierno de Germán Busch Becerra.
La norma ordenaba que el 11% de la producción bruta de petróleo quedaba para el departamento productor.
A pesar del mandato, el Gobierno no hizo los pagos correspondientes a Santa Cruz. Fue recién en la década del 50 que los cruceños se organizaron para exigir el cumplimiento, jóvenes universitarios crearon el Comité Pro Santa Cruz.
En 1955, el Gobierno de Víctor Paz Estenssoro decidió firmar un nuevo Código de Petróleo que eliminaba las regalías petroleras, razón suficiente para encender las luchas en la región.
En 1956, en el Congreso Nacional, se debatió la necesidad de hacer una ley interpretativa para mantener las regalías petroleras. A principios de 1957 la ley fue aprobada, tanto en diputados como en senadores, pero el presidente en ese momento, Hernán Siles Zuazo se negaba a promulgarla.
«Como no querían dar las regalías, Melchor Pinto embanderó esa lucha con todas las instituciones de Santa Cruz. Se pedía que se aplique la ley, además de caminos, ferrocarriles, y los recursos para eso», dijo Germán Antelo.
Desde 1957 hasta 1959 hubo tensión en el departamento, es el periodo que se conoce como de las luchas cívicas, según la historiadora Paula Peña.
«Después de dos años de enfrentamiento y de muerte, primero de Jorge Roca y después de Gumercindo Coronado, vino la masacre de Terebinto», reseñó Peña.
Jenny Castro, sobrina de los masacrados Pablo y Felipe Castro, recordó que había un grupo juvenil que se rebeló para la defensa de Santa Cruz frente a la invasión ucureña. «Estaban comandados por Mario Gutiérrez, máximo dirigente de la Falange Socialista boliviana», recordó.
Frente a la irrupción de 10 mil ucureños, y el fracaso de la revolución, los jóvenes se fueron a Porongo, y siguieron a Terebinto, donde Romer Mercado, que los resguardó, pero alguien los traicionó en Terebinto y dijo dónde estaban.
«Llegaron en la mañana del 19 de mayo y rodearon una casa y mataron a un unionista. Golpearon y torturaron a los muchachos. A Gabriel Candia Ribera le sacaron los ojos, los intestinos, se los pusieron en el cuello, le cortaron los pies y después lo mataron», recordó Francisco Campos, amigo de colegio de los caídos.
