7 de junio de 2024, 4:00 AM
7 de junio de 2024, 4:00 AM
Aunque el relato oficialista descarta la palabra crisis para describir la actual situación económica, las personas de a pie rechazan el relato optimista. La situación es dura y las amas de casa se ajustan los recursos de las familias. No es para menos, productos básicos como el tomate llegaron a picos históricos en sus costos, generando un desequilibrio en el bolsillo popular. La gente encuentra este alimento entre Bs 15 y Bs 20 el kilo en los mercados.
Los precios, según los productores, oscilaran en este rango por lo menos un mes, hasta que la producción de este alimento se normalice. Actualmente, el principal proveedor de tomate es Santa Cruz que debe atender las necesidades de la región y de los departamentos de Cochabamba y Chuquisaca.
Las fuertes sequías afectaron la producción del fruto en Cochabamba, que concentra el 40% de la producción a escala nacional, según datos de la Asociación de Fruticultores y Horticultores (Asofruth).
Nué Morón, presidente de Asofrut señaló que el precio del tomate tocó niveles históricos. En la actualidad el precio de la caja de 20 kilos tiene un costo de entre Bs 220 y Bs 250
El productor sostuvo que a lo mucho el alimento llegó a cotizarse hasta en Bs 70 la caja. Esto ocurrió hace 30 años a medidos de los 90, después el precio se ha mantenido estable.
El productor explicó que la escasez se mantendrá por un mes, debido a la caída producción en Cochabamba a raíz de la sequía y la disminución en la producción en los valles por el periodo de invierno.
“Nunca en la vida se vendió ese precio, lo máximo que hemos llegado y duró una semana a Bs 70 la caja porque hubo una helada tremenda en los valles y subió una semana, pero después cayó el precio”, recordó el productor.
En este contexto, los ciudadanos de pie encuentran el precio de este alimente entre 15 y 20 el kilo de tomate de primera. También hay otros precios que rondan entre Bs 12 y Bs 14, pero de menor calidad.
EL DEBER recorrió algunos mercados y habló con amas de casas que tiene que ajustar el presupuesto para llevar el alimento a sus hogares.
“El tomate está a Bs 15 el kilo, pero en otros mercados a Bs 18,20 y algunos precios se han mantenido. La vainita está carisma, las tres libras están a 20 cuando antes estaba 10”, dijo una mujer en el mercado antiguo Abasto.
Ante este escenario, el Gobierno decidió organizar ferias con productos a “precios justos”. Pero la oferta y calidad de los alimentos no convence a los ciudadanos.
En una entrevista en EL DEBER Radio, la autoridad anunció que la primera medida es la feria “Del campo a la olla a precio y peso justo”, que se inició en el Parque Urbano de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, y que se replicará en barrios de las principales ciudades del país.
En esta feria, según Silva, la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), vende el tomate a Bs 5 el kilo, mientras que en los mercados se encuentra a Bs 20.
No obstante, varias personas que acudieron a este lugar manifestaron su descontento.
«Nos venden tomates verdes, es una burla. La diferencia entre el mercado y esta feria es solo de Bs 5, lo que se gasta en el transporte», dijo una ama de casa visiblemente ofuscada.
En este contexto, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón reconoció que algunos productos han experimentado un incremento, pero lo atribuyó a factores externos, como el contrabando y las heladas que afectaron la producción agrícola.
“Hay una subida de precios de algunos productos. Sin embargo, nuestro modelo económico está funcionando para contener la inflación y evitar que el impacto sea mayor para la población”, añadió.
Señaló que la inflación acumulada en Bolivia, a mayo se sitúa en 1.9%, por debajo del promedio regional del 5.4%. Comparó esta cifra con la inflación en Argentina, que supera el 65%.
«En Argentina el kilo de tomate está arriba de los 60 bolivianos, mientras que acá está entre 15 y 19 bolivianos», ejemplificó.
No obstante, desde las calles observaron la postura estatal cargada de optimismo.
“Le están mintiendo al pueblo, deberían de ser sinceros para que ya uno vaya haciendo su presupuesto y ver de qué manera puede llevar el sustento a sus casas algunas personas peor los que no tienen trabajo, los que tienen familia grande”, dijo una ama de casa consultada por EL DEBER.
