9 de junio de 2024, 13:19 PM
9 de junio de 2024, 13:19 PM
Cientos de camiones de transporte nacional e internacional se encuentran varados en ambos lados de la carretera Santa Cruz – Cochabamba, a la altura del ingreso a Campo Víbora, debido al bloqueo indefinido que cumple hoy su tercer día. Los comunarios de la zona exigen a la Cámara de Diputados la aprobación de un proyecto de ley que viabilice la construcción de una carretera que beneficie a la región.
Cientos de kilómetros de filas
Las imágenes tomadas por EL DEBER muestran filas de camiones que se extienden por varios kilómetros en ambos lados del punto de bloqueo. Los transportistas, principalmente del sector pesado, han expresado su preocupación por la falta de acceso a servicios básicos como baños y duchas, además de la escasez de alimentos y agua potable.
Muchos de los conductores varados han agotado sus viáticos y no tienen recursos para subsistir mientras dure la medida de presión. Algunos han optado por instalar pequeñas trancas para pedir apoyo a los vehículos pequeños que circulan por la zona, mientras que otros han buscado alojamiento en comunidades cercanas como Puerto Abaroa, Nuevo Horizonte y San Germán.
Cisternas con combustible varadas
Entre los vehículos varados solo del lado de Santa Cruz a Cochabamba se encuentran más de 15 cisternas con combustible, 10 de ellas provenientes de la planta de Sica Sica en Arica, Chile, y las 5 restantes desde la refinería de Palmasola con destino a La Paz.
Los comunarios exigen la construcción de una carretera
La medida de presión fue iniciada por comunarios del municipio de Yapacaní, quienes exigen la construcción de una carretera de 31 kilómetros que beneficiaría a más de 85 comunidades dedicadas a la producción agrícola, ganadera, piscícola y petrolera. El proyecto tiene un costo total de $us 35 millones y sería financiado por la CAF.
Wilder García, secretario general de los Interculturales, advirtió que los comunarios no darán cuartos intermedios y que, de no aprobarse el proyecto de ley, tomarán medidas más drásticas como la toma de pozos petroleros e incluso el cierre de las válvulas de YPFB Yarará XI.