27 de mayo de 2024, 16:09 PM
27 de mayo de 2024, 16:09 PM
Bolivia no está al margen de la coyuntura global, los problemas en las principales economías del mundo afectan al país, así lo señaló el ministro de Economía, Marcelo Montenegro.
La subida de tasas de interés y el incremento de las tarifas de los contenedores impactan en el país, como así también el aumento de otros productos como el combustible. Eso sí, Montenegro ratificó que el país no está en crisis.
En una conferencia realizada este lunes, la autoridad aseguró que “hay precios dentro de la economía que también están siendo afectados por la dinámica de incremento de precios a nivel mundial”.
Pero “los analistas, los detractores, jamás hablan de este fenómeno porque no les importa o tienen un interés específico, en que el fenómeno sea intrínsecamente nuestro”.
“Entonces, lo que queremos aquí es mostrar que Bolivia no es una isla. Tiene los efectos, los coletazos de lo que puede estar ocurriendo a nivel internacional. Son efectos que se van traspasando a la economía nacional en términos de precios”, señaló Montenegro.
En la actualidad, el país atraviesa una profunda escasez de dólares que ha afectado a diferentes sectores, en especial a la industrias y exportadores porque el fenómeno incrementa sus costos de producción. Pero la situación afecta con magnitud a la industria farmacéutica.
Inflación global
El Ministro de Economía señaló que el aumento de las tasas de interés a nivel global, especialmente desde febrero de 2022, ha tenido repercusiones significativas. Además, mencionó que la inflación mundial se mantiene alta, con una proyección del 5,3% para la presente gestión, lo que continúa generando incrementos en los precios, aunque a un ritmo menor comparado con el pico más alto del 9%.
Dijo que el impacto del incremento en las tarifas de contenedores, que han oscilado significativamente, afectaron los costos logísticos en Bolivia.
Además, sostuvo que el aumento de precios en productos básicos como la gasolina, el arroz, el tomate, y otros productos de la canasta familiar, indicando que estos incrementos reflejan tendencias regionales y globales.
Montenegro hizo notar la importancia de mantener las subvenciones para mitigar estos aumentos de precios y resaltó que, a pesar de la situación a escala global no es la mejor, Bolivia tiene una de las tasas de inflación más bajas de la región, con un acumulado de 1,31%.
Explicó que la «inflación importada» es uno de los componentes que afecta a la economía boliviana, derivado de los aumentos de precios internacionales.
“Un producto que aumenta su precio afuera, que se interna a la economía, no se puede internar más barato de lo que es afuera. Si no alguien lo compra de aquí, lo volvería a vender afuera. Entonces, obviamente, llega con un precio más alto de lo que y eso tiene un impacto dentro de la economía nacional”, dijo.
También destacó los esfuerzos del gobierno boliviano en colaboración con el sector privado para mejorar el comercio exterior y aumentar la producción nacional, con el objetivo de ser más resilientes ante los efectos económicos externos.
«No hay crisis y en todo caso la insuficiencia de divisas se ha dado por este fenómeno transitorio, importante obviamente entre los meses de marzo y abril, donde obviamente por el rezago y el atraso de la cosecha obviamente ha menguado la gestión de divisas«, señaló.